Por: Manuel Narváez Narváez

Email: mnarvaez2008@hotmail.com

Twitter: @manuenarvaez65

Tras varios meses de difusión abusiva en salas de cine y en espectaculares, el Instituto Nacional Electoral (INE) por fin se atrevió a ordenar frenar la propaganda del PVEM.

Como parte de esa maldita costumbre de la partidocracia mexicana de violar las leyes electorales, buscando siempre un recoveco legal para burlarla, los juniors del Verde ya demostraron que son alumnos aventajados y están a la par de sus maestros del PRI, PAN y PRD en eso de encontrarle la tangente al mazacote  electorero.

El INE, árbitro vendido a los intereses de esa partidocracia, cuya conformación obedece a la representación de los partidos políticos en el congreso federal, apenas se dio cuenta de la “sobreexposición” (ese fue el argumento para ordenar detener la abusiva difusión) de la propaganda electoral del PVEM en salas de cine y a través de pendones y espectaculares en prácticamente todas las plazas del país.

La estrategia de los juniors del Verde Ecologista se basa en sacarle la vuelta a la debilidad de la legislación electoral, que entre otras cosas, adolece de criterios laxos y tiempos interminables para tomar decisiones expeditas, y de mecanismos de defensas otorgados a los partidos políticos que no hacen otra cosa si no dilatar las resoluciones del INE. Por eso los del Verde, en esta ocasión, porque en otras son los priistas, los panistas o los perredistas; que ya se saben el caminito de la ruta de escape, ni se inmutan de la “sanción”, pues ya alcanzaron el objetivo que se trazaron.

Pero la “sanción” al PVEM es solo un distractor, porque el verdadero fondo de la abusiva difusión de sus “logros” no estriba en la sobreexposición de las iniciativas legislativas aprobadas, si no en las iniciativas mismas y la aprobación de éstas.

Lo explico: en los spots difundidos en las salas de cine y el contenido de los miles de pendones y espectaculares distribuidos en todo el territorio nacional, principalmente en los estados aledaños el estado de Chiapas donde gobiernan, el PVEM destaca la aprobación de la cadena perpetua a secuestradores y la eliminación del uso de animales en circos. Dichas propuestas no fueron exclusivas de los juniors ecologistas, porque con mayor antelación ya habían sido presentadas por diputados de otras fracciones parlamentarias e incorporadas en las plataformas legislativas desde el 2006.

Lo extraño del asunto es que con tan solo una decena  y media de diputados federales y menos de media docena de senadores, los Verdes consigan la aprobación de apenas dos iniciativas, que si bien son muy populares y se venden bien entre el electorado, representan un ínfima parte de trabajo legislativo para los catorce años que tienen de presencia en el congreso federal, en contraste con las exitosas carreras parlamentarias plurinominales de apenas diez individuos que se rotan en la cámara de diputados, en el senado de la república y en la Asamblea legislativa del D.F.

Paréntesis. El roster de juniors protagonistas de los “logros” ecologistas lo conforman: Emilio González Martínez (el dueño del partido), Arturo Escobar y Vega, Pablo Escudero Morales, Francisco Abundis, Diego Cobo Terrazas, Bernardo de la Garza, Manuel Velasco (gobernador de Chiapas). Jorge Legorreta Ordoñez, Verónica Velasco y María Ávila. Entre estos individuos se han repartido 30 diputaciones locales, federales, senadurías, presidencia de partido, representaciones ante el INE, cargos públicos en el gobierno de la república y el gobierno de Chiapas, que les han representado ingresos personales por más de 500 millones de pesos en conjunto, sin considerar tráfico de influencias.

Esta fina estrategia del PVEM lleva como fin posicionarse como un partido emergente ante la caída libre en la que se encuentran las tres primeras fuerzas electorales de México (PRI, PAN y PRD), por eso los Verdes han encontrado cobijo y eco de esa estrategia en el Partido Revolucionario Institucional, al que les entregan sus votos a ciegas en el congreso federal.

La estrategia les ha funcionado ya que los Verdes han incrementado la intención del voto, al igual que Morena, a costa de los rojos, azules y amarillos. Es obvio que el PRI recuperaría los espacios perdidos vía PVEM.

La estrategia “ecologista”, además de buscar ser vía alterna en los comicios para la renovación de la cámara de diputados en junio de este año que recién inicia, también pretende avanzar considerablemente en los estados de Tabasco y Veracruz, donde han desplegado otra abusiva campaña de difusión electoral, pero a diferencia de la nacional, ésta la han tropicalizado con la explotación de la imagen del “similar” peñista, es decir, del Verde gobernador Manuel Velasco que sueña con ser el sucesor del presidente en el 2018.

Siguiendo los pasos del precandidato y candidato Peña para la grande, Manuel Velasco vende la imagen de joven, guapito y enamorado de una estrella del canal de las estrellas (Anahí). Al igual que Peña cuando era gobernador de Edomex, Velasco ha tapizado, literal, todos los postes de la CFE, de Telmex y acaparado por lo menos un 40% de los espectaculares disponibles en los municipios colindantes a la frontera chiapaneca, con imágenes de él en todas las poses posibles que favorecen su persona, es decir, abrazando niños, ancianos, cruzando puentes, carreteras, con deportistas, etc.; vaya, la expresión máxima de la demagogia en gráficas.

Debo decir que la estrategia electoral le está dando frutos al  Verde, violando la ley, sí, porque el INE lo permite y porque los otros partidos políticos no tienen cara para reclamar; sin embargo, esto no quiere decir que sea bueno para los mexicanos ni para el país, por el contario, acentúa la impunidad con la que conducen los políticos y acrecenta el riesgo de que la banalidad y un puñado de juniors inescrúpulosos obtengan más poder.

P.D. La cadena perpetua no existe como tal en el código penal federal, además, la violadísima constitución elimina la posibilidad de aplicar penas corporales desproporcionadas. El hecho de que se impongan penas de 70 años a secuestradores y se acumulen otras, no quiere decir que sean vitalicias, aunque lo parezca; en todo caso, Chihuahua fue el primer estado en aplicar la figura de la pena vitalicia antes de la reforma al código penal federal, y un servidor, en lo particular la impulsé como propuesta de campaña en el 2009, no tan solo a secuestradores, sino también a violadores asesinos y criminales de cuello blanco y corbata.