Casi al finalizar la semana, se vuelve casi natural pensar que no todo fue diferente y que a cosa de pregonarlo y por decretarlo, el cambio no se da por arte de magia. Una cosa es decir, la otra es hacer.
En la actual administración gubernamental de Zacatecas se pregonó siempre un discurso de hacer todo diferente y, así como que muy diferente que digamos, no fue tal, además se pregonó que no actuaría como el antecesor en el despacho.
No hace más de dos semanas que el gobernador Alejandro Tello aseguró que el gobierno no es agencia de colocaciones, aunque para ser precisos, se los dijo a los candidatos perdedores o, si duele mucho, para todos aquellos que no alcanzaron el triunfo.
Es una forma de menosprecio, efectiva y válida ante el fracaso –porque además se sacudió de un manotazo a todos los alonsistas que viven, aún del erario desde 1998-, no dijo nada de colocar a otros incluso a los que en su oportunidad un signo partidista diferente al suyo, pero o no lo sabe o no le importa.
Ahora salta de nuevo la memoria cota, cuando con toda la parafernalia necesaria y excesiva, nombran a Eduardo Fernando Noyola Núñez como Comisionado Estatal de la Defensa al Contribuyente.
Algo semejante ocurrió en el gobierno de Miguel Alonso, era marzo de 2015 cuando designó a Leticia Soto como Procuradora General de Justicia del Estado, cuando la ex consejera presidenta del IEEZ no cumplía los dos años considerados en la Ley General de Delitos Electorales, para que los consejeros no tomen puestos en el gobierno.
El artículo 18 de esa ley es claro:
“Se impondrá de cuatrocientos a ochocientos días multa a quienes habiendo sido magistrados electorales, federales o locales, consejeros electorales, nacionales o locales… desempeñen o sean designados en cargos públicos por los Poderes Ejecutivo o Legislativo cuya elección hayan calificado o participado, asuman cargos de dirigencia partidista o sean postulados a cargos de elección popular, dentro de los dos años siguientes a la conclusión de su encargo.”
El actual nombramiento no sólo es ilegal, es atípico, Eduardo Noyola en septiembre de 2017, junto con Virgilio Rivera, en conferencia de prensa le azotaron la puerta en la cara al gobierno, con la amenaza de que “la elección estaba en riesgo”, sino recibían el dinero que requerían. ¿Cómo se llama eso?
Algo pasó en el medio, pues no sólo Eduardo Noyola se ponía reticente a cumplir , ya que estamos en el ámbito, aprovechó, y era consejero, a construir un partido político estatal, de la mano de su padre, del mismo nombre y asesor jurídico en SEDIF.
La Familia Primero fue el producto y pensaron, con el IEEZ, que bien podrían recibir el dinero y no participar en las elección, al cabo la Constitución ¿Qué? Pues en otro y quizá primer error involuntario se les concedió, pero luego, se vio abajo en el ámbito jurídico electoral.
Se negaron a participar en el proceso electoral local bajo los argumentos de que no estaban preparados, que no alcanzaban a meter candidatos, quedó claro que sí querían las ministraciones mensuales.
Al parecer las recompensas en la actual administración tienen una vía segura, sobre todo si se cometen errores públicos; esa es la señal, no tenían ni la menor idea de que, por ejemplo, a Noyola Núñez le pareció de lo más normal irle a reclamar e intimidar a su domicilio particular a un columnista y colaborador de DireccionesZac.Net, por haber destapado sus conflictos de interés en el partido La Familia Primero.
Es el ámbito diferente.
Sean felices, si quieren, si no me vale madre