El escribidor está algo preocupado, a casi nueve meses de no estar al aire, aún hay quien le dice: No es cierto –al estilo zacatecas, uno afirma una cosa el otro la niega, porqué, porque le da su pinche gana no creer al interlocutor- si todavía hace poco te escuché… Alguien tiene problemas severos…

Que Mónica Bellucci se desnudó a los 51 años para un revista, cada quien puede desnudarse a la edad que sea, en algunos casos, por el cliché estético, puede ser lamentable, en el resto, digo, chingado, es Mónica Bellucci…

Y ya pidieron ratificar al propuesto para procurador, que la Legislatura respete las órdenes…

Jehú Salas Dávila, coordinador General Jurídico del Gobierno del Estado, informó que a primera hora de este día enviaron, a nombre del titular del Poder Ejecutivo, la solicitud de ratificación de Francisco José Murillo Ruiseco como titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) a la LXII Legislatura.

 El documento -expresó el funcionario- sigue su curso normal ante el Poder Legislativo, a fin de que sea integrada al orden del día y, luego de su discusión, se turne a la Comisión Jurisdiccional para que se proceda a elaborar el Dictamen de Elegibilidad correspondiente y sea aprobado por el pleno.

 Salas Dávila agregó que esperan que sea a la brevedad cuando Murillo Ruiseco rinda protesta ante el pleno de la legislatura y asuma la titularidad de la fiscalía zacatecana, luego de que el Gobernador Alejandro Tello lo designó como encargado del despacho de la PGJE, el pasado lunes 12 del presente.

Por lo que al escribidor hace, conoce y sabe de la buena reputación, desde estudiante en la hoy Unidad Académica de Derechos, del  profesionalismo y conocimiento de José Murillo Ruiseco, ni duda cabe, a la otra sólo cuidar la forma, un poco, porque en buena medida, es fondo…

El gobernador de Zacatecas pide a sus funcionarios, uno de ellos ratificados, otros provienen el perredismos ficticio que gobernó la segunda parte de doce años en Zacatecas, resultados desde el primer día, venga, esperamos sentados… y, agrega el escribidor:

Do quiera que UBER llega, su sola presencia saca de lo más profundo, el temor de que el transporte público quede evidenciado en el tema más delicado que tiene: Las concesiones.

Partamos de ¿Qué es una concesión? Y nada como el lacónico diccionario para eso: Concesión, es un nombre femenino y se define, primero, como la “acción de conceder algo que se pide o se desea”…

O, segunda, la que puede ser de mayor interés, la “acción de otorgar una administración a particulares o empresas el derecho para explotar alguno de sus bienes o servicios durante un tiempo determinado”.

Sí, para el caso concreto, es, dirían al sur del estado, la que ocupamos ¿Porqué, podría preguntarse el curioso y ávido público lector? Porque de entrada la segunda empieza con “acción”, y eso en Derecho se refiere a algo que es hecho, producido, generado, por la intervención humana -pongo por acción del hombre y me tragan vivo las feministas… se atragantarían, es cierto, y bien visto podría ser un favor para…-

Si no tiene intervención humana, para efectos el Derecho, entonces es un “hecho”. ‘¿Qué bien o servicio público puede ser explotado en zairo, vetusta burócrata pues, para los entendidos, y sus alrededores? El terreno, las servidumbres de paso evidentes, para circular y prestar un servicio público, malo, sobre calles también malas y estúpidamente llenas de topes, como las de Guadalupe.

¿Dónde dice que puede hacerse eso? En la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Zacatecas –ay e aquellos que en la ciudad de México creen que el resto son provincias…-

En la SECCIÓN SEGUNDA, encontramos DE LAS FACULTADES Y OBLIGACIONES DEL GOBERNADOR

Artículo 82

Son facultades y obligaciones del Gobernador del Estado:

…        VIII.     Otorgar y revocar las concesiones, permisos y autorizaciones que, de acuerdo con esta Constitución, las leyes y reglamentos, le competen;

Ahí aparece. Luego… en el Artículo 119 encontramos que los municipios también pueden hacer cierto tipo de concesiones. Pero el Ejecutivo puede revocarlas, y Alejandro Tello empezó con ese discurso, a pisar los callos de uno de los sectores más fuertes: El de los transportistas.

¿Le entrará al fondo? En una entrevista, Alejandro Tello aseguró que se reuniría con Fabiola Torres, secretaria general de gobierno, para analizar la situación… pero ¿qué situación? Saber si quienes tiene una concesión en verdad la usan o… Podemos, entonces, deducir, usufructúan, rentan. Ese sencillo juego de tengo un permiso otorgado por el estado para hacer algo, pero no pienso usar y me rasco el ombligo mientras otro lo explota y me paga, conlleva un terrible incremento en el precio.

¿Por los factores eternos y los enemigos de la nación que elevan el precio del petróleo? ¿Por el yunque? ¿Por la derecha hija de su warafak? ¿Por qué? Sencillo, al rentar una concesión para un servicio, el que renta debe elevar el precio por servicio para poder pagar la renta, empleado, combustible y servicios mecánicos o etc.

Ahora sí, agregue que están los factores externos y los enemigos de la nación que elevan el precio del petróleo, el yunque, la derecha hija de su warafak, y todos los porqués que quiera, porque en este caso abonan, sin bien a bien el escribidor no atina cuál

En resumen, porque va larguita la charla y el café está en riesgo de enfriarse, en el ARTÍCULO 60 de la Ley de Tránsito, encontramos que otorgar concesiones  es “Es atribución originaria del Estado, con base en esta Ley y su Reglamento, planear, establecer, regular y supervisar la prestación del servicio público de transporte, en las vías públicas de su jurisdicción”.

Y luego, el escribidor considera la parte neural del tema, el ARTÍCULO 83, “Los derechos derivados de una concesión son intransferibles, inalienables, imprescriptibles e inembargables. “

Al tiempo, ¿Qué pensarán los concesionarios del transporte, que a manera personal pueden tener hasta cinco concesiones y como personas morales hasta quince? Huele a justicia para los choferes, y los usuarios… gracias, UBER…

Sean felices, si quieren, sino, ni a quién le importe…