Chapo…?, Chapo….., estás ahí?

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chapoPor: Manuel Narváez Narváez

Email: mnarvaez2008@hotmail.com

Twitter: @manuelnarvaez65

Con el escape de Joaquín Guzmán Loera, alias el “Chapo Guzmán”, en su segunda versión, me viene a la  mente el jueguito de Charly, Charly, estás ahí?, que se hiciera viral en las redes sociales hace apenas unas semanas, y el chiste, también viralizado en las redes, donde un pequeñito cuenta como una cuchara no responde al insistente saludo del tenedor, qué raro, parece que no escuchara, remata con esa vocecita infantil e inocente.

Así de simple y así de fácil, tal vez absurda o quizás cómica fue la segunda fuga del narcotraficante más pudiente de los últimos tiempos, por lo menos del hemisferio occidental. Así fue mis estimados lectores, con el mismo sigilo y la misma estrategia eficaz de las que hace alarde el gobierno de Peña cuando capturan criminales VIP, de no soltar un solo disparo, el líder del Cártel de Sinaloa le cobró al Estado Mexicano el estatus del enemigo público número uno.

El señor Loera, o más bien sus subalternos fueron tan sagaces para escarbar y construir un túnel de kilómetro y medio, desde o hacia uno de los penales de alta seguridad con los que cuenta México, sin que nadie se diera cuenta; mejor aún, y no sé si eso tenga algo que ver con los tiempos o se trate de algún mensaje compartido, pero lo cierto es que la  fuga sucede con el presidente Enrique Peña Nieto y una amplísima comitiva que lo acompaña, de gira por Francia. Sospechosismo o no, tal como ha sucedido con otros acontecimientos de relevancia en lo que va de este sexenio, en que el presidente se encuentra fuera del país cuando éstos suceden, y para no desentonar, con todos los estudiantes de todos los niveles educativos ya de vacaciones.

La fuga del famoso capo cobra enorme relevancia porque, además de ser la segunda vez que se escapa el señor Loera, es posible que se reactive la violencia en los estados del norte del país, donde el sinaloense iría por aquellos que se hayan descarrilados durante su ausencia, o para recuperar las plazas que se hayan perdido como consecuencia de su breve estancia en el penal del altiplano.

Los primos al norte del Bravo estarán muy preocupados también, sea porque incremente el deterioro de sus agencias antidrogas, ya que en los últimos años ha aumentado ostensiblemente el número de agentes que han sucumbido a los billetazos del crimen, o bien, porque el plomo inunde las calles de las ciudades fronterizas como consecuencia natural de las disputa de los territorios de trasiego de drogas con otros cárteles con alto poder de fuego. En esta interminable guerra contra el crimen, los soldados de éstos y sus protectores desde las esferas del poder, de allá o de acá, sencillamente no reconocen fronteras ni banderas.

El asunto es grave. Mientras Peña cumple con otra más de sus giras al viejo continente y gana tiempo para preparar las respuestas a la prensa que estará ansiosa de conocerlas, el desgastado secretario de gobernación y el funcionario segundo de la comisión de seguridad nacional campean el temporal en tanto regresan sus jefes, por allá del miércoles de la semana entrante. Y no es que con Peña en territorio azteca no se hubiese escapado El Chapo, o se vaya a concretar la recaptura; no, lo que debe dejar ya en claro el mandatario es ¿por qué suceden este tipo acontecimientos cuando él está ausente?.

Antes de continuar mis queridos lectores déjenme les comento que hoy domingo por la mañana preparaba mi colaboración semanal apuntando hacia el derroche de optimismo del secretario de Hacienda, que trae a todo volumen la cantaleta de la baja inflación en el primer semestre del año; claro, acompañada de una estrategia mercadológica oficialista a través de decenas de miles de espots en los que se ensalza la histórica inversión extranjera directa y la creación de 95 mil empleos de primer mundo, esto, gracias a las reformas estructurales aprobadas que ya están dando frutos ¿?.

Por supuesto que ya traía parque para poner en tela de duda la estridente campaña mediática (y adelantada por los pinos) del secretario Videgaray, porque a mí no me cuadran sus cuentas, comenzando por la alharaca de la baja inflación, que no se debe precisamente a que haya una estabilidad de precios, sino más bien obedece a la caída del poder adquisitivo de los compradores, ya sea porque no hay empleos suficientemente bien pagados por lo que la economía informal sigue creciendo y el consumo ha disminuido drásticamente en las últimas semanas, o porque el crecimiento económico continúa en caída libre, por lo que resulta obvio que el comercio y las grandes cadenas comerciales estén ofertando sus mercancías.

Pero no debe dejar de preocuparnos que nos acerquemos al punto de la deflación, la que fácilmente puede distorsionar cualquier funcionario sin escrúpulos y hacerla parecer como un logro de control inflacionario. Si no están entrando las divisas que generaba la venta de petróleo cuando se vendía al doble de lo que cuesta ahora y la producción sigue de bajada, cómo es que están compensando el desbalance comercial?, ¿de dónde están sacando lana para cumplir con lo elemental si no hay recaudación suficiente porque la actividad económica del país no crece?; ¿quién puede asegurar que se va a concretar en el corto plazo la inversión de 33 mil millones de dólares que planean los grandes consorcios mexicanos, si no es que ese dinero es lo que deben por concepto de créditos fiscales desde que Fox dejó de recaudarlos so pretexto de que se reinvertirían?.

Estos párrafos formaban parte de mi colaboración de la semana que inicia, pero que se le ocurre al señor Loera pelarse y pos ni modo que no atendiera yo el tema, y aquí estoy, dando lata como cada semana, externando mi humilde opinión de lo que sucede y acontece en esta república mexicana. El Chapo no es el primero ni el último que les pela, ya Crispín Borunda se había pelado del hospital Cima de Chihuahua, allá por el 2009.

P.D. Ojalá y no se le ocurra a El Chapo pasearse por Chihuahua capital con narcocorridos porque aquí si le va como en feria, o por lo menos lo multan.

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