NTC= no te compliques. Colaboración de Mario Luis Molina

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“Atiéndeme, quiero decirte algo,
Que quizá no esperes, doloroso tal vez.
Escúchame, que aunque me duela el alma
Yo necesito hablarte y así lo haré”:

Pedro Junco Jr.

Ante la casi apocalíptica  manera de escribir tanto en las redes sociales, como en los mensajes de texto vía celular o en el correo electrónico, no queda mas remedio que preguntarnos ¿si es hecho a propósito o realmente las deficiencias son tan grandes? en que momento el comunicarnos dejo de importarnos  para escribir rápido y como sea. Ya no hablemos de la puntuación solo de la conformación de palabras y oraciones, faltas mas persistentes que el propio corrector ortográfico integrado en el computador, el mensaje cifrado logra llegar a su destino, no es lamentable pues como escriben si no que además lo  entienden. Una mezcla de números y letras, mal acentuados, abreviaturas arbitrarias la mayor anarquía ortográfica, nunca antes vista.

Si todo quedara en eso estaría bien, pero pongámoslo de manera alarmista, recordemos o lean 1984 de Geroge Orwell, supongo que muchos de los involucrados en esta aventura tecnológica llamadas redes sociales, en su vida han tomado ese libro o cualquier otro siquiera para usarlos como abanico. Resulta pues que en el imaginario 1984 de esa sociedad orwelliana  existen tres ministerios: El Ministerio del Amor (en neolengua Minimor) se ocupa de administrar los castigos y la tortura.

El Ministerio de la Paz (Minipax) se encarga de asuntos relacionados con la guerra y se esfuerza para lograr que la contienda sea permanente. Si hay guerra con otros países, el país está en paz consigo mismo. (Hay menos revueltas sociales cuando el odio y el miedo se pueden enfocar hacia fuera, como señala la psicología social).

El Ministerio de la Abundancia (Minindancia) encargado de los asuntos relacionados con la economía y de conseguir que la gente viva siempre al borde de la subsistencia mediante un duro racionamiento.

El Ministerio de la Verdad (Miniver) se dedica a manipular o destruir los documentos históricos de todo tipo (incluyendo fotografías, libros y periódicos), para conseguir que las evidencias del pasado coincidan con la versión oficial de la historia, mantenida por el Estado.  Todos estos ministerios apuntalados  por la policía del pensamiento y la neolengua. La que tiene entre muchos otros objetivos el de disminuir las palabras, amalgamarlas para con ello hacer que el conocimiento y la razón sean mínimos, su principio es todo lo que no esta escrito no puede ser pensado. Por eso los nombres de los ministerios, por eso es tan preocupante que una K signifique que o como.

Si lo escribes bien puede ser procesado y analizado bien, si lo escribes mal terminara por no existir y la ignorancia nos habrá consumido, seremos victimas del gran hermano, poco será lo que podamos hacer si no reorientamos esta conducta, parece pues la maldición del destino ser proles para ser libres, los «proles», trabajadores que constituyen la inmensa mayoría de la población, mantenidos en la pobreza pero entretenidos de diversas formas por el Partido para preservarlos contentos con su situación, prácticamente sólo saben obedecer órdenes y sus mentes aceptan sin queja cualquier mandato aunque vaya en contra de sus mismos intereses; se les concede los mismos derechos que los animales y de hecho, la Policía del pensamiento apenas los vigila: «a los proles se les permite la libertad intelectual porque no tienen intelecto alguno».

Por eso asusta oír o leer a nuestros legisladores, por como leen y escriben parecen proles vigilados de manera permanente  por el gran ojo del gran hermano, por cierto no crean que el gran hermano es en referencia a ese nefasto experimento televisivo, hombre que hace falta leer mas, los orígenes del termino ahí están en la misma novela  de 1984.

No asusta el individualismo al escribir, lo que asusta es que de tantas ganas de ser diferentes la fuente ovejuna termina por ser igual y escribir igual, pensar igual o mejor dicho dejar de pensar igual.

Bueno antes que nada una  a favor de todos los que escriben de esa manera apocalíptica decía Octavio Paz; “No es poeta aquel que no ha sentido la necesidad de destruir un idioma”

Para dudas y comentarios a polimentarios890@hotmail.com o polimentarios@yahoo.com

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