A Manuel Casas, hasta siempre amigo… GRRRRRRRAAAAACCIAAASSSSSS

La estrategia parece clara: Poner a las voces del pasado y “rostros nuevos” tomados de otras expresiones políticas convenencieras a dar una postura, pero, y a pesar de eso, por más respaldo y refrendo que se haga al impuesto llamado minero, la pelota está en el campo de la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El resto son impactos para orientas opinión pública, que también se vale, cada parte hace lo que le toca; por lo pronto falta para que se tenga una resolución y salen las voces en defensa, claro, en el estado de Zacatecas, y otras de defensa, también de Zacatecas, con intereses sociales en el tema.

Ya sea como estandarte de defensa o bien, como parte interesada, también con un estandarte de defensa de la justicia social; las mineras salen, en su propia defensa, como parte interesada y sujeto del impuesto.

Ambos creen que es e su competencia, de ahí que pueda existir controversia, pero véase en dos pates, la una, que lo del subsuelo es propiedad de la nación y la otra, que se le contamina lo que por encima de ese subsuelo está y de ahí la conveniencia de cobrar.

En el histórico de resoluciones, no definitivo, debe recordarse que en muchas ocasiones la corte apuesta por el beneficio de minorías.

Mientras a nivel del de a pie, la inseguridad se torna compleja, y enero resultó –local y nacional- , por mucho, el mes con mayor violencia en comparación con el mismo lapso de tiempo pero del año pasado.

Y los municipios, el primer nivel de gobierno, tienen que enfrentar las consecuencias de eso, ya instalan consejos a hacen pactos de cooperación, ya se hacen patos cuando tiene carencias, primero, de dinero y, segundo, de elementos para enfrentar su actividad policial, la de prevención.

Porque el estado deberá actuar en dos vertientes, tanto la prevención, fundamental como atacar las consecuencias de lo ella existente, la primera es de largo plazo, la segunda en todo caso, inmediata.

En cualquier caso, la resultante es friéguense los de a pié… que ya empiezan a sr víctimas de los grupos delincuenciales delincuenciales en disputa.

Sean felices, si no quieren ¿creen que importa?