Por Gabriel Contreras Velázquez
“¿Por qué me invitan a mí?” preguntó Germán Martínez Cásares a su interlocutor. “Porque queremos gobernar… no dividir al país”, respondió Andrés Manuel López Obrador con su acostumbrada pausa en el habla. Acompañado de uno de sus hijos (Germán no especifica cuál), el entonces candidato presidencial por Morena buscó a un antiguo rival para incorporarlo en la ruta de la Cuarta Transformación.
Aquella anécdota la recuerda el panista en una columna publicada en el diario Reforma, el 31 de enero de 2018, “AMLO ¿peligro para México?”. En seguida del título, Martínez Cásares lanza una bomba mediática que recuperarían más tarde distintos medios de comunicación: “Andrés Manuel López Obrador me invitó a ser candidato a Fiscal General de la República. Le agradezco públicamente y lo tomo como un honor.”
Hasta entonces los panistas se mantenían escépticos del traspaso a Morena de uno de los acérrimos detractores del tabasqueño. Pero el arribo de Gabriela Cuevas Barrón, ese mismo enero del 2018, despertó las dudas, y un texto de Germán disipó las especulaciones: “el gesto político de López Obrador de buscarme tiene algo hondo por resaltar: es un esfuerzo cívico de entendimiento, y quien sea el próximo presidente necesitará reconciliar al país”.
El gesto de “transformación” y “reconciliación” tenía un trasfondo específico. Andrés Manuel recuerda a Germán Martínez como el peculiar estratega jurídico de la campaña de Felipe Calderón Hinojosa. Por sus manos pasó la operación del cuestionado triunfo del PAN en 2006, en momentos en que las instituciones electorales se llenaron de incertidumbre.
Su conocimiento político-electoral sería reconocido por el mismo López Obrador, ya en la campaña, cuando el de Morena lo incluyó en el Consejo Asesor Electoral. Este organismo tendría como objetivo el cuidado de la elección del dinero ilegal y la compra de votos mediante programas sociales, según el líder del partido.
“Abogado distinguidísimo, con amplia experiencia en todo lo relacionado con asuntos político-electorales” así fue como presentó Andrés Manuel a Germán Martínez, ya como integrante de la estrategia de observación y defensa del voto, 4 meses antes de la elección. Para esas fechas, Germán tenía asegurado el pase desde la Regeneración Nacional al Senado, en el número ocho de la lista de candidatos plurinominales del partido.
La invitación, insistió siempre el michoacano, llegó directamente de López Obrador. “Ellos vinieron [Andrés y su hijo] y me tocaron la puerta” dijo en una entrevista para el diario Reforma después de ganada la elección, el 24 de septiembre de 2018.
Algunos analistas vieron en estos desplazamientos un guiño del nuevo presidente a los calderonistas. Germán integraría esa seña en su discurso al insistir que: “Andrés Manuel no busca perseguir políticamente a nadie, y no busca que le vaya mal a nadie”.
Una semana posterior de conocidos los resultados del 1 de julio, fuentes de Morena presentes en una reunión a puerta cerrada con integrantes del gabinete de desarrollo social, función pública y trabajo, conocieron que Martínez Cásares había sido propuesto para ocupar la dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social.
La designación tendría lugar el 3 de diciembre, con la aprobación del Consejo Técnico del IMSS. El mensaje del nuevo titular al rendir protesta al frente del órgano nacional de salud, se centró en dos grandes ejes: la universalización de los servicios de salud a través del programa IMSS-Bienestar, y el combate a la corrupción especialmente en los estados.
No obstante, es en el traslado de las oficinas del IMSS a Michoacán donde se revela nítidamente la ruta política de Germán Martínez. Tierra de origen de su ex compañero de partido y de gobierno, Felipe Calderón Hinojosa, actualmente encabezada por un mandatario opuesto al régimen (Silvano Aureoles Conejo), Martínez Cázares buscará el gobierno local por Morena en 2021.
Se equivocan algunas y algunos “súper-delegados” quienes, sin asomar la cabeza y en las sombras, construyeron un ligero frente de oposición a Martínez Cázares, este fin de semana. El cabildeo final para los nombramientos de titulares en las delegaciones federales del IMSS de los estados inició desde antes del 20 de diciembre.
Así lo evidencia una lista de representantes federales en Baja California que circuló por esas fechas, donde ya se registraba a Salvador Morales Riubí al frente del IMSS en esa entidad. El panista fue ratificado en la relación de próximos delegados que serán nombrados este mismo martes por el Consejo Técnico del Seguro Social.
Otro de los designados sería Sergio Manuel Zertuche Romero, sobrino del diputado federal tamaulipeco por Morena, Armando Zertuche Zuani. Su experiencia y la influencia de la familia Zertuche lo llevarían ahora a la delegación de Tamaulipas.
En Zacatecas, el ex titular de la División de Contratación de Activos y Logística en el IMSS, Manuel Cavazos Melo, vendría a evidenciar que ni Verónica Díaz Robles ni David Monreal Ávila hicieron lo propio para llevar a esa cartera a gente de “su equipo”.
#Coincidencias: Y hablando de “súper-delegados” en rebeldía, el reciente choque entre el gobernador guerrerense Héctor Antonio Astudillo Flores con el presidente Andrés Manuel López Obrador en el municipio de Tlapa, tendría en medio a Pablo Amílcar Sandoval.
El gobernador acusó al Delegado de Programas de Desarrollo en el estado sureño de “promover el odio y el rencor”, esto después del sonoro abucheo que se llevó Astudillo Flores en la visita del presidente a la comunidad de La Montaña, donde entregaron apoyos a los adultos mayores.
En un desacierto evidente, el presidente sometió a votación a mano alzada la moción para que el gobernador terminara un discurso que ni siquiera pudo comenzar. El “pueblo bueno” guerrerense festinó con los reclamos para Héctor Astudillo, mientras Andrés Manuel intentaba calmar una turba agitada.
Al concluir el evento, Astudillo reprochó a López Obrador que él no toleraría esas ofensas, a lo que el tabasqueño intentó justificar que los ciudadanos “no entienden” y aseguró luego “por lo que a mí corresponde, yo le ofrezco disculpas”.
Un antecedente que deberá sopesar el Gobierno del Estado en Zacatecas, pues las tensiones entre los funcionarios de Morena y el gobernador Alejandro Tello Cristerna son recientes. La visita de Andrés Manuel mostrará si la “súper-delegada” prefiere la política o el encono.
Verónica Díaz anteriormente demostró que se inclina por la confrontación pública con el gobierno, y no por el diálogo. Un desafortunado boletín para pedir “sensibilidad” al estado en un tema federal, como el de los trabajadores del ISSSTE, la retrataron de cuerpo completo. Focos rojos.
Twitter: @GabrielConV