Es necesario disminuir la cantidad de regidores en el Estado, pasar de 725 posiciones a 508, porque sí hay un reclamo estatal tanto en los resultados que deberían dar, pero además porque estamos ante una seria sobrerrepresentación, cuando existen municipios con mayor población con mayor densidad en nuestro Estado.
Vivimos ya una democracia pluripartidista, todos los partidos tienen posibilidad de alcanzar posiciones, cuando históricamente fue un conflicto interno de esos institutos siquiera completar las planillas para los procesos electorales.
Ahora resultan atractivas económicamente hablando, pero los resultados son más bien magros; lugares como Tijuana, con un millón de habitantes incluso un poco más que todo el estado de zacatecas, tienen apenas 15 regidores.
De acuerdo a la Ley Orgánica del Municipio en Zacatecas con poblaciones mayores a cincuenta mil habitantes pueden ser doce de mayoría y se asignan aún ocho más de representación.
Sobrerrepresentación aún incluso donde el número de habitantes es inferior, el de regidores también es amplio, pero alcanza, aún, representación proporcional.
Mucha representación, pocos resultados, gasto elevado para las administraciones municipales que hoy particularmente pasan un omento difícil frente al pago de obligaciones de cuotas patronales al IMSS.
Los partidos usan esas posiciones para poner a sus allegados al beneficio económico que representa al mismo tiempo que un órgano colegiado tome decisiones presupuestales al amparo de la autonomía municipal.
Es necesario dar pasos a una auténtica democracia, apenas empezamos a gatear, dejemos atrás a los partidos políticos y sus amigos o familiares en posiciones de representación municipal, vamos el bien común de la población, población que reclama servicios, mientras los cuerpos edilicios se incrementan dietas que en ocasiones representan gastos de hasta 16 millones de pesos anuales, como en Guadalupe.
O de 14 millones en Zacatecas o de diez millones en Fresnillo, sólo con los datos conocidos, mientras la población pide mejoras, los partidos se empeñan en que sean allegados suyos los que estén cerca de esa posición, pero con poca atención.
O disparidades de incrementos de hasta 42 por ciento y a la base trabajadora apenas cinco por ciento, como sucedió en Tepetongo.
Todos conocemos bastantes historias al respecto, pero no basta conocerlas sino estamos dispuestos a seguir
Todos los partidos, todos, deben dejar de pensar en minucias y atender lo realmente importante: Al pueblo de Zacatecas.
Por eso me pronuncio por disminución de regidores, hasta en 30 por ciento en el Estado de zacatecas, como un primer paso a una visión nueva de hacer las cosas porque hoy, reitero, son 725 ciudadanos los que ostentan el cargo de regidores, poco es lo que se llega a saber de su desempeño.
A nivel electoral los partidos políticos tienen posibilidad de triunfo eso ha implicado hasta reyertas internas por alcanzar una posición electoral “hasta de regidor” porque el puesto, como otros, se ha vuelto jugoso, una oportunidad pero con poca respuesta a la ciudadanía.
No hay condiciones ya en el Estado para tener más gastos en dietas y salarios elevados, algunos por encima del promedio local, la disminución en 30 por ciento del total de las actuales posiciones permitirá aprovechar mejor los recursos a los municipios, maltratados de por sí por la regla de asignación presupuestal.
Actualmente se permite la representación de fuerzas político – partidistas no de ciudadanos a los que hay que llevar a puestos de elección popular más allá de colores y alcanzar una nueva forma de hacer las cosas.
La propuesta de reducir en 217 regidores para el siguiente proceso electoral no sólo es acertada, sino pertinente, para pasar de 725 a 508 regidores y tener menor gasto, mayor beneficio a la población
Se podrá además encontrar a los mejores ciudadanos para la contienda en un esquema de candidaturas independientes de partidos
Esta es una posición en que la creemos y tenemos confianza desde Acción Nacional, repito, de dar los primeros pasos a esa tierra desconocida de democracia, rendición de cuentas, pero sobre todo, de auténtico resultados para los ciudadanos.