Charlas Inútiles

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caballitoCuando el tema puede tener un mutis, no; parece que la sugerencia al oído es seguir en la palestra. Y no es grave, no, lo raro es la insistencia maniquea para hacer las cosas.

En su mensaje en redes sociales a la población del estado –concretamente a la ciudadanía- el gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna, saló de nuevo, ahora en redes sociales.

De entrada dijo que “nuestra entidad”, para referirse al Estado Libre y Soberano de Zacatecas consiguió “que el máximo tribunal del País (sic), la Suprema Corte de Justicia de la Nación, analice, discuta y, si es el caso, valide la Ley de Hacienda del Estado de Zacatecas, específicamente en los apartados que tienen que ver con la implementación del Impuesto de Responsabilidad Ambiental”.

Es una ligera imprecisión, porque fue el Poder Ejecutivo Federal, a través de su titular, el presidente de los Estados Unidos Mexicanos, el promotor de la controversia constitucional; así que como que hemos conseguido, es una distancia enorme.

Aclaró que aplicar el impuesto es un acto de estricta justicia social y “no una imposición deliberada para las empresas ni tampoco un capricho personal”. Posición no pedida, pero aclarada, digo, por si las dudas.

Pero es necesario recordar que fue el gobernador el que inició el debate y la molestia de los mineros con unas declaraciones desafortunadas, por decir lo menos, si bien, es necesario apuntarlo, las empresas mineras y a habían iniciado sus procesos legales contra la figura impositiva.

Por eso en su mensaje no estuvo de más aclarar y aprovechar la oportunidad para “hacer una invitación respetuosa los sindicatos y mineros, a fin de sentarse y dialogar, luego de dejar en claro que el Impuesto Ecológico no afecta absolutamente en nada la percepción de los trabajadores; sino que es un acto de justicia por lo mucho que Zacatecas le ha dado al mundo”.

Siempre en sentido figurado, se refirió a “esta mesa” y hacía una señal con la mano derecha para precisar el lugar de negociación, negociación que nadie en su gabinete ha podido – ni podrá- llevar a buen término, al menos la resultante de la suma de los hechos, lo deja claro.

 

“Afirmó que acatará cualquier determinación emanada de las y los ministros de la Suprema Corte de Justicia”, digamos que en esto no tiene muchas opciones.

Lo único que resta es que los corifeos sigan con sus posturas, porque en la última entrega, algo quedó en claro: El balón está en la cancha dela Suprema Corte de Justicia de la Nación.

El resto, son ideas mal estructuradas de mandar un mensaje a la población, un posicionamiento, que no posesionamiento, y ese, sí las cosas no salen, alguien nos agarre confesados…

 

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