Llegaron, protestaron y se fueron, pero llegaron, aviaron y nadie salió a conciliar antes de que lo hicieran. Protesta pírrica, en efecto Francisco, ya no los hacen como antes. Puede cualquiera sospechar que alguien supo y calló, y calló, aún cuando se publicitó en medios.
Y no que uno quiera la protesta como forma de solución a los conflictos y menos cuando no están en manos del estado –que puede ser el caso del Subdacobaez-, llegaron y se fueron inquietud de los trabajadores por si habría labores o no, pues no tuvieran tanta suerte.
Errores de escritura por dedos, responsabilidad de un teclado externo, morado el infeliz sugerencia de Omar Reyes –espero las tortas, y nada de que vamos, tas castigado- de por sí los cometo… pero esta ocasión me justifico. El teclado lo heredará Marina Gova cuando César Veyna acepte el trato comercial.
Se acerca el pavoroso domingo…
Y fueron 50 años de la diócesis de Zacatecas, los reporteros esperaban entrevista con el nuncio, que vino a Zacatecas, el tema, obligado, pero el caso de pederastia en San Luis Potoosí. Lo protegieron a capa y espada, con mala estrategia comunicacional del episcopado, que pudo haber dicho: Mal, mal, que lo sancionen. Y ya.
Pero optaron por el viejo truco de esconder, huir y callar… casi en el marco de la libertad de expresión, mostraron el oscurantismo que los caracteriza. Parece que no acatan los mensajes del papa Francisco… o no los entienden…
Por cierto ¿Sabía que el título de sumo pontífice se tomó de los tiempos de Roma, cuando el principal sacerdote pagano era el summus pontifics? Cuanto le debemos a Roma, hasta en buena medida el código familiar…
Esta semana el escribidor descubrió –gracias al método científico- que el peor insulto puede ser decir la verdad… Qué cosas…
O bien, será el modo para decirlas… ñorda… otra hipótesis…
A decir verdad –ahí va de nuevo- no entiendo el escarbadero, otra vez, en el bulevar, ni porqué un constructor se siete con los tamaños para dejar una colonia sin agua, con una obra que se debió entregar en diciembre, y con el beneplácito de la Sinfra, y a consecuencia de eso dañar una línea de suministro… eso y otras 20002 cosas no entiendo.
Que buey –y no debiera ser insulto, dado que es el mamífero más fuerte del planeta- ignoraba que el reproductor de música puede repetir canciones hasta el cansancio… si, debí preguntarle a freshi15.
¿Alguien tiene libros de Marco A. Almazán? El escribidor es torpe, los regresa… hace tiempo que no se ríe a la lectura de alguien como él. Creo que nunca pasó por la mesa de lectura El Abominable Hombre de los Peines… ai les encargo…
La noche cae, el escribidor ve a la distancia, lo suficiente para escuchar el trato de la joven y un ebrio, desconocidos entre ambos; hacía un rato ella revisaba su calzado, su minifalda, tocaba sus redondeces una y otra vez, como si quisiera alisar lo imposible. Sube el escote -¿Para qué usan escote si se lo han de estar a sube y sube?- pero es parte del atuendo. Al menos eso parecía.
El ebrio, de cacería –a las 03:00 horas, que no eran, cualquier lagartija es caza mayor- pero intenta convencerle que suba al auto y le ofrece dinero.
Llega un tercero, empieza el lío. El novio. El ebrio se disculpa una y otra vez hasta que se harta y reta. Un empujón lo pone fuera de combate.
La pareja camina, se pierde entre sombras y luces. El otro maldice y reta, al que pase. Le dan no sólo gusto, también en toda su madre… pero esas, también, son cosas… de la calle –frase usada en otra columna, añeja, tomado el nombre de la obra de teatro o ¿Debió poner el escribidor: de la obra de teatro homónima? Para Simitrio…-
Sea feliz, sino quiere, la neta no importa …
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