Se acabaron las vacaciones, en vetusta como al resto del estado todo regresará la normalidad cotidiana, –Alfredo Femat, del PT no dado a dar conferencias de prensa, convoca a una, David Monreal, contrario a su costumbre, no la hará a las nueve horas, sino a las doce, y Judit Guerrero y su cabildo toman protesta a las cinco de la tarde, en el auditorio del Poder Judicial del estado- con la no novedad de que el incremento a los precios es real. Desde hace medio año –insistirá el escribidor- se anunció el incremento al precio de los combustibles.
Los gobiernos estatales estuvieron en la disyuntiva de enfrentar esa realidad y tenían dos vías: Endeudarse o incrementar impuestos; cada uno tomó la decisión que más le convenía.
En Zacatecas, con la memoria reciente del ido y ahora director del Fonatur –e insistente a ser candidato al Senado- , no sale de su asombro por tanta deuda, y optó por otra vía, la que nunca será agradable a los obligados, si, los ciudadanos estamos obligados a contribuir, y de acuerdo a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, a nuestras posibilidades.
Se puede ser parte del problema a lo mejor sus católicas majestades consideran que todos ganamos como diputados locales, si hasta el ecónomo local ve un centenar cuando marcharon más de tres mil. Se quedó con las ganas de ser lo que no puede ser: Político –baste recordar sus brincos entre siglas-.
Pero es el regreso a clases, de muchos a sus trabajos, vetusta burócrata empezará a perderla tranquilidad de las últimas poco más de dos semanas, y el caos vial, los negocios llenos de comensales etcétera, volverán a la normalidad.
Dentro del tema de moda: Impuestos incrementados y precio elevado de los combustibles, nadie reparó, acaso el domingo, en la serie de ¿Ejecuciones? ¿Ajusticiamientos? ¿Ajustes de cuentas? Qué a diario, sí a diario, se han ido incrementando.
Incuso con tintes de composición escénica, ya no basta llegar y vaciar la carga de un arma sobre la humanidad de una persona, no, como pasó el fin de semana, ahora dos mujeres fueron no solo balaceadas, también colgadas en un puente.
A querer y no, el hecho transporta a unos años, seis o siete cuando empezaron a aparecer los colgados en puentes, y nació la frase mediocre de: No pasa nada, nacieron los llamados a no informar. Caro, era no otra época, otro gobierno basado en estar culpando de todo a su antecesor.
El actual hasta se congratula de que nos manifestemos y, cuando lo hacemos, nos pide hacerlo pacíficamente. Alguien debe estar sonriendo a media calva, fierros de por medio ¿Era necesaria su posición? Era algo menos que irrelevante.
Empieza un nuevo ciclo y perdonarán, allende vetusta burócrata, que el escribidor se fije sólo en esta, pero a fin de cuentas, en esa transita a diario… Ya mentamos madre, ya nos manifestamos y ¿Ahora qué? Y ya ahora sí The Chíng… en uno días con todo el poder del bit, sin censura y sólo en Escándalo Radio… y a Saúl Monreal, que no le ven ni el polvo, del tingo al tango, los morenos podrían ver menos redes y más realidad…
Sean felices, si quieren, si no la verdad, no me interesa…