Por Omar Lara
Si eres mexicano apréndete este nombre completo, también aprende que nació el 27 de septiembre de 1783 en Valladolid (Morelia, Mich), en el seno de una familia acomodada, estudio en el Seminario de San Pedro, era un hombre de campo, legendario jinete apodado el Dragón de Hierro ya que decían que era el más grande jinete de la nueva España.
A los 16 años ingresó al recién creado Ejercito Novo-Hispano, Iturbide rechazaba tajantemente que los grados más altos dentro de dicha institución estuvieran reservados excusivamtne para los españoles peninsulares, se casó en 1805 con Ana María Huarte.
En 1807 conoció a Ignacio Allende y Aldama, ¿sabes que Iturbide y Miguel Hidalgo eran primos?, lo invitaron muchas veces a participar en la rebelión de independencia, pero a Iturbide no le gustaba el caos, odio, muerte y destrucción que provocaba el movimiento del Cura Hidalgo.
Con el tiempo, Agustín de Iturbide demostró sus grandes cualidades como estratega y comandante militar, pues no sólo combatió con éxito a los insurgentes, sino que capturó a varios de sus líderes, entre los que destacan Albino Licéaga y al propio Ignacio López Rayón, quien sucediera a Miguel Hidalgo como uno de los principales comandantes del movimiento revolucionario.
Fue así como Iturbide continuó ascendiendo y fue nombrado Comandante General de Guanajuato.
Los datos históricos de que hablemos son pocos para describir en real importancia de Iturbide, en febrero de 1821 Iturbide mediante el Plan de Iguala convence a Vicente Guerrero de luchar juntos y formar el ejército Trigarante con el cual consumarían la independencia de la Corona Española.
Así pues, el 24 de febrero de 1821, Iturbide y Guerrero presentaron juntos el Plan de Iguala basado en los siguientes puntos: la independencia de México, la unión e igualdad de derechos entre españoles y los novohispanos y la supremacía de la Iglesia Católica.
El 27 de septiembre de 1821 el verdadero libertador de nuestro país entro triunfalmente a la ciudad de México al frente del Ejercito Trigarante, prácticamente sin derramar sangre, en un abrir y cerrar de ojos Agustín de Iturbide puso fin a la dominación española de casi 3 siglos.
Pocos héroes en nuestra historia han hecho tanto por México y paradójicamente, pocos como él, han sido tan ingratamente reconocidos por su legado.
Lamentablement, desde los gobiernos liberales del siglo XIX, pasando por el falso nacionalismo oficial instaurado por el PRI a lo largo del siglo XX, la figura de Iturbide ha sido vejada y menospreciada bajo una pesada losa de mentiras, indiferencia e ignorancia.
Iturbide no es el consumador, sino su hacedor, su único, verdadero autor. A Iturbide le debemos la independencia, la libertad, el nombre de nuestra patria, su bandera (Catón).