No sé, llegó a la mente, al recuerdo, aquello de:

 

Yo no quiero volverme tan loco, yo no quiero vestirme de rojo, yo no quiero morir en el mundo hoy.

 

Yo no quiero ya verte tan triste, yo no quiero saber lo que hiciste, yo no quiero esta pena en mi corazón. (Charly García)

 

A ratos ya ni de rojo, ni de azul, ni de verde, ni turquesa, quizá, sólo quizá, ningún color, acaso caminar y, como esa canción, “escucho un bit de un tambor entre la desolación  de una radio en una calle desierta  están las puertas cerradas y las ventanas también ¿No será que nuestra gente está muerta?”

 

En la calle discuten, es evidente, ella de brazos cruzados, él en actitud retadora –

¿Cómo para qué? Reflexiona el escribidor- lucha de fuerza, y vuelve a la mente el maestro Charly García:

 

Presiento el fin de un amor en la era del color, la televisión está en las vidrieras, toda esa gente parada que tiene grasa en la piel no se entera ni que el mundo da vueltas.

 

Cualquier vuelta al centro de vetusta burócrata, de esos del diario, sin nombre, quejumbrosos, y su lema:

 

Yo no quiero meterme en problemas, yo no quiero asuntos que queman, yo tan sólo les digo que es un bajón.

 

Ni sembrar la anarquía, ni vivir como digan tengo algo que darte en mi corazón. Todo fuera como un “ja ja ja” en Facebook, y salir del paso, así, impersonal

 

Menos vivir paranoico, ni ver chico con odio, menos sentir esta depresión, tal como el maestro del rock argentino lo escribió.

 

O buscar…

 

el placer de estar vivo no me importa si soy un bandido…

 

Suena político. No, no lo es. Yo no quiero sentir esta pena en mi corazón.

 

El problema no parece ser elegir, es decir, acudir al proceso de emitir el voto por un representante este año de elección federal, tanto como fijarse por quién será ese representante. El resultado que de no tiene mucho o nada que ver con lo ofrecido en campaña.

 

Sí, por desgracia son dos cosas distintas, no como en la ley de la oferta y la demanda, netamente comercial, en lo comercial sí se dice que lo barato sale caro, acá lo caro sale barato y esto a juzgar por los resultados, dado que nadie está conforme, pero, más importante, ni medianamente informados de lo que sucede en el poder legislativo.

 

Solo oídas y reflexiones simplonas, sin ir más allá y, a toparse con un proceso exegético, sea legislativo o judicial, no, la razón no  entra, con ese miedo a lo desconocido y a pisar mejor en el terreno firme del “podría ser”.

 

Mejor decir que se apoya algo a generar ideas propias, así es la oferta ideológica de algunos partidos políticos, claro, cuando están en el poder o cerca de él.

 

“A los gobiernos no les creemos por la falta de capacidad para satisfacer a la opinión con explicaciones, hay un entorno así si la transparencia no es plena”, esa fue la reflexión de Javier Solórzano, en su editorial grabado en su portal.

 

En un alto porcentaje el decir las cosas como va, podría ser lo mejor en la conducción pero cuando empieza la timidez es cuando el respetable sospecha, intuye que algo no anda mal. Si le sumamos que la mayoría quiere las cosas al momento, peor.

 

No hacerlo, sí, genera sospecha, suspicacia –en una sociedad de por sí suspicaz- fuerte, de que algo no va bien, pero decirlo directo, cómo es ¿No ponen riesgo la estabilidad de un gobierno y una sociedad? Sí, esa es la otra parte pero, se aclara, en ningún momento se propone verdades a medias –imposible- sólo, en todo caso, claridad.

 

Y mientras tanto, en el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ), el jueves sesiona, es extraordinaria para designar proponer la aprobación la contratación de personal para ocupar de manera temporal plaza vacante de carácter permanente en la Dirección Ejecutiva de Administración y Prerrogativas.

 

Y la  contratación de asesor para la Presidencia, con base en el Acuerdo de la Comisión del Servicio Profesional Electoral de este órgano superior de dirección.

 

Y –parece el Libro de Mormón con tanta conjunción- el proyecto de acuerdo del para aprobar la distribución y aplicación del presupuesto para este año

 

Gilberto Dévora Hernández entra en la suplencia de la presidencia  municipal de Fresnillo, pidió que siga el apoyo  de gobierno del estado –no creo que se los fuerana quitar, además si es de programas no pueden-, se aprobó su entrada por mayoría.

 

Por cierto, en fresnillo dicen que luego de los sesenta días de campaña y de la jornada comicial, Benjamín Medrano regresa. Ya ha pasado con otros presidentes en el pasado electoral reciente.

 

Por cierto, de acuerdo con el procurador Arturo Nahle, sigue la investigación de la denuncia que por enriquecimiento ilícito le interpusieron los dirigentes de Movimiento Ciudadano, Saúl Monreal, y del PT, Geovana Bañuelos ¿Acaso nadie recuerda que el presidente con licencia compró una casa en quince millones depesos?

 

Al momento de la investigación, de acuerdo a entrevista, sólo se sabe que está la presunción de la acusadora, y el acusado mostró pruebas, pero faltan. El asunto, dicen los abogados, sigue.

 

¿Será necesaria una fiscalía especial de delitos acusados por la dirigente del PT en el Estado Casi cada semana saca uno?

 

En fin, “Yo no quiero volverme tan loco, yo no quiero vestirme de rojo, yo no quiero morir en el mundo hoy.

 

Yo no quiero ya verte tan triste, yo no quiero saber lo que hiciste, yo no quiero esta pena en mi corazón. (Charly García)”

 

Sea feliz, sino quiere, me vale…