10 JOYAS OCULTAS EN NETFLIX

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Por: Sergio Bustamante.

Por más que se quiera negar o evitar, el streaming ya es, discutiblemente, la forma más socorrida de entretenimiento en la actualidad. Y eso incluye por supuesto al cine.

Si bien la oferta de plataformas y canales para ver películas cada día es mayor, el mandamás (éste sí sin discusión) en el tema es el universalmente conocido Netflix. Que la experiencia no es ni de cerca comparable a ver cine en una sala como manda el formato, es cierto, pero ese es un complejo asunto a analizar en otra entrega, y hoy toca hablar únicamente de los contenidos.

Entre producciones originales que se lanzan casi cada semana, nuevos estrenos, compra de derechos y hasta una amplia gama de títulos de Bollywood , el catálogo de Netflix es tan variado como abrumador y hasta ordinario. Y es que la cantidad supera la calidad; hay mucho qué ver pero apenas y la mitad o menos vale la pena. Es decir, hay que indagar bien la plataforma o, como plan B, ver por segunda o tercera vez esa película que tanto nos gusta a falta de algo que en verdad llame la atención.

Con ello en mente, he aquí una lista de 10 excelentes cintas que su catálogo tiende a minimizar. Discretos títulos que deberían estar en primer plano pero que en su lugar aparecen por ahí arrinconados y hasta ignorados por el algoritmo de preferencias. La recomendación es buscar, ver y recomendar, así que sin más preámbulo, al tema.

 

  1. AQUÍ NO HA PASADO NADA.

De paso fugaz por la cartelera mexicana, la cinta chilena del director Alejandro Fernández Almendras puede ser encontrada en Netflix sólo si se navega por géneros como drama o internacional, pues casi nunca está enlistada en las recomendaciones.

Que eso no los detenga de ver un relato ágil y eficaz que aparte de todo está basado en hechos reales. Un grupo de jóvenes chilenos de clase alta son los protagonistas de un accidente que tratan de ocultar por todos los medios hasta que no queda otra más que hacer uso de sus influencias, viéndose desfavorecido, naturalmente, el que menos dinero tiene.

Si la familiaridad con la situación en México no es motivo de interés suficiente, vale también la pena por la forma en que el director emplea mordazmente las redes sociales y sus formas para contar una historia de injusticia social como tantas que abundan en Latinoamérica.

  1. LORE.

Otro título que pasó por la cartelera de nuestro país, con algo más de éxito eso sí, y que después ha quedado en el olvido. Dirigida por la australiana Cate Shortland, Lore es una co-producción alemana que sirve como mirada inédita a una de las tantas heridas que abrió el fin de la segunda guerra mundial. En este caso se trata de un grupo de cuatro hermanos que, tras el arresto del padre (alto comando de las SS) y el abandono de la madre, deben recorrer cientos de kilómetros a través del llamado Bosque Negro con el fin de llegar sanos y salvos hasta Hamburgo, ciudad donde vive la abuela materna.

Apoyada en el afilado guión y con mano firme, Shortland nos muestra el desencanto post tercer Reich desde una perspectiva adolescentemente ingenua que le da aún más fuerza en pantalla. La pura actuación por nota de Saskia Rosendahl como la conflictuada Hannelore del título vale la revisión.

  1. TAKE ME.

Una de las cuestiones que sí ha hecho bien Netflix es asociarse con los hermanos Mark y Jay Duplass, los productores más relevantes del cine independiente en la actualidad. Así, el catálogo de la plataforma incluye desde su notable romance Blue Jay, el documental Wild Wild Country, hasta su saga de horror Creep pasando por títulos igualmente recomendables como Manson Family Vacation y The One I Love, entre otros. Take Me, sin embargo, es el menos publicitado y sin duda uno de los más originales.

El servicio de secuestros motivacionales que ofrece Ray Moody (Pat Healy), se ve tergiversado cuando una de sus clientas pone a prueba su credibilidad descomponiendo las circunstancias hasta un grado verdaderamente macabro.

Dirigida por el mismo Healy, Take Me es un thriller en clave de comedia que deja un extrañamente buen sabor de boca.

  1. LOVESONG. (Canción de Amor)

Un roadtrip entre dos amigas desemboca en ambas enamorándose contra su voluntad y su situación familiar. Años después y en el umbral de la boda de una de ellas, intentarán reconectar la amistad a pesar de los sentimientos y su pasado.

Dirigida por la surcoreana So Yong Kim, Lovesong es un drama que opta por un naturalismo romántico que nada tiene qué ver con el romcom que tanto abunda en Netflix. Excelente soundtrack y puntuales actuaciones de Riley Keough y Jena Malone, hacen de esta una de las mejores propuestas que existen en la plataforma.

  1. LAGGIES.

En plena crisis adulta y cerca de contraer matrimonio, Megan es una joven que ve en un retiro espiritual la única salida a su depresivo momento, sin embargo, su camino se desvía al hacer amistad con Annika, una chica adolescente que le abre la vida a una perspectiva completamente nueva.

En un eje independiente similar al de Lovesong, Laggies puede parecer la clásica “feel good movie”, pero la directora Lynn Shelton minimiza en lo posible los aspectos más rosas de la narración y entrega una cinta que aborda desde una interesante perspectiva juvenil el mismo tema de las existencias fallidas.

  1. BAD DAY FOR THE CUT.

Directamente desde Irlanda encontramos este brutal thriller de venganza y crimen. Cuando su madre es asesinada por equivocación, Donal, el introvertido hijo que estaba a cargo de ella, emprende una cacería que lo llevará hasta los bajos mundos del crimen organizado europeo y hacia un pasado que desconocía por completo.

Bad day for the Cut es el gran debut en largometraje de Chris Baugh, quien ya había trabajado con éxito la vena criminal en televisión. Aquí, haciendo buen uso de su reparto y la excelente fotografía de Ryan Kernaghan, nos regala una especie de western irlandés violento y cero benévolo con el espectador. Es incomprensible que éste título no goce de más prestigio.

  1. FRANK.

Hay ocasiones en que al algoritmo de Netflix le da por poner Frank en primer lugar de los géneros y hay otras donde desaparece por completo. Sea cual sea el caso, vale la pena darle su mención, pues se trata de una mirada sui géneris a temas como el suicidio y las enfermedades mentales.

Tratando de convertirse en el mejor músico posible, un joven se une a un grupo de rock liderado por la enigmática figura de Frank, un hombre que protege su identidad usando siempre una enorme máscara sobre su cabeza.

La propuesta del cineasta Lenny Abrahamson (guión original de Jon Ronson y Peter Straughan) vaya que le hace honor a la historia. Bizarra, indulgente y lúgubre, Frank ataca su tema con un realismo pocas veces visto. Mención aparte a la interpretación de Michael Fassbender.

  1. FRANCES HA.

En la vena del Woody Allen más clásico, el director Noah Baumbach hace de Frances Ha una estilizada fábula neoyorquina que captura esa compleja búsqueda de identidad, amistad y cumplir los sueños cuando se tienen veintitantos años. La ahora tan de moda Greta Gerwig es la Frances del título yendo de un lado para otro en un Manhattan cruel que no va con su ligera forma de ver la vida.

Una especie de road movie urbana que podría ser un retrato snob y superficial sobre la escena intelectual, pero que en las manos de Baumbach se vuelve un relato memorable.

  1. SHE’S GOTTA HAVE IT.

No hay duda: éste 2018 es el año de Spike Lee. Y qué mejor que acudir a uno de sus tantos “Joints” antes del estreno de BlacKkKlansman. En plena década de corrección y conservadurismo de la era Reagan, Nora desafía la convención relacionándose con tres amantes machos que se niegan a aceptar su estilo de vida. Está de más decir las implicaciones de una cinta por demás adelantada a su tiempo. Actualmente Netflix estrenó una versión serie igualmente dirigida por Lee, así que sirva este título para hacer un entretenido combo.

  1. NOCTURAMA.

Un centro comercial parisiense sirve como refugio de una banda de adolescentes que cometen una serie de atentados sin razón aparente. El transcurrir de la madrugada dentro de esa plaza nos dibuja los personajes y sus confusos motivos en un contexto adverso, triste y absolutamente acertado.

Aunque tuvo nominaciones y premios en festivales de renombre como San Sebastian o Toronto, Nocturama se volvió el tipo de fenómeno tardío ya cuando estuvo disponible en streaming. Bertrand Bonello, director, entrega una corrosiva radiografía sobre el estado en que se encuentra la juventud francesa así como su forma de ver la política, la inmigración y la cultura popular. De los mejores títulos que presume Netflix.

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