A lo largo de los doscientos años de historia los mexicanos hemos aprendido que la democracia no es el sistema perfecto para acceder al poder, sin embargo es el mejor sistema para obtenerlo, después de la monarquía la transición a la democracia ha tenido un alto costo, como es, en tiempo, luchas externas e internas lo que se tradujo en un principio sangre derramada en guerras con países extranjeros y las beligerancias internas como fue desde primero que sistema de Gobierno Adoptaríamos, la Reforma con Juárez, la Revolución Mexicana y la Cristiada, movimientos ideológicos entre liberales y conservadores, ahora llamados derecha e izquierda, que resulto en la tercera vía; que sin embargo sentaron las bases para conformar la Gran Nación Mexicana, que con sus dificultades en los últimos años ha logrado transitar en paz, cuando menos en los cambios de Gobierno en todos sus niveles, es decir, con Instituciones Electorales y un Sistema de Partidos Políticos que permiten acceder al Gobierno, con elecciones cada vez más transparentes y que incluso han permitido la alternancia, y que si bien no todo ésta dicho en esta materia, queda precisamente a los estudiosos del derecho, juristas, investigadores politólogos, sociólogos, perfeccionar las legislaciones e instrumentos electorales.
El General Porfirio Díaz, en 1871 lanza el Plan de la Noria, para impedir que Juárez, se reeligiera por tercera ocasión en la Presidencia de la República, para su fortuna e incluso del propio Benito Juárez, este ultimo murió en Junio de 1872 de angina de pecho, sin embargo en 1876, el propio Díaz lanza el Plan de Tuxtepec, levantándose en armas contra la reelección del Presidente Lerdo, teniendo como bandera la no reelección, llega al Poder tras su triunfo convirtiéndose en Presidente Provisional, en 1880 es sucedido por Manuel González, regresando al Poder en 1884 y hasta 1911, conocida como la era Porfiriato.
“Una vez culminada la guerra de intervención francesa, Juárez, que se había amparado en el artículo 128 de la Constitución de 1857 para permanecer indefinidamente en el poder;[] convocó a elecciones presidenciales, que se efectuaron el domingo 25 de agosto de 1867. Los resultados finales fueron:
- Benito Juárez: 2.344 votos
- Porfirio Díaz: 785 votos.
Por lo tanto, el Congreso, a través del presidente de dicho órgano, Manuel Romero Rubio, declaró a Benito Juárez como ganador de las elecciones presidenciales y mandatario constitucional para el período comprendido entre el 1 de diciembre de 1867 y el 30 de noviembre de 1871. El bando oficial fue publicado en las calles de la Ciudad de México, el 23 de septiembre.
Porfirio Díaz decidió presentarse a las elecciones presidenciales de 1871. Para esta elección, Juárez fue postulado por tercera ocasión, las anteriores fueron en 1861 y 1867. Había además un nuevo candidato, el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Sebastián Lerdo de Tejada. Las elecciones se llevaron a cabo el 27 de agosto de ese año. Los resultados finales fueron revelados al país el 7 de octubre y fueron los siguientes:
- Benito Juárez: 5.837 votos
- Porfirio Díaz: 3.555 votos
- Sebastián Lerdo de Tejada: 2.874 votos
Díaz y Lerdo no quedaron conformes con el resultado dado a conocer por el Congreso, e iniciaron una serie de impugnaciones a la elección. Lerdo decidió retirarse de los juicios electorales y volvió a su puesto de presidente en la Suprema Corte de Justicia. Díaz, sin embargo, comenzó a ganar adeptos en el sur del país, entre los hacendados de Oaxaca y los militares de ese estado, donde Felipe Díaz era gobernador. El 8 de noviembre lanzó el Plan de la Noria, llamando a todos los militares del país a luchar contra Juárez. De esta manera dio inicio la Revolución de La Noria”.
La clase media mexicana en la época del Porfiriato estaba integrada, en su mayoría, por dos grupos principales. La primera división era de empleados, maestros, burócratas y demás trabajadores del gobierno, cuyos miembros se incrementaron debido al crecimiento de las prestaciones públicas de servicios y del aparato gubernamental. El segundo grupo era de industriales, comerciantes y hacendados, que se habían hecho de las tierras otorgadas por el gobierno. Sus ingresos eran superiores a los de los burócratas y empleados públicos debido a que los empresarios combinaban las actividades económicas primarias agricultura y ganadería, tuvieron un papel importante en la revolución política. Muchos de ellos, principalmente los de la primera sociedad, tuvieron acceso a la educación en otros países, lo que les permitió desarrollar un fuerte sentido de nacionalismo contrario a la política gubernamental de ensalzar otras culturas extranjeras. Además, los burgueses sentaron las bases ideológicas que más tarde darían forma a la luchas social de la revolución.
El otro grupo de la clase media, terratenientes y hacendados, sin tener la misma ideología radical que los profesionistas, también se opuso al porfirismo, especialmente contra los privilegios de los que gozaban los empresarios extranjeros. Su principal blanco de ataque fueron «Los Científicos», el grupo político más cercano a Díaz y a quienes los liberales acusaban de convertir al país en una oligarquía financiera para mantener sus intereses políticos y económicos. La inconformidad de este grupo fue un factor crucial en el estallido de la revolución política de 1910. Los campesinos fueron inspirados por las ideas liberales, y junto a los obreros, protestaron por el despojo de tierras agrícolas y la baja de salarios, y comenzaron a organizarse en grupos para defender sus intereses. El diputado constitucional del siglo XIX, Ponciano Arriaga y los hermanos Flores Magon quienes estaba influidos por ideas Europeas y de Estados Unidos de América, pronto se convirtieron en los principales rivales políticos del Gobierno de Díaz, debido a su apoyo a partidos de oposición, entrando en contacto con Madero los unía su propósito antireelecionista, Francisco I. Madero llega al poder; y después como sabemos siguió la decena trágica donde el usurpador Huerta llega al poder con el asesinato del Presidente Madero, del Vicepresidente Pino Suarez y el hermano del primero, lo que provoca nuevamente el levantamiento armado por el Norte Villa, en el Sur Zapata y Carranza con su Plan de Guadalupe, hasta llegar a la Convención de Aguascalientes, donde se acuerda el termino de la lucha armda sentando las bases para la nueva Constitución que fue promulgada el 5 de Febrero de 1917, sin embargo siguió el derramamiento de sangre al eliminar a los caudillos de la Revolución y otros Generales fue hasta la reelección de obregón y que éste fuera asesinado es que llega a la Presidencia el General Calles y desde el Poder en 1939 funda el Partido Nacional Revolucionario para desde el poder conservar el poder y acabar con la muerte de los de los Jefes Revolucionarios y el derramamiento de sangre dando importancia a las Instituciones, convocando a alecciones triunfando el partido en el poder y su Candidato Pascual Ortiz Rubio contra el opositor José Vasconcelos, empezando así una larga dictadura por parte de un partido hegemónico por 70 años; hasta llegar la transición del poder cuando el Partido Acción Nacional en el año 2000 y seguido por el actual régimen; motivando las siete reformas en la materia electoral, originadas por movimientos sociales, toda vez que el grupo en el poder debía controlar las formas de elección y todo lo que ello implica, es decir las elecciones se dirigían desde el Poder Ejecutivo y su Partido en el Gobierno.
La reforma de 1977 impulsada por Jesús Reyes Heroles tenía como esencia que las minorías tuvieran representación política y abrir las puertas a otras formas de pensar y concebir los asuntos de la nación; con la elección proporcional, registro “condicionado” de partidos y su participación en elecciones estatales y municipales fueron elementos iniciales para el desarrollo democrático. En este tiempo los Colegios Electorales (Diputados y Senadores) eran los encargados de realizar los cómputos y si se llegara a presentar alguna controversia era resuelta por la Suprema Corte de Justicia de la Nación mediante el Recurso de Reclamación.
En 1986 se instauró una instancia jurisdiccional en materia electoral, el Tribunal de Contencioso Electoral (TRICOEL) que resolvía sobre actos de la autoridad administrativa encargada de llevar a cabo las elecciones, sin embargo los Colegios Electorales seguían teniendo en sus manos la calificación final de las elecciones. La autoridad encargada de realizar las elecciones era la Comisión Federal Electoral integrada en su mayoría por representantes del Partido en el Poder (PRI) lo que ponía en considerable desventaja a las demás fuerzas políticas. Esta Comisión fue la que organizó la elección de 1988 y a la que se le imputa el fraude electoral, circunstancia que motivó una reforma constitucional que estableciera reglas equitativas en las contiendas electorales.
Así en 1990 se funda el Instituto Federal Electoral (IFE) como un órgano autónomo constitucional (aunque seguía dependiendo del Poder Ejecutivo) integrado por el Secretario de Gobernación, el Poder Legislativo, los Partidos Políticos y ciudadanos, con atribuciones que establecían reglas un poco más claras y precisas, como por ejemplo reglas para integrar el Padrón Electoral, o bien, el financiamiento a los Partidos Políticos, sin embargo estas reglas se modificaron (1993, 1996…..) con el objeto de ampliar las atribuciones del Instituto dar a los procesos electorales certeza, imparcialidad, equidad, objetividad, legalidad, en materia de fiscalización a los Partidos Políticos hubo un gran avance, entre otros. Asimismo en 1990 se crea el Tribunal Federal Electoral con una sala central y 4 salas regionales en principio, con intervención aún de los Colegios Electorales que seguían realizando los cómputos; en 1993 el TRIFE se constituye ya como un órgano con carácter jurisdiccional que califica la elección de diputados y senadores sustentada en bases jurídicas y no políticas como se venía haciendo en los Colegios Electorales.
Estas reformas si bien constituyeron un gran avance en materia electoral, no fueron suficientes ante los nuevos escenarios que se presentaban en la vida política de México, así que fue necesaria una reforma de emergencia que garantizara procesos electorales transparentes y confiables que coadyuvaran a la estabilidad del país, en 1994 se modifica la integración del IFE con la representación unipersonal de los Partidos, con derecho únicamente a voz y no a voto; se integra además con seis consejeros ciudadanos, sigue presidiendo el Consejo, el Secretario de Gobernación y se mantienen los cuatro consejeros del Poder Legislativo con derecho a voz y voto; la ciudadanización del Consejo General del IFE abona a la imparcialidad en las decisiones que tome este órgano. De igual forma se avanzó en lo relativo a los observadores electorales, pudiendo ser un ciudadano en lo individual o en grupo que vigile cada una de las etapas del proceso y no sólo la jornada electoral. Con estas reformas se llevó a cabo el proceso en un ambiente de tranquilidad y conformidad entre las fuerzas políticas que contendieron.
Con la finalidad de ir avanzando en la construcción de procesos electorales más equitativos, en 1996 se llevó a cabo otra reforma integral en materia electoral, en la cual se establecía la integración del Consejo General del IFE dejando fuera al Poder Ejecutivo, quedando en manos de nueve Consejeros Ciudadanos (uno de ellos fungía como Presidente) las decisiones de este órgano, además lo integraba un representante del Poder Legislativo por cada grupo parlamentario y un representante de cada Partido Político. Las atribuciones del IFE se ampliaron considerablemente en materia de fiscalización a los recursos de los Partidos Políticos, el IFE podía realizar auditorías, pedir informes, hacer verificaciones, instaurar procedimientos y sancionar. Por su parte el Tribunal Federal Electoral pasa a hacer ahora Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, integrándose al Poder Judicial con una Sala Superior permanente y 5 salas regionales temporales; se extiende su competencia para conocer sobre constitucionalidad de los actos y se convierte en la última instancia para declarar la validez de una elección, ya sea de diputados, senadores o presidente de la República; y se instaura el Juicio para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano. A la par de estas reformas hubo otras de gran relevancia relativas a los Partidos Políticos, en cuanto a la concesión de espacios en Radio y Televisión, la distribución del financiamiento (30% igualitario y 70% proporcional a la última votación de diputados), el control de recursos privados (afiliados, simpatizantes, rendimientos bancarios), entre otras. También la integración de la Cámara de diputados se modificó quedando 300 legisladores electos en los distritos electorales uninominales y 200 legisladores de representación proporcional, en cuanto a los senadores se mantuvo en 128 sin embargo se redujo a tres por cada una de las 32 entidades del país, y 32 más por representación proporcional cerrada y bloqueada. Otra de las reformas consistió en que las autoridades del Distrito Federal se elegirían por voto, eligiendo a un jefe de Gobierno y 16 jefes delegacionales.
La Reforma Electoral de referencia tenía como prioridad el fortalecimiento del IFE y el Tribunal Electoral, otorgándoles atribuciones que les permitieran llevar a cabo su encomienda, se establecieron las condiciones para que los subsecuentes procesos electorales se llevaran a cabo en un mejor escenario; y así pasó el proceso de 1997 y 2000 en donde se presenta la alternancia en el poder llegando el Partido de Acción Nacional a la presidencia de la República. Ante estas nuevas condiciones de contienda en un ambiente de mayor equidad y transparencia surge la confiabilidad de los ciudadanos y de los actores políticos, además se presenta algo muy importante “el equilibrio de poderes”, el Ejecutivo y su Partido ya no tenían mayoría en ninguna de las cámaras, y después pasó con las entidades del país, dando pie a lo que conocemos como pluralismo. Fue época de grandes e importantes cambios en el país, un gran avance de la democracia por vía de las elecciones.
Llegó el 2006 y no en el mejor escenario político ni social; las reglas electorales ya habían quedado rebasadas en varios aspectos, porque el desarrollo del Sistema Electoral mexicano ha sido un vaivén a lo largo de la historia, impregnado de experiencias, ensayos, pruebas, etc. que no es estático sino cambiante y complejo. Así que, en virtud de que los resultados para la presidencia de la República del proceso de 2006, fueron sumamente cerrados entre un contendiente y otro, las omisiones de la ley se hicieron más evidentes y se presentó nuevamente el fenómeno social de desprestigio y falta de credibilidad en la organización del proceso, lo que originó otra reforma electoral, nuevamente derivada de una realidad que superó a las reglas electorales, aparecieron elementos y nuevas circunstancias que había que regular y así en el 2007 se trabajó la reforma a la normatividad electoral.
Los puntos a groso modo que se regularon en la reforma de 2007 fueron los siguientes: financiamiento público para los partidos políticos, prohibición absoluta en la compra de espacios en Radio y Televisión por parte de los Partidos Políticos, reducción de tiempos de campaña, precampañas, modificación al periodo de duración del cargo de Consejeros y Magistrados Electorales y la facultad de las salas del Tribunal Electoral para controlar la constitucionalidad de las leyes electorales.
Los cambios sistemáticos que se han presentado a través del tiempo han sido originados en su mayoría por circunstancias y experiencias que tuvieron, en su momento, en desequilibrio al país, sin embargo esos cambios, que si bien han costado mucho construir, se han dado en un ambiente de diálogo y negociación, estableciéndose compromisos para definir las reglas del juego, y eso es rescatable, los mexicanos hemos tratado de evitar que los cambios se generen con violencia y es algo que debemos valorar.
El sistema de Partidos Políticos ha funcionado fortaleciéndose, pues aumentó la capacidad competitiva, lo que permitió alcanzar espacios en los tres niveles de gobierno (municipal, estatal y federal), y a los diversos puestos de elección popular la presidencia, gubernaturas, el senado, diputaciones federales y locales además de los ayuntamientos, sin embargo había que reglamentar su actuación y marcar límites, es así que muchas de las reformas electorales de la historia han sido dirigidas hacia ellos, con el propósito de ir poniendo candados a sus conductas. En la actualidad se han convertido en un poder de facto, ha sido tal el poder que ejercen, que deciden y dirigen el país, han surgido partidos que se manejan como empresas familiares que no cumplen con los fines que le confiere la ley. Y ante esto es necesario ahora equilibrar esta situación, porque ahora el Poder Ejecutivo propone iniciativas que son necesarias para el desarrollo del país y las diversas fuerzas políticas en el Poder Legislativo no pueden ponerse de acuerdo para avanzar y aprobar cuestiones determinantes en beneficio de México.
A falta de una Ley de Partidos que norme la vida interna de los Partidos Políticos el Tribunal Electoral emitió una tesis de jurisprudencia a efecto de establecer las medidas mínimas que deben considerar los Partidos en sus estatutos: la existencia de una asamblea u órgano equivalente, mecanismos de protección de los derechos para sus militantes, procedimientos disciplinarios, procedimientos de elección, regla de mayoría y mecanismos de control de poder.
al leer este antecedente electoral, observo que hay mucha preparación en materia electoral para abordar el tema, coincido con lo mencionado… para finalizar considero que este sistema electoral es uno de los mejores, quizá lo tergiverse nuestra cultura… como se vio en esta elección reciente, la decisión la tomaron los electores, de una u otra manera.