Bien pudo llamarse la fiesta de los adelantos de participaciones federales porque como cada año los ayuntamientos hacen esa solicitud, con cargo al dinero que dentro de un ejercicio –un año- les tocará tener en su responsabilidad.
Es una medida emergente y casi siempre pone en apuros a las administraciones municipales, esas mismas lejos de buscar soluciones de austeridad deben enfrentar la afectación en sus participaciones, producto, a su vez, de lo solicitado por administraciones pasadas.
Es como la cabeza de la Hidra y no hay nadie que pueda ponerle un alto, parte del problema puede radicar en la alta disparidad en salarios, porque los de puestos de elección popular sí que hacen su agosto –por decirlo en modo coloquial-, y mantener una burocracia de origen electoral pesada, se vuelve, en sí misma una actividad pesada.
Parece que lo urgente en todos los dos niveles de gobierno en el estado es encontrar la forma de eliminar ciertos niveles de suntuosidad –que no son todo el origen del problema pero sí parte de él- porque eso en buena medida baja la presión social de animadversión ganada a pulso.
La recaudación municipal es siempre insuficiente tanto por la figura impositiva como por la negativa del contribuyente para hacer su parte, y, sobre todo, la urgencia de una actualización catastral –el ingreso principal- y de los cobros que pueden hacerse en la dotación de ciertos servicios.
Pensar en una retribución de eso, al menos inmediata, se vuelve cuento de hadas, porque lo urgente sería compensar los problemas internos de financiamiento, pero al mismo tiempo no descuidar la prestación de servicios.
Una cuestión que lleva más de voluntad, pero dado que esa voluntad es renunciar a ciertas prebendas y privilegios, todos prefieren hacer el número del muertito, y les sale bastante bien.
De entrada Zacatecas y Fresnillo informaron que, en el primero de los casos, pedirá 16 millones de pesos para enfrentar los compromisos de fin de año, particularmente los laborales –que en el caso de Ojocaliente llevan semana y semanas de no pago en Francia violación a las leyes del ramo y a los Derechos Humanos pero como estos a nadie le importan…- y…
En el segundo caso la friolera de 40 millones de pesos, en ambos casos también aparece la necesidad de contar con dinero para prestar los servicios municipales a los que está obligado el municipio.
Ese adelanto de recursos tendrá sus repercusiones justamente dentro de la siguiente temporada a la actual, de fin de ejercicio, cuando la novela se repita como ocurre desde hace ya por lo menos 20 años.
La historia, por el momento, parece que se repetirá por mucho tiempo y sin cambio, pero es posible, no probable, tampoco seguro que los boquetes no puedan taparse más. Por el momento ya no boquean, respiran.
Sólo para recordarlo, a ver si alguien hace caso, la lateral Sauceda a Guadalupe, a la altura de la vialidad siglo XXI, sigue como un completo desastre. Al estado no le interesa, al municipio menos, al diputado del distrito, pues bueno no es pobreza, así que no es ámbito de su competencia ¿Alguien?
Sean felices, si quieren, si no, me vale madre…