Año cero de la apología del taco y de que cada uno entienda las palabras como mejor le venga en gana… que es batalla perdida…

Carajo con los carajos, dijo Simitrio Quezada cuando el escribidor le presentó un sonoro carajo. Pues al carajo con los carajos…

El tema del miércoles en voz de muchos que opinan desde los portales o las páginas de los diarios, fue la impunidad; el tema no pasó desapercibido en la visita que a Zacatecas hizo el presidente del consejo político nacional del PRD, Ángel Ávila.

Durante conferencia de prensa con Lupita Medina, candidata del PAN, PRD y PT que para resumir llamaremos como legalmente se llama: unidos por Zacatecas, se tocó el tema de los gobernadores abusivos; se planteó el caso local que pasará sin pena ni gloria y acaso, sólo acaso, el exgobernador de Sonora, Guillermo Padrés, pisa la prisión.

La historia es harto –permítaseme decirlo así- rara, porque… Comidilla de la población, en especial la que es ciudadanía, su objeto de detracción es el gobernante en turno, nada que asuste a nadie, y siguen las cantaletas a gritos de actos de corrupción.

Actos que se traducen en cifras que el común de los pobladores entendemos porque las leemos, al menos pasamos la educación elemental –son esos que critican y cuestionan el “ler” con los debidos  de interrogación, los otro sin a “ler” llegan-.

Comidilla que termina en sonoros carajos, para decirlo por la vía de la amabilidad, y en señalamientos casi de guía del antiguo testamento al estilo película hollywoodense: Son unos ladrones, todos los sabemos.

Y en ese todos –y meten a todos sin contemplación- lo sabemos… Ergo… Todos ¿Seríamos cómplices por omisión?

Pero luego llega algo temido, entendido a lo mejor no como es, como si fuera un flamante que la mayoría cree que es para insultar –en todo caso podría decirse: Relumbra de pendejo-, y la nueva palabra, es…

Impunidad…

Y la impunidad no es otra cosa que la circunstancia de no recibir castigo un delito o un delincuente.

¿En qué momento se es delincuente? Cuando se actualiza un delito, suena raro, pero es cierto, si se cubren los requisitos para que una acción sea delito, entonces estamos ante eso.

Y el exgobernador Padrés cayó –y sería, quizá, el primer caso de un ex gobernador en esa situación, excepción hecha del de Aguascalientes por un peculado y que pasó las de Caín- y se entregó, y se le generó acumulación de delitos.

Y Javier Duarte salió de Veracruz por la puerta aérea y fue notorio para muchos, no para todos –eso sería un exceso platicado líneas arriba- y como Padrés, habló a espacios informativos y no negó nada, la diferencia es que Padrés ya enfrenta un proceso y, de resultar responsable –que aún no lo es- estaríamos ante lo contrario de impunidad. La diferencia es que uno dio la cara.

En todo caso, y para cualquier caso ¿Por qué hasta el final? Esa, Watson sería la pregunta correcta…

No sean felices, hoy no..