Los brigadistas forestales son los responsables del trabajo riesgoso frente a los incendios en los bosques, selvas y zonas áridas de nuestro país. Ellos manejan las herramientas y técnicas apropiadas, además de que conocen las normas de seguridad que deben seguirse antes, durante y después de un incendio.

En materia de prevención contra de incendios forestales, la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) lleva a cabo diversas acciones de capacitación de brigadas, difusión en medios, implementación y puesta en marcha de la campaña y el plan operativo Semana Santa; además de realizarse obras como brechas corta fuego y líneas negras (Manejo del Fuego), entre otras.

Sin embargo cuando estas medidas son rebasadas y se ocasionan los incendios forestales originados por accidentes, negligencias o la propia intención humana. Sea cualquiera el caso, es necesario combatir el siniestro.

Es aquí cuando la participación de los brigadistas se hace notar en el combate al fuego forestal. La lucha contra un incendio resulta ser una faena peligrosa por lo que se requiere de responsabilidad, inteligencia, experiencia, condición y organización por parte de las brigadas para lograr su control.

Desde hace 13 años se conmemora el Día Internacional del Combatiente de Incendios Forestales; por lo cual cada 4 de mayo resulta necesario hacer hincapié en la labor y organización de quienes se entregan al servicio de salvaguardar y rescatar el medio ambiente.

Todo combatiente de incendios forestales está expuesto a riesgos por el simple hecho de enfrentar el fuego. Además de la posibilidad de sufrir quemaduras, los brigadistas se enfrentan a otros peligros como: intoxicación por humos y asfixia, irritación e infecciones en ojos, irritación en vías respiratorias, lesiones en huesos y músculos, infarto, insolación, deshidratación, picaduras de animales venenosos o insectos, mal de montaña, entre otros.

Por ello la CONAFOR reconoce el trabajo y el esfuerzo de todos estos hombres, quienes protegen día con día nuestros ecosistemas con el fin de disminuir los daños ecológicos que los incendios ocasionan.