A 1,000 metros de profundidad y a 19 km de la costa del sur de California, miles de barriles oxidados contienen desechos tóxicos y radiactivos.
Estos restos de un pasado industrial irresponsable plantean riesgos ambientales y de salud.
Las autoridades deben abordar esta situación para proteger nuestros océanos y comunidades costeras.