Pasó el tiempo, ya no es aquella calle, callejón, pues, lleno de comercio. No, se acabó, todos pasaron a la plaza Bicentenario, pero no saben cuál será su destino. En el arcano se lee que sí, serán reubicados. La mayoría lo sabe pero oídos sordos. Mejor.
La ruina llegó cuando se hizo el cambio del paradero de los camiones de transporte urbano, fue entonces cuando la gente cambió la ruta a pie, después, la remoción –el tundeteclas ignora aún cómo es que se insiste en cambiar la ciudad- y el reacomodo llegó a otro lado.
Claro, sin el beneplácito de los comerciantes instalados, algunos hasta sacaron su mercancía a la calle, luego vinieron los problemas con la dirección de comercio del municipio –aferrados en la presidencia a llamarles “secretarías”- y se puso orden, que era francamente necesario.
La parada de camiones sigue como el punto necesario, indispensable, para conseguir el sustento ante falta de empleo, por el motivo que sea –vaya uno a saber-, se encuentra casi de todo. Hasta las mejores escenas urbanas, cosa de pararse por ahí un buen rato.
¿Será necesario reorganizar el comercio ambulante, el de calle? Es necesaria cierta organización, eso es cierto, sino puede descontrolarse, como ocurrió ya en el pasado, en la calle García de la Cadena, entonces el escribidor y tundeteclas pasaba a diario.
Ya se ponía un puesto aquí, otro allá y un buen día –en realidad pasaron muchos meses- la calle estaba bloqueada. Quejas y más quejas, nadie metió mano. En tiempo del PRD, los sacaron por la ley y a empellones. Pero re abrieron la calle.
El comercio buscó donde establecerse, una y otra vez, pasó el tiempo el centro comercial de Zacatecas, lo que fue la central camionera entró en conflicto entre los propietarios, dos fracciones que, un buen día, terminaron a golpes. Se expropió.
Se recuperó y al final, en el sexenio anterior, se llegó a un acuerdo y se construyó la hoy plaza bicentenario, que sigue a medias en sus locales y así seguirá por mucho tiempo. En su plancha, el comercio volvió a instalarse, más cuando quitaron la parada de los camiones y todos fueron a buscar a los transeúntes.
La “fisonomía” –que barbarie- de la ciudad cambió y sigue con las pretendidas mejoras que otro trienio, otro sexenio, denostarán, la historia de siempre….y ni qué hacer porque en parte es dinero que debe ejercerse, el de mejoramiento urbano –si bien y en realidad todo debe ejercerse-.
Perdone las molestias que le pueda ocasionar, dicen los gobernantes de obras relumbrantes. Pues perdonen las molestias por las críticas que durante el tiempo de obra y por molestia vecinal les demos. Ai’ habrán de entender…
Y mientras el proceso electoral –federal, adelantados, ojo- sigue su curso, el INE sigue en la preparación. Antonio Mejía…simpáticos boletines a ver si deja algo para la constitucional, para él mismo, claro…, los del PAN esperan el 22 de febrero para conformar lista y mayoría y en el PRI que se resuelva un asunto de participación, si bien ya definido y ¿El resto? Claro, por lo menos para saber.
Algunos anunciaron candidaturas y, por decirlo educadamente, tanto que jodieron los grandes partidos –los que llevaban desventaja- por normar las precampañas y ni al público se han visto, a lo mejor al interior de sus partidos, sí, No se suponía que las ahora existentes precampañas no eran parte de lo mismo para darse a conocer? Acaso los independientes realizaron algo…
El resto, los nuevos, acusan flojera e invisibilidad, la ley de Murphy es clara al respecto. De no conocerla, ahí estuvo en alguna charla inútil…
Sea feliz, sino quiere ¿Qué se puede hacer?