El escribidor se negaba a tocar el tema, pero luego de una caminata nocturna a tose y tose, se decidió, porque luego de leer algunas cosas se pone uno a reflexionar.
Desconoce, mientras perpetra el teclado, ¿Quién le mete ideas a una diputada al grado de considerar que llevar al muro de honor de la Legislatura deben estar los medios de comunicación y etc? Esos muros son el reconocimiento a la trayectoria de alguien en el estado, como lo conocemos ahora.
Y, como casi siempre que salta el tema, el escribidor insistirá y como siempre no tendrá respuesta: ¿Por qué no está en el muro legislativo el nombre del capitán Miguel Caldera? La incógnita repiquetea ¿No lo merece? ¿Era su destino ser grande, quizá sin llegar a saberlo, de una región del norte del país y que abrió caminos al mineral del hoy San Luis Potosí e incluso a las entonces tierras baldías más al norte?
Porque a la diputada, como a muchos de los pocos ávidos lectores, les pasará de noche, algunos puede que sea la primera ocasión que lean el nombre del “capitán mestizo”, el pacificador de la gran chichimeca.
Pedir no empobrece, que lo concedan es otra cosa, y se cita tomado de http://colotlan3.blogspot.mx/2009/02/el-capitan-miguel-caldera-es-una-de-las.html (Posted by Lozada)
“El Capitán Miguel Caldera es una de las figuras más importantes de la historia de nuestra región, lo que fue en tiempos antiguos “La Gran Chichimeca”. Especialmente para Colotlán, pues es gracias a sus importantes gestiones por asegurar la paz, que se formó nuestra ciudad hacia el año de 1591. No obstante, no existe un reconocimiento explícito para este gran hombre nacido en Zacatecas, durante los primeros años de los descubrimientos mineros, y que tan entrañable relación tuviera con nuestro poblado”.
Para Colotlan es una figura de importancia, incuso en San Luis Potosí una avenida lleva su nombre y este quizá de los primeros mestizos nacidos en la entonces no vetusta menos burócrata… y sigue la cita de la liga mencionada antes
“Miguel Caldera fue el primero de los mestizos notables del norte del continente. Desempeño el papel principal al llevar la paz a una tierra de guerra, de torturas, de arranque de cueros cabelludos, de asesinatos, de incendios y esclavitud, donde se decía que las pérdidas de vidas y de propiedades fueron mucho mayores que durante la conquista de Cortez. Descubrió uno de los más grandes filones de plata y fundo una de las ciudades más importantes de México. Pese a su humilde origen mestizo, se elevó casi al nivel de magnate en su tierra natal. Pero su nombre ha sido olvidado en México y en su tierra. Nadie le rinde homenaje al hombre que hizo posible la paz chichimeca, el nacimiento de nuestros pueblos, y la explotación minera que enriqueció a los europeos. (Negritas e itálicas, el escribidor, N. de la R., chingado, siempre quise poner eso…)
Las citas, además, se toman de Fuente: Capitán Mestizo: Miguel Caldera. Philip Wayne Powell. FCE. 1977, que es un libro altamente recomendable.
¿Méritos?
“Su padre fue uno de los exploradores españoles que descubrieron plata en el norte; su madre fue una de las primitivas chichimecas. Miguel surgió a la fama como soldado en la guerra contra el pueblo de su madre. Luego, como capitán y juez de la frontera, logró una paz humana e inteligente, que unió a los chichimecos con los españoles, negros y mestizos más civilizados que asentaron sus hogares en estos confines”.
“Los padres de Miguel vivieron juntos, pero no bajo el matrimonio cristiano, su madre había sido bautizada y ambos eran fieles devotos, dados a orar y entre los primeros religiosos que llegaron a Nuestra Señora de Zacatecas, como se nombró originalmente a la ciudad. Miguel nació hacia el año de 1548, y es muy probable que su madre muriera siendo Miguel aún muy pequeño y por ello su niñez transcurrió bajo los cuidados de los franciscanos. El pequeño niño vivió en su más tierna infancia las emociones de los descubrimientos de las minas de plata y la amenaza de los ataques chichimecas. El deslumbrante brillo de las espadas, lanzas, ballestas así como los arcabuces, las cotas de malla y las armaduras, captaron su atención, y despertaron su deseo por convertirse el mismo en uno de esos temibles jinetes que valerosos arriesgaban su vida en la frontera salvaje”. (Fuente: Capitán Mestizo: Miguel Caldera. Philip Wayne Powell. FCE. 1977.)
Pero, Capitán, mientras tengamos estos legisladores, sé que no conoció bien a bien la figura, y me llevaría mucho rato explicarla, tampoco quiere el escribidor perpetrador, caer en la villanía y bajeza de sólo resaltar las malas cualidades que, a poca honra debo decirle son hartas las que estos cometen.
Pero baste decirle que eran algo así como concejales de la villa, los de ahora, no conocen nada de lo de antaño, la proeza por vuesa merced ejecutada, su trabajo, lo sabe Dios, quedará olvidado por muy muy largo tiempo en esta, ahora, vetusta burócrata….
Sean felices, es fin de semana y es lo único que les gusta… y si no quieren, me vale madre…