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Beltrones sacó la metralleta y disparó a la diestra y a la siniestra; es decir, enderezó la retórica de forma inusual al exigir cuentas claras a su correligionario Duarte, el gobernador de Veracruz y a Rafael Moreno Valle, mandatario poblano; mientras que a AMLO le dedicó estas líneas: “la verdad es que me llama la atención la manera como viene Andrés Manuel López Obrador a su tierra a echarle mentiras a los tabasqueños, esto se puede convertir en un problema siquiátrico, por lo mitómano que resulta”, dijo el líder priista.
Con estos disparos del dirigente nacional del PRI arrancan formalmente la campañas electorales del 2106, la de Colima fue un ensayo de lo que significa enlodar los comicios, pero eran extraordinarias.
A propósito de los dictámenes hechos públicos por el auditor superior de la federación, Juan Manuel Portal Martínez, en los que destaca el estado de Veracruz como la entidad con las mayores irregularidades detectadas en la cuenta pública del 2014 por un importe cercano a los 16 mil millones de pesos. Tal opacidad es tan descomunal como el mismo endeudamiento al que Duarte ha sometido a los veracruzanos que ven en él al peor enemigo de sus bolsillos, no se diga del quebranto patrimonial a los miles de pensionados a los que dejó de pagarles desde octubre pasado.
Tal vez esta sea una de las razones por las que Manlio Fabio Beltrones busca deslindar al gobernador Javier Duarte de las campañas del PRI, dado que el desprestigio de este gobernante es del tal magnitud, que cabe la posibilidad de que impacte negativamente en la elección extraordinaria del municipio del Centro (Villahermosa), en el estado de Tabasco y en el vecino estado de Tamaulipas, donde los momios parecen inclinarse a favor del PAN.
Manlio Fabio es de los personajes más curtidos en la política mexicana, pocos como él conocen las entrañas del poder, y ese colmillo le permite generar escenarios que a la postre le rindan dividendos.
Bajo el mismo contexto y dado lo complicado que puede resultar retener Veracruz, cuyo padrón electoral es el tercero más abultado del país con alrededor de 5 millones de votantes, el dirigente priísta busca compensar dicha pérdida de votos haciendo carambola con el gobernador poblano, Rafael Moreno Valle, quien llegó a ese cargo bajo las siglas del PAN pero con el fierro de Elba Esther Gordillo; al exigirle la misma transparencia que a Duarte de Ochoa.
Y es que Moreno Valle al igual que Duarte, se han distinguido por su desprecio a la prensa, a los indígenas y a la rendición de cuentas. En el caso del veracruzano, éste carga con la vergüenza de ser el gobernante al que le han asesinado más periodistas que en ninguna otra parte del planeta; mientras que el poblano ha reducido al mínimo la libertad de expresión de los indígenas y ha elevado la deuda pública estatal hasta en 22 mil millones de pesos, según dicho del senador de ese mismo estado, Manuel Bartlet Díaz.
Como era de esperarse, la ingenuidad del dirigente panista, Ricardo Anaya, cedió ante el colmillo de Beltrones. El chico de Querétaro, ni tardo ni perezoso se sumó a la quema del gobernador Duarte para que lo enjuicien políticamente, pero como todo buen grillo incongruente, evadió secundar a su par priísta de poner en la misma parrilla al gobernador SNTE/panista Rafael Moreno Valle.
Por su parte, Peje Manuel fue más listo, pues le reviró a Manlio con la misma pasión que éste le reprochó la nula transparencia en la construcción de los segundos pisos en el periférico de la ciudad de México cuando el tabasqueño fue jefe de gobierno; “le informó, aunque su propósito es otro, que en el internet está toda la documentación de los Segundos Pisos de los contratos y que no esté pensando que somos iguales, él sí es un reverendo ladrón, mafioso”, le restregó el tumbapato al sonorense.
A mi juicio, ni el PRI ni Morena tienen posibilidades de ganar en la capital tabasqueña donde el PRD tiene el control. Tampoco el PAN retendrá Puebla, aunque sí, con altas posibilidades de conquistar Veracruz de la mano de otro SNTE/expriísta, Miguel Ángel Yunes. Oaxaca y Sinaloa pueden regresar al tricolor, pero estarían en riesgo de entregar Tamaulipas, Durango y Aguascalientes al panismo. De Chihuahua, Quintana Roo, Tlaxcala, Hidalgo y Zacatecas, pese a similares señalamientos como a sus pares de Veracruz y Puebla, de endeudamiento, corrupción y enriquecimiento ilícito tanto de gobernantes como de funcionarios de primer nivel, la apatía electoral será el mejor aliado de los gobiernos actuales.
Con estos deseos escenarios, las cúpulas de los partidos políticos con mayor representación en el país pretenden encender los ánimos de un electorado cada vez más lejano, muy lejano de las campañas de desprestigio y calumnias. La casa gana y el pueblo pierde.
P.D. Ya perdí la cuenta de las veces que he escuchado o leído frases como “yo no voy a estar en las boletas”; claro que el gobernante en turno no figurará en ella pero vaya que estará en la mente de muchos y, no precisamente para bien. Igualmente esta otra: “tengo tanta lana que no necesito robar”; ¿tan pobres serán los argumentos de los independientes para buscar un cargo de elección popular que lo único que tienen es lana?; o, esta tan socorrida por los candidatos torquemadas: “voy a meter a la cárcel al corrupto”; cuando en México no existe antecedentes de que un panista haya entambado a su antecesor, ¿acaso la labia arrastra más que los ejemplos?.