Y en el fondo radica la razón –o la sinrazón, si se quiere- de hacerse el muerto ante la presencia de los actos delictivos de la delincuencia organizada y el combate por terreo -¿No ha sido acaso escribidor, desde siempre el motivo de las guerras y conquistas?-, pelean palmo a palmo la calle, el único territorio.
Y, con las técnicas del compendio de los años, ahora buscan quedarse con el potencial cliente, el potencial consumidor, que compra, y no es raro, entonces, que veamos acciones de la delincuencia muy particulares y focalizadas.
¿Focalizada a dónde? a ciertos puntos y personas. Por reserva de ley, para la investigación, muchos datos no se dan a conocer, pero sí sabemos, vía una nota de El Financiero, que las mujeres llevaban drogas en la camioneta en que se encontraban cuando les dieron muerte.
No se da una clara razón de género, más bien encuadra en otra cosa, por las voces que se levantan –los sin quehacer- que gritan feminicidio, parece que le faltan elementos para encuadrar, porque en la camioneta llevaban hasta pipas.
En la mayoría de los casos a últimas fechas, los agresores usaron armas de nueve milímetros y.726 –para Ak-47- y hasta para R15, y dispararon contra sus víctimas repetidamente.
En ningún caso se robaron algo, llegaron, dispararon a matar y huyeron, casi todos en carros compactos de acuerdo con el remedo de comunicados de a la SSP de Zacatecas.
De ahí, claro que se da facilidad para pasar a la mera especulación y caer en excesos de que todo es narco, pero, ojo, nunca hay móvil de robo, ni secuestro que implica, de acuerdo al Derecho Penal, la solicitud de un pago para el rescate.
Ahora bien, no en todos los casos tiene que ser así, sería tanto como suponer que todos hacen robo de famélico. Las excepciones, lamentables, existen.
En resumidas cuentas, la ola de homicidios sigue, en muchos de los casos, por la delincuencia organizada frente a un grupo institucional francamente despistado, y que sigue en la celebración de haber ganado el proceso electoral ordinario…
Parte de lo cierto es que nadie le pondrá ni fin ni remedio por mucho tiempo, es mejor pensar que están pero como que no los vemos, y parte de lo cierto es que tampoco quieren.
Se acaba el año y vetusta burócrata es un caos vial merced a las compras propias de la época de la natividad, instituida en el día que se hacía el tributo y honor del Natalis solis invict o nacimiento del sol invicto que se asoció al nacimiento de Apolo y otras deidades de la antigüedad; nosotros en nuestra era y tiempo la dedicamos al dios consumismo.
Sean felices, si no quiere, me vale madre…