Marco Antonio Flores Zavala
El gobierno de la República declaró el año 2024, el de “Felipe Carrillo Puerto”. El hecho es un reconocimiento al líder socialista asesinado en enero de 1924.
En esta colaboración van algunos datos provenientes de la región que habitamos y del dirigente yucateco.
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Este año es el del primer centenario del homicidio perpetrado por los rivales del entonces gobernador socialista Felipe Carrillo Puerto, los asesinos se ampararon en la revuelta delahuertista –opuesta a la dupla Obregón-Calles, con este dúo sí tenía vínculos el yucateco, quien también estableció nexos con el líder soviético Lenin–.
Para no errar y situar las trayectorias de Felipe Carrillo Puerto (Motul, 1874 – Mérida, 1924) van dos sugerencias: Francisco José Paoli Bolio y Enrique Montalvo, El socialismo olvidado de Yucatán: elementos para una reinterpretación de la Revolución mexicana (1980). Francisco José Paoli Bolio et al., La Revolución en Yucatán. Nuevos ensayos (2012).
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El yucateco casi no es desconocido, en diferentes regiones del país hay comunidades que tienen su nombre. En cada ciudad grande hay una colonia o una calle en zona populosa con su rúa Felipe Carrillo Puerto o simplemente Carrillo Puerto. Las designaciones han sido impuestas en diferentes etapas de reivindicación política y atención social, más desde la década de 1970. También hay instituciones educativas, de diferente grado, con el nombre.
Referencias de lo común
El nombre Carrillo Puerto me es común porque la escuela primaria donde estudié estaba entre la Carrillo Puerto y la Enrique Estrada. La primera era una entrada a la populosa Colonia Esparza -iniciaba en la calle Lázaro Cárdenas- y la otra era el viejo camino a Valparaíso. Estas referencias son de la mítica Fresnillo.
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Otra forma de hacer común al yucateco fue con la película Peregrina, la historia de Felipe Carrillo Puerto y Alma Reed (México, 1974, Dir. Mario Hernández). La historia se centra en el romance del gobernador y la periodista estadunidense; “a la par del romance se retrata la última etapa del gobierno post revolucionario (1922 -1924) en Yucatán, el cual liberó a los mayas de la explotación, dándoles derechos sociales, tierras y educación, hasta que el proyecto se viera truncado sangrientamente por la rebelión delahuertista (palabras del promo cinematográfico)”.
La obra fue protagonizada por Antonio Aguilar y la Sasha Montenegro; obvio, también estuvo doña Flor Silvestre. Sólo para puntualizar, imagine a Aguilar con su tono zacatecano-yucateco declamando socialismo echeverrista.
Felipe, próximo a López Velarde
En 1920 Felipe Carrillo Puerto y su hermano Benjamín fueron elegidos como diputados por Yucatán en la Cámara federal. Iban por el Partido Socialista del Sureste. Felipe intervino decenas de veces, siempre habló con palabras claves que lo convirtieron en foco de atención: honrar, representar, socialismo, pueblo. Quien era como él fue el potosino Antonio Soto y Gama. Algunos como ellos, sin llegar a socialismo y pueblo, fueron el zacatecano Jesús B. González y el jalisciense Pedro de Alba.
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Precisamente, González fue quien orquestó el reconocimiento a Ramón López Velarde en la Cámara de Diputados, luego de la muerte del jerezano. El primero que firmó la iniciativa de homenaje luctuoso fue el yucateco Felipe Carrillo Puerto.
Sí, el socialista votó porque el jerezano tuviera su primera consagración. ¿Lo leyó? ¿Se conocieron? Hay hartas posibilidades del sí; todos los conocidos de tratos políticos coinciden con uno y otro.
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Cuando Felipe se fue de candidato a gobernador de Yucatán (agosto 1922-diciembre 1923), llegó su suplente a la Cámara: el licenciado Gustavo Arce Correa (Tizimín, 1880 – Cd. Mx, 1966). Éste hizo su propio rol y se enganchó en las redes nacionales y trabó vínculos con los diputados de Zacatecas. Años después, una hija de Gustavo, Amira, contrajo matrimonio con José Antonio Enciso Álvarez Valenzuela -hijo del juez de Distrito porfiriato en Zacatecas y exgobernador interino del estado, don Adolfo Enciso Álvarez-. Por cierto, cuando el abogado Enciso Álvarez fungió como juez en Jerez (1891), vivió en la casa donde nació Ramón López Velarde.
Imagen:
Portada del libro “Suku’un Felipe. Felipe Carrillo Puerto y la revolución maya de Yucatán” de Armando Bartra