Las ambigüedades de MORENA y el presidente electo en torno a temas torales están generando desconfianza en los mercados financieros y entre la población.
Sobre la consulta del NAICM simplemente exhibieron la pobreza para encarar con profesionalismo y legalidad la viabilidad de una obra hartamente cuestionada. Pudieron haberse ahorrado el ridículo y descartarla con la autoridad que dan 30 millones de votos.
En cuanto al recule para frenar los gasolinazos, simplemente confirmaron su adn político. Fue una estrategia electorera, como las que acostumbran el PRI y el PAN.
Con relación a la despenalización del uso lúdico de la mariguana, la senadora y futura secretaria de gobernación, Olga Sánchez Cordero, con el aplomo que debe caracterizar siempre a un funcionario, soltó a bocajarro: No patearemos el bote con foros para posponer legalización de mariguana.
Peeeero, en lo concerniente a la construcción del Tren Maya y refinerías harán otras consultas. Carajo, como si no hubiese sido suficiente la quemadota con la consulta del aeropuerto. Aquí sí van a patear el bote de nuevo; entonces para que diantres presumen la histórica votación si no la usan sabiamente.
Si van a activar las consultas y el refrendo, excelente, porque como herramienta de la sociedad para expresar su apoyo o rechazo a asuntos que inciden directamente en su pensamiento, y para deshacerse de gobernantes ineptos e incapaces, bienvenidas. Sin embargo, lo que debe someterse a consulta es la legalización de la marihuana y el aborto deliberado.
En el mismo contexto, la última metida de pata y que me parece retrata de cuerpo entero lo que será el gobierno de López Obrador, tiene que ver con la presentación de la iniciativa para eliminar algunas comisiones bancarias; el aparente debate interno y el espaldarazo de última hora a la propuesta.
El jueves 8 de noviembre, la senadora juarense por MORENA, Bertha Caraveo, a nombre del coordinador de su bancada, Ricardo Monreal, presentó ante el pleno de la cámara alta una iniciativa que pretende eliminar algunas comisiones que cobran los bancos a los usuarios.
Ta´madre, expresión tabasqueña para rechazar o repudiar algo. En cuestión de horas la Bolsa Mexicana de Valores se desplomó poco más del 5%; los dueños del capital golondrino y doctores de la especulación hicieron sentir su peso.
De botepronto, Mario Delgado, coordinador de la bancada morenista en San Lázaro, se desmarcó de la iniciativa. Por su lado, la dirigente nacional de ese partido, Yeidkol Polevnsky, declaró: “No es una propuesta del partido, nos quedamos muy sorprendidos, molestos también, porque los grupos parlamentarios son, de acuerdo a la ley, brazos legislativos de los partidos y ellos nunca lo consultaron”.
Por su parte, el machuchón, Andrés Manuel, durante una entrevista el viernes, dejó en claro que en los próximos tres años la política macroeconómica no va a sufrir variaciones y que la eliminación de comisiones bancarias no era su prioridad. Dicha declaración devolvió el color a los patrones del capital grande y la BMV regresó a la comodidad.
Este domingo 11, la bancada de MORENA en el senado respaldó la iniciativa, y argumentó: “Esta iniciativa es una gran oportunidad para lograr menores costos a los usuarios de la banca, sin que las instituciones financieras entren en riesgo, proponiendo que se revise el cobro de comisiones e incluso, de ser el caso, se eliminen aquellas que sean excesivas, posicionando a México en las mismas condiciones en que actúan las instituciones financieras en el resto del mundo”.
Este nuevo episodio de contradicciones me dice lo siguiente. Que no existe una idea clara de gobierno para los próximos seis años. Que el plan nacional de desarrollo va a ser muy distinto de las promesas de campaña de AMLO y que no hay garantía de que vayan a usar objetiva y responsablemente las figuras de la consulta y el referéndum.
El reculazo y desamparo a priori de la iniciativa de eliminar comisiones bancarias proyecta un perfil neoliberal y no progresista del todavía presidente electo. Porque a sabiendas del trato desproporcionado y diferenciado que los bancos aplican en México, así como la manipulación de los indicadores macroeconómicos, López Obrador prefirió ceder a esos chantajes en vez de encararlos con hidalguía y patriotismo.
Los banqueros, las aseguradoras, las calificadoras, las refresqueras y todos aquellos consorcios supranacionales siempre salen con el mismo petate del muerto. Que si el gobierno toma medidas para defender los intereses de los ciudadanos, se perderán empleos o cargarán el costo de las medidas a los consumidores, cuentahabientes y usuarios de esos servicios y productos.
Tan solo BBVA Bancomer ha despedido a más de 10 mil empleados en México desde que opera como tal. Hace tres años dio una remozada a las sucursales, que en todo caso aumenta el valor de sus activos, porque la mejora del recurso humano va contra su política de prescindir de ellos. El despido masivo solo ha ralentizado las operaciones y encarecido los servicios. Y todo el sistema bancario está en las mismas.
Ante este panorama, sinceramente, la actitud del de Macuspana me parece dócil, sumisa y hasta miedosa frente a las burdas y prefabricadas amenazas del gran capital. Esto comienza a ser muy inquietante y es posible que la cuarta transformación termine en una intentona de quinta.
P.D. El gobernador Javier Corral explota como Trump cada vez que la prensa libre lo cuestiona por el terrible deterioro de las fianzas públicas del estado, los elevados índices de inseguridad y la selectividad en la procuración de justicia. Muy mal mensaje para la libertad de expresión y expone al escarnio público a quienes ejercen el periodismo y el análisis. Urge un pronunciamiento de organismos internacionales relacionados con la materia para contener el asedio del mandatario.