Pues qué, son como veinte centavos, más o menos, ‘pueque qssstá un poco más, dice, y mira el bote de cerveza, pa’ mi que más, ni modo de tirarlo, y lo tira al piso, y a punta de pisotones le quita la forma cilíndrica.

-Te ganas un varo- alienta el escribidor-

-Y de pasada limpio la ciudad de tanto cabrón que tira basura y no entiende, sin biiiiiiiiiieen cerdos, en todas las cunetas, ai’ nomás avientas lo pañales, todos sucios, las botellas, los botes de aluminio, así nomás –rucas las brazos, se pone filosófico- les vale madre, como a ti si no somos felices., y cuando llueve a madres, pssss se tapan la weyes coladeras y ai’ van de chillones a decir que es el pinche gobierno, que sí, tiene muncha culpa de cosas, pero no de todo, que no mamen.

-Pero mientras les echas una mano-

-Y como disías me gano un varo, a toda madre, y no más ai empinarme a recoger una latita, eso sí, primero veo pa’ todos lados…. Aaaah huevo, ta cabrón sino.

-Simón-

-Te veo wey- dice y choca el puño derecho con el del escribidor a la usanza de la tradición del saludo de la plante de los simios tan de moda a últimos años.

Hoy parece aquel grito de las mentes más puritanas, creedoras de poseer la verdad absoluta, puritanas, que no puras, es exigir transparencia, cuando bien podríamos preguntar ¿Se pagaron todas, todas las deudas de campaña? ¿Nadie dejó pendientes? Uf, qué bueno, en el pasado casi recientes, hace seis años, doces, 18, 24, todos dejaron no sólo desalientos, también deudas.

El tiempo, asumiendo que el tiempo exista, no cambia, en todo caso los que en él, dominados por la matrix, transitan  en pos de mejores escenarios. Posiciones, políticas, que como muchos mediocres descubrieron a lo largo del tiempo, llevados por la mano de una posición que gobierno el estado, que era la manera más cómoda de enriquecerse, y de pasada hasta salir en revistas sociales de moda.

Por la propuesta es ¿Y si se bajan a las dietas, los salarios, no en 30 ni en 40 por ciento, sino hasta en 70 por ciento? Como para que lleguen los verdaderos políticos, y no salgan presidentes municipales con hartos negocios, o casas que causan envidia en políticos de mediano metidos a periodistas, -y hasta algunos despistados que en su vida han abierto u libro pero ahora se sienten amos de la intelectualidad- o ranchos que hacen palidecer a los que al campo sí se han dedicado y un largo etcétera.

Ya dicho y anunciado, aunque dijo los tiempos procesales, late el término, Saúl Monreal Ávila buscará ser el candidato al Senado de la República, posición que buscará, además Rafael Flores Mendoza –y ya anda en eso, aunque el codo le duela, y se rodee de defeños nefandos-.

De votación a votación, entre PAN y PRD dan lo suficiente para ganar, en promedio, ser senador implica algo así como 35 mil votos, la coalición deforme alcanzó, 119 mil votos. Morena, solo, 180 mil, ambos son números cerrados y a vuela pluma.

Saúl tendría una buena posibilidad, su participación electoral fue como diputado local, claro, sabe que no es un asalto (round, para los gringos locales) de sombra, que hay adversarios enfrente. Sí, no es tiempo, al menos eso parece pero la carrera pos sucederá los que penas entrarán en septiembre iniciará casi de inmediato ¿Qué tienen que ver locales con federales? Sencillo, los procesos se empatan.

Y el Señor Tenebroso, el que no debe ser nombrado, se levantará con fuerza.

Otros ya inician  la marcha, atacan a los del presente de errores que en la presidencia municipal capitalina en su pasado no estuvieron exentos, interesante ilógica.

El director general del CONALEP informó del respeto a los trabajadores sindicalizados, pero no refirió como no usa el mismo respeto a los de contrato, a esos que pretendieron sindicalizarse y fue motivo para sancionarlos.

De eso, claro, no dice nada, es mejor quedar bien con el sindicato, es el reflejo de la condición del discurso incoherente actual. Y desconocedor de los derechos básicos, humanos, pero es amigo de Alejandro Tello pregona a los cuatro vientos…Alejandro Tello no sabe lo que arrastran las redes electorales arrojadas a la revuelta mar electoral…

Sena felices, si quieren, sino, me vale madre…