Año cero de la apología del taco y año dos del desabasto de algo…
Y sigue el homicidio doloso a todo lo que da, el mismo martes, apenas un día antes supimos de cinco mujeres muertas dentro de una camioneta, muertas a tiros, ahora fueron una mujer y dos hombres, curiosamente, quizá porque no es políticamente correcto no es periodísticamente importante ¿O qué?
El que maten a dos hombres no reviste la atención de nadie, acaso muchos se fijaron en la joven mujer muerta en el municipio de Enrique Estrada, que en los últimos días lleva su racha de muertes violentas.
Por lo menos la procuraduría emitió un comunicado en el caso de las jóvenes, muy jóvenes, mujeres muertas en Juan Aldama., de las cinco, sólo una era de ese lugar, las otra de Miguel Auza, ahí muy cerca, casi casi nomás en pasando la carretera.
Los hombres que fueron dejados hoy en las inmediaciones del hospital comunitario de Loreto presentaban un signo más o menos común cuando son levantadas las personas: Les dieron una golpiza antes de matarlos ¿Con qué fin? Vaya uno a saber, a lo mejor para que soltaran un dato o un ajuste de cuentas, no lo sabe el escribidor, pero los indicios deberán estar en el lugar, nadie vio nada, nadie oyó nada.
En Juan Aldama no se tiene reporte preciso, a lo mejor la autoridad sí, si alguien escuchó disparos. Al parecer el ciudadano no involucrado, nunca escucha nada, nunca ve nada, le gana el miedo por ambas partes, por una porque lo busquen y lo ataquen por soplón y de la otra que lo agarren por cómplice.
Así que se hace el muerto en vida.
Si algo le da vueltas en la mente al escribidor es que hasta en el morir hay diferencia de género… ¿Porqué más mujeres aparecen en esos hechos delictivos? Esa, Watson, es la pregunta correcta…
Sí, agradecen los peregrinos que la SSP y la SGG –ai batallen con las siglas- les ayudaron en su caminata a San Juan de los Lagos, Jalisco, y mientras tanto, en otro punto de Zacatecas un grupo de migrantes se quejó de que les robaron, así, nada más entrando a territorio de trabajo diferente.
Sólo se quedaron con su coraje, y cómo no, si cada año sea en Zacatecas, San Luis Potosí u otra carretera que pase por un estado, no falta el vivales, desde una institución que se aprovecha, o bien los muy organizados delincuentes, frente a los muy desorganizados vivales desde una institución.
Lo raro fue que ninguno de los defensores de migrantes, tan en boga las últimas semanas, salió para denostar lo sucedido… ¿También les dará orgullo?
Sean felices, si no quieren, ni a quién le importe…