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Por: Luis Villegas Montes.

Hurgando entre viejos libros, ¿podía ser de otro modo?, hallé unas cuantas fotografías que dan fe de cómo han pasado los años en mi rechoncha figura (sigo igual de cachetón). Ésas, quizá, constituyen el único -y mudo- testimonio de que, alguna vez, tuve un año de vida apenas. Adolfo dijo que estaba “simpático”. María fue lapidaria: “¡Aaayyy! ¡Te veías muy tierno!… ¿Qué te pasó?”. Recuerdo que durante años, Patty (celosa guardiana), Lola (indolente tenedora) y yo (directamente interesado), peleamos por hacernos de ellas. Entiendo el origen de la disputa pues mi dejadez y descuido proverbiales me hacen inseguro custodio; así que capturé las imágenes en mi celular y las dejé donde estaban; quién sabe cuándo y cómo vuelvan a ver la luz… si ocurre. Los dejo con las fotos y con estos otros “trozos de vida” que son las palabras en los libros; después de todo: “Dónde vivimos,/Sino en las identidades falsas/que nos atribuyen a los demás”.1

 

ü “Como dicen los escritos budistas: Algo tan pequeño como el pico de un ave está predestinado y tiene consecuencias”;2

 

ü “El romanticismo no es algo que se encuentre por ahí fuera […] Está en la mente de uno”;3

 

ü “Pero ¿será ella feliz si tiene que reprimir sus sentimientos constantemente?”;4

 

ü “Según Bertrand Russell, la pasión romántica alcanza su cima cuando los amantes luchan contra todo el mundo”;5

 

ü “No es más que un sueño,/del pasado, del presente./¿Quién consigue despertarse del sueño?/Sólo hay un ciclo interminable/de antiguas alegrías y de nuevos pesares”;6

 

ü “–Sí, todos esos altos cargos del Partido […] se convierten en multimillonarios, pero sin dejar de ser cargos del Partido–”;7

 

ü “Nos conocimos en el mar envuelto en noche:/tú tienes tu destino, y yo el mío./Recuérdalo si quieres,/pero será mejor que olvides/la luz que se produjo en el encuentro”;8

 

ü “Es imposible ofrecer un relato racional de la existencia humana”;9

 

ü “Tú y yo estamos tan locos/el uno por el otro,/como si nos envolviera el fuego del alfarero./De un trozo/De arcilla, moldea tu efigie,/ Moldea la mía. Aplástanos/ a los dos de nuevo para volvernos arcilla, mézclala/ con agua, vuelve a moldear tu efigie,/ vuelve a moldear la mía./ Así, te tendré en mi cuerpo,/ y tú me tendrás también en el tuyo”;10

 

ü “Según la obra de Denis de Rougemont, El Amor y Occidente, el amor romántico no existió hasta que lo inventaron los trovadores franceses”;11

 

ü “Wang era la mujer de otro hombre, y seguiría siéndolo. Eso lo decía todo. Había un límite que no podía franquear”;12

 

ü “¿Qué decía nuestro querido maestro Du Fu? ‘Sólo perdura lo que escribes’”;13

 

ü “El cielo o el infierno están en nuestra cabeza, no en las cosas materiales que poseemos”;14

 

ü “Es la mente la que ve y la mente la que oye”;15

 

ü “De modo que Robespierre acertó de lleno. Así son los revolucionarios: En la revolución la cagan, pero se les dan bien las mujeres”;16

 

ü “Sólo sus ojos seguían incitándole a uno a apostar por él”;17

 

ü “En esta sociedad capitalista, el conocimiento se paga o se roba. No hay más caminos”;18

 

ü “El dinero fácil suele ser negro”;19

 

ü “Es duro lo sé, pero cuando estás enamorado de alguien siempre quieres tenerlo a tu lado”;20

 

ü “No hay dicha/que se pueda dividir en tres./Para nosotros/no hay más remedio, ya ves”;21

 

ü “Me gustaría saber quién es el guapo que distingue a los corderos de los lobos”;22

 

ü “Tres necesidades acompañan al hombre hasta la tumba; mear, cagar y el deseo de venganza”;23

 

ü “Los pobres, como los gorriones, sólo tenemos dos opciones para llegar alto: O decidimos volar, o dejamos que nos pille el gato y nos suba al tejado entre sus fauces”;24

 

ü “En realidad, no es que en el mundo ocurra un asunto tras otro, ayer el pasado, hoy el presente y mañana el futuro. No, ver así las cosas es consecuencia de la simpleza de la gente. Todo acaece más bien al mismo tiempo, de modo que el futuro puede verse como pasado y viceversa, y el presente no es más que una ilusión, asunto de necios”;25

 

ü “Y le dio una clase sobre la distribución de la riqueza y cómo las leyes y religiones se encargaban de proteger los bienes y privilegios de quienes poseían más, en desmedro de los pobres, para concluir que el sistema era de una injusticia garrafal”;26

 

ü “Cómo actúa, habla, se ríe de un chiste o toma una decisión está influenciado por su experiencia”;27

 

ü “¿Qué estás dispuesto a perder?”,28 y

 

ü “En los niveles más elevados el arte y la ciencia aspiran de igual forma a la belleza. Al absoluto”.29

 

Contácteme a través de mi correo electrónico o síganme en los medios que gentilmente me publican cada semana, en mi blog: http://unareflexionpersonal.wordpress.com/ o también enFacebook (Luis Villegas Montes).

1 XIAOLONG, Qiu. El crimen del lago. 1ª. reimpresión. TusQuets. México. 2013. Pág. 32.

2 XIAOLONG, Qiu. Visado para Shanghai. 1ª. reimpresión. TusQuets. México. 2012. Pág. 202.

3 Ibídem. Pág. 297.

4 Ibídem. Pág. 298.

5 Ibídem. Pág. 321.

6 XIAOLONG, Qiu. El crimen del lago. Op. cit. Pág. 59.

7 Ibídem. Pág. 87.

8 Ibídem. Pág. 301.

9 XIAOLONG, Qiu. El caso Mao. 1ª. reimpresión. TusQuets. España. 2011. Pág. 36.

10 XIAOLONG, Qiu. Seda roja. 1ª. reimpresión. TusQuets. Argentina. 2014. Pág. 93.

11 Ibídem. Pág. 210.

12 XIAOLONG, Qiu. Muerte de una heroína roja. 1ª. reimpresión. TusQuets. México. 2012. Pág. 199.

13 Ibídem. Pág. 214.

14 Ibídem. Pág. 257.

15 MÁRKARIS, Petros. Noticias de la noche. 1ª. reimpresión. TusQuets. Argentina. 2013. Pág. 24.

16 Ibídem. Pág. 106.

17 Ibídem. Pág. 192.

18 Ibídem. Pág. 195.

19 Idem.

20 Ibídem. Pág. 201.

21 MÁRKARIS, Petros. Defensa cerrada. 1ª. reimpresión. TusQuets. Argentina. 2014. Pág. 69.

22 Ibídem. Pág. 192.

23 Ibídem. Pág. 195.

24 Ibídem. Pág. 247.

25 RAMÍREZ, Sergio. Sara. Alfaguara. México. 2015. Pág. 139.

26 ALLENDE, Isabel. El juego de Ripper. Vintage español. EUA. 2014. Pág. 160.

27 DAZIERI, Sandrone. No está solo. 2ª. edición. Alfaguara. España. 2015. Pág. 129.

28 Ibídem. Pág. 271.

29 Ibídem. Pág. 535.

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