No, no lo entendieron y tensaron más el hilo, si en la elección extraordinaria el PRI se levanta con la victoria que es probable, deberá poner, cuál candidato fallido del PRD, “Gracias, Morena”.
El lunes 19 de septiembre, nueva conferencia de prensa del MORENA, David Monreal insiste: No irán a la extraordinaria. Argumentos, endebles, pero válidos: Son los ismos consejeros y los mismos magistrados. Pregunta inútil ¿Podrían no cometer acciones que puedan considerarse actos anticipados de campaña?
El punto resultante fue: La dirigencia del MORENA y David Monreal tienen una clara distancia: La primera, quiere participar, el segundo, insiste en tensar el hilo, que no es del todo malo, mientras no se rompa, porque de ese pende, además, la opinión de la base, que, se entiende, todo partido digno de llamarse de izquierda, con profundo odio al neolibralismo y capitalismos feroces, convoca hasta para decidir cómo sacar punta a un lápiz.
Veamos el PT pese a su quiebre financiero, merced a una multa de cinco millones de pesos que en materia financiera lo tiene postrado, contenderá.
Los montoneros PAN-PRD, solitos no pueden, irían quizá, y sólo quizá, con Iván de Santiago, ex diputado local.
El PRI con aquél designado por el partido y bendecido por la mano gubernamental.
¿El resto? Importan, están en la competencia, que no significa que sean competitivos.
El punto central es: Morena sí puede tornar el hilo, una instancia quiere participar, la otra se niega y se monta en el discurso del chantaje, válido, pero ya casi casi excedido.
Erario, erario manda, del erario –ojo asnolistos, el erario siempre es público N. de la R.- sale el gato para los partidos y los partidos son la vía para llegar al poder, amén de la existencia de los independientes, que si no son de origen priista no sirven para nada.
La puesta debería ser, en serio, a que contienda, tanto porque hay quienes creen en ese proyecto y tanto como porque por el toro lado, vaya que los partidos cuestan…
Mientras, el desmadre bulevariano en Zacatecas, característico de la lentitud de las obras –qué chingados, para que vean que estamos trabajando-, digna de la lentitud que como presidente municipal tuvo Carlos Peña Badillo o la inutilidad de las obras de Roberto Luévano- alcanza ya parámetros de locura…
Entraron las administración y desde la gubernamental, que pidió resultados desde el primer día, cuando ni lo funcionarios habían entrado, a las municipales que no saben ni qué hacer, cero dinero, camiones recolectores de basura en mal estado, falta de seguridad pública, y es el caso Guadalupe.
Trancoso, se lleva la joya de la corona, es la presidencia por sus puras pistolas y sin mediar explicación 172 trabajadores se van a la calle, la razón: No hay dinero para pagarles. Esperen el finiquito y eso a ver si llega lana… hermosos los ofrecimientos en campaña…
Sena felices, sino quieren, me vale madre