CHARLAS INÚTILES

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mario caricaturaAl Dr. Jorge Gallegos, con la estimación y admiración de muchos años…

Está de moda, se contesta lo que no se pregunta, así de sencillo, o bien, se usan expresiones tradicionales por otras.

Cita el escribidor en sus charlas -no inútiles- cuados lauda:

-Hola ¿Cómo estás?

-Aquí- responde el saludado.

La pregunta es obvia: Cómo, no dónde.

O bien:

-¿Todo bien?

-Todo en “sana” paz-

Que no santa paz, pero a veces escuchamos:

De todo hay en la villa del señor-

-Será la viña-

-Ni modo que haga vinos…- Por lo menos sabía que era viña.

Luego no cabe preguntarse porque la clase –ah chingá- política responda otra cosa a lo que se le pregunta, o bien, traen de llevar la respuesta al punto que ellos desean, que es lo más viable.

Parecen tipo mensajes electorales, medio sin sentido aparente, como siempre, una parte, la política, va en un sentido y la otra, la sociedad, va por otro. La idea no se comparte igual, en muchos casos, demasiado, es más por una repulsión aprendida y hasta cultiva, que por posición ideológica.

Así, un precandidato, un candidato, hasta un independiente, escuchan más su monólogo interno que la víscera publicada en redes sociales, que también se vale, vamos a fin de cuentas, ambas son facetas de la libertad de decir, de expresar, de pensar…

Lo malo es malo, porque es malo, lo bueno, porque es bueno y, en ambos casos, porque lo digo yo y tú, político, estás mal, en ese tipo de concierto es como enfrentamos un proceso electoral iniciado en septiembre del año pasado. Ninguno puede decir una postura para conocerla, porque de inmediato se le hace trizas.

El debate no se concatena, se detiene, se rompe, no hay más, el análisis, es decir, el examen detallado de una cosa para conocer sus característica o cualidades y extraer concusiones, por separado y en consideración de las partes que o constituyen, no existe más.

Lo malo es malo, porque es malo, lo bueno, porque es bueno y, en ambos casos, porque lo digo yo y tú, político, estás mal. ¿Están mal? Los resultados de la administración y gobierno a nivel nacional, así lo demuestran y ¿Si cambiamos denostar por exigir?

No sirve de nada que ante notario público se firmen compromisos, no sirve de nada declarar tres de tres más si los datos se desconocen o encontrarlos es tan difícil como entender el porqué de las letras de las canciones del Komander.

¿Se puede exigir? Sí, la diferencia es que los políticos en sus grupos están organizados por el motivo que sea, conveniencia sea, lambisconería sea, convicción sea y, a diferencia del resto –salvo la delincuencia- están organizados.

El resto, no, lobos esteparios esperando el espectáculo público gratuito de moda, pero cegados no digamos a la injusticia, sino a la simple razón.

Tiene sus años, quizá 60, pero se ve entero, paciente, observa a la distancia a un grupo de hombres jóvenes. Parlotean, gritan, se lanzan insultos amigables, escuchan música de banda. Beben una cerveza en lata tras otra.

Arrojan botes al suelo, el hombre sigue el movimiento con su mirada, lo mismo una y otra vez. Ve al escribidor que pasa por ahí, sonríe amable, será buena noche, dice y dirige su mirada al montón de latas.

Diálogo sobreentendido, busca parte del sustento con el aluminio, el escribidor se siente parte de su alegría, espera, mientras, los jóvenes mean los árboles de lo que bien podría ser la primera sección del parque Ramón López Velarde, por el orden de aparición Zacatecas a Guadalupe.

Consumieron más de un doce, es evidente. Empiezan a subirse, son seis, cuatro ya están dentro, el hombre prepara sus bolsas, pero dos se quedan fuera uno saca una bolsa, recogen las latas, abordan el automóvil, arrancan. Se pierden de inmediato.

Pedos y ecologistas, opina el escribidor.

Cabrones, ni la espera, musita el otro. Se despiden, el hombre camina y ve al suelo, sólo orines quedaron en el lugar…

Sena felices, sino, me vale madre…

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