Jacobo Cruz
Para quienes nos dedicamos al activismo social resulta importante ver la entrevista que realizó el comunicador Javier Alatorre a su patrón Ricardo Salinas Pliego, presidente del Grupo Salinas, que engloba a empresas como Televisión Azteca, Banco Azteca y Elektra, entre otras de gran prestigio en todo los rincones del país. Es cierto que estas son de las pocas alternativas que tenemos los mexicanos para adquirir muebles y electrodomésticos en “pagos chiquitos”, que son una de las fuentes de ingresos del empresario que se asume como ejemplo de trabajo e inspiración.
Pero veamos algo de la crítica que hizo al sistema de gobierno mediante el repaso del desempeño de los últimos seis presidentes de México, donde lo que llama más la atención son las aseveraciones que se dedican al actual mandatario Andrés Manuel López Obrador. El entrevistado, en repetidas ocasiones llama «gobiernicolas”, palabra que se identifica como de su autoría, que definió como: «Cualquier servidor público que se dedique a entorpecer la vida de los mexicanos, viole la ley, cometa actos de corrupción y haga uso del poder para beneficiarse y beneficiar a su familia y amigos».
Remarcó su opinión, en que los gobiernicolas son incapaces de generar riqueza, que son malos administradores de los negocios, porque “el estado no es empresario y son muy irresponsables por que pierden el dinero del pueblo”, pero en seguida justificó que el gobierno de Carlos Salinas de Gortari haya vendido empresas quebradas, entre ellas Imevisión, que él compró e hizo muy productiva tras invertir varios millones de pesos. Cabe decir que esto lo ve bien y se deduce que es debido a que pudo entrar al mercado para hacer competencia al monopolio de Televisa y claro, ganó dinero a través de ella.
En el mismo costal encerró a todos los gobiernicolas, a quienes tachó de ladrones, resentidos y envidiosos, que le tienen envidia a los exitosos (como él), digo yo. En este mismo sentido, criticó la transferencia de dinero en referencia a los programas del bienestar, donde hay pruebas de corrupción, porque la pobreza no se arregla con caridad, lo que López Obrador presume como lo más exitoso de su sexenio.
Desde luego que el presidente pidió a Salinas Pliego pruebas de actos de corrupción en la 4T, luego de que el empresario señalara irregularidades en los programas de apoyo, lo que AMLO relacionó con el adeudo de impuestos que tienen sus empresas, pero eso “no es un asunto de pleito”, pidiendo pruebas, que preséntelas evidencias, los audios, videos, contratos, transferencias; luego su amigo le reviró que todo eso le han presentado, pero no ve a nadie denunciado o en la cárcel, “al contrario, los están dejando en libertad”.
Lo que también demuestra la larga entrevista a Ricardo Salinas, es que es honesto, él es un empresario exitoso con todas las facilidades que le han dado los gobiernos de todos los colores; y ve mal que la 4T esté regresando al manejo de empresas que no producen nada.
Además, se refirió al tema de seguridad y justicia, que es la tarea primordial de un gobierno, donde la administración de AMLO está reprobado; “es inadmisible que el estado abdique a la seguridad, a cuidar la integridad física de las personas”. Y los datos fríos, indican que al día de hoy se rebasan los 181 mil homicidios dolosos, dentro de ellos van 15 políticos que aspiraban a ocupar algún puesto de elección popular, lo que evidencia la crispación social en que se desarrollarán las elecciones para sucederlo en el puesto.
En suma, el empresario atajó al mandatario pidiendo que tampoco quiere que lo agarren de su distractor, “pues hay que admitir que hay cosas más importantes y urgentes que se deben resolver en el país, aunque creo que ya se les acabó el tiempo”.
Pero el presidente transformador niega que haya problemas, dice que todo es felicidad, que no hay polarización social y coincido en que el presidente debe ser un factor de unión, por lo demás, los gobiernicolas, o toda la clase política siempre está al servicio de los ricos de México. Es cierto, los multimillonarios no se exponen, es más, muchos de ellos pasan desapercibidos, no se sabe bien a bien quiénes son ni cómo es que explotan la mano de obra de los trabajadores y los recursos naturales del país.
En efecto, para esa tarea tienen a su servicio a los políticos, que tienen la función de representarlos, de hacer modificaciones a las leyes, de contener la violencia y cuidar sus propiedades, sus empresas, sus tierras y sus ganancias mediante la elección democrática, que sólo es un medio para cambiar de personajes que reclaman su oportunidad de “gobernar para todos”, ofreciendo que ello serán distintos, sin corrupción, sin privilegios, justo lo que vemos con Morena.