A diario encontramos, por una razón u otra, que dos personas, en promedio, mueren en territorio zacatecano, pero no a causa de muerte natural, tanto como por homicidio -que hasta podría entenderse como natural luego de una serie de balazos- y hasta por suicidios poco explicables –cítese por caso el de dos internos del CERERESO-.

El caso es que fueron poco más de 70 muertes durante enero –saque usted la cuenta- y si bien el canon periodístico marca que “todos los cuervos son negros”, en muchos de los casos, en su mayoría, fueron por acciones violentas, directas: A tiros.

Pero casi siempre nos quedamos en lo que pasó y no en lo que, primero, generó y, segundo ¿Qué fue lo que sucedió después de esas acciones?

Algo sí parece cierto: Mayor dinero para combatir delincuencia, no se traduce, necesariamente, en resultados.

A lo mejor habría que empezar por una especie de examen de conciencia institucional, tanto dentro de los cuerpos d administración y procuración de justicia, como de los cuerpos policiacos, porque algo, sencillamente, no encaja en el rompecabezas de tanta inseguridad y tantos caídos.

Y en buena medida el combate a prácticas no claras, o se hace, o se hace, discurso para persuadir al respetable de que hay acciones. No, se requiere, en todo caso, sí, acción, si no nos convertimos en el paraíso mediático de la declaración pronta.

En muchos de los casos a juzgar por el tipo de arma accionada –arma y calibres no permitidos para los ciudadanos-, lleva a pensar en otro tipo de cosas, y la población se percata, no así la autoridad, si bien lo nota, no parece tomar muchas cartas en el asunto, excepción sea hecha en operativos para detener ciudadano ebrios y al volante.

Eso, además, se traduce en una forma de recaudar. Y si bien la medida no es mala, el escribidor no deja de reflexionar, en lo platicado en alguna de esas calles de vetusta burócrata:

Si hay tiros, no se para nadie, pero no choque uno porque llegan todas las corporaciones.

O, no deja de pensar en aquél que dijo: Ya n pienso pagarles nada, ¿Qué tal que un día no completo y me matan=? Mejor me voy de Zacatecas y, a pesar de la incredulidad del escribidor interlocutor, se fue.

¿Nadie lo ve? Sólo el respetable…

Sean felices, sino quieren, me vale…