La calle de El Olvido hace honor a su nombre, gracias a Roberto Luévano, presidente municipal de Guadalupe, que la olvidó A LO GRANDE.
Hoyos, Fugas, Tubos rotos, tapados improvisadamente (por los vecinos), para que no se salgan los buenos espíritus, tubos de agua taponeados doblándolos para que no se fugue el agua