El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que, aunque se ha trabajado intensamente en diversos proyectos y políticas, no habrá más cambios significativos en el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y en las pensiones de trabajadores. En respuesta a inquietudes sobre el futuro del sistema de pensiones, aclaró que no le queda tiempo para implementar nuevas medidas antes de finalizar su mandato.
López Obrador destacó la importancia de mantener finanzas públicas sanas, evitando el endeudamiento excesivo y recalcó que, durante su administración, la deuda creció menos en comparación con los gobiernos anteriores. «El crecimiento de la deuda durante nuestro gobierno es menor al crecimiento de la deuda del gobierno de Felipe Calderón y del licenciado Peña,» mencionó. Esta estrategia, afirmó, busca asegurar estabilidad económica y blindar la economía mexicana ante posibles inestabilidades externas, especialmente relacionadas con las elecciones en Estados Unidos.
Respecto a los trabajadores pensionados afectados por medidas anteriores, el presidente lamentó no poder prometer una recuperación inmediata de sus beneficios. Sin embargo, mostró confianza en que la presidenta electa, quien asuma el cargo, continuará con políticas de transformación y justicia social. López Obrador subrayó que su administración ha sentado bases sólidas para la continuidad del cambio, destacando la honestidad y compromiso de la presidenta electa para con el pueblo.
Finalmente, el presidente enfatizó la necesidad de actuar con precaución y responsabilidad fiscal, asegurando que todos los proyectos estratégicos y programas de bienestar cuentan con presupuesto asignado para su conclusión. Agradeció el respaldo del pueblo y reiteró su confianza en que el próximo gobierno llevará a cabo una gestión eficaz y en beneficio de la mayoría.