A la memoria de Nicolás Sánchez, sacerdote, comunicador, buen compañero, gran amigo…
Diría Nikito Nipongo: me topé una joya literaria, digna de esas que lo dejan a uno sin palabras, y todo por dar revisión a la información diaria y sin demérito de que a todos nos toque alguna ocasión. Pero en este caso es la imagen, malita, por cierto, de la administración municipal de Guadalupe, Zacatecas.
La joya es, en un párrafo de un boletín para informar de trabajos de desazolve:
“Se previeron las posibles contingencias de forma anticipada, buscando preservar la integridad física y patrimonial de los habitantes de Guadalupe”.
Seco. Si se previeron, pues fueron anticipadas.
Y quesque es necesaria la unidad de las izquierdas, que puede llevar a pensar en el sentido ideológico, en el viejo tema de la unidad, en el sentido nacionalista más rancio, si se quiere, y que se jacte de serlo, pero por otro lado puede ser un síntoma de que por separado se les complica el escenario electoral. Nada descartable.
Si bien y con sus resultados, el PT puede ser la máquina de dos vagones…
Conferencia de flojera en la que el personalismo de Geovana Bañuelos, Gerardo Espinoza y Saúl Monreal, les llevó a demostrar que acaso pueden charlar, pero en la práctica no sacan un perro de la milpa, porque juntos no pudieron acordar un piche comunicado, en unidad, conjunto, cada uno mandó con sello diferente, pero mismo texto.
Y ¿CUÁNTO FUE EL GASTO POR EL CENTENARIO DE LA TOMA DE ZACATECAS?
Se presupuestó y autorizó por el congreso de la unión desde noviembre del 2013. Lo aprobaron los diputados de las dirigencias que hoy lo critican, excepto la de Movimiento Ciudadano y su diputado federal.
Los siete restantes aprobaron, discurso en dos vías, pues.
Los diputados federales de Movimiento Ciudadano, incluido el diputado zacatecano Ricardo Monreal Ávila, votaron el dictamen en contra. A favor, los del PRI -a huevo-, los cuatro zacatecano, el diputado por el PAN, José Isabel Trejo Reyes, la del PT, Magdalena Núñez y la del PRD, Amalia García Medina. También Tomás Torres Mercado, del PVEM.
El presupuesto, con todo y el tan llevado y traído centenario, se autorizó con el voto mayoritario de legisladores de los siete grupos parlamentarios, y quedó aprobado en lo general y particular con 465 votos a favor, 18 en contra y cuatro abstenciones.
Fueron de 400 millones de pesos, la suma total de todo lo que implica “centenario” y “Zacatecas”, como búsqueda, es de 533 millones de pesos, empero, deben separarse el caso de la Plazuela Centenario (Escuela Enrique Estrada) en Zacatecas, diez millones de pesos, y el Periférico Bicentenario, (Libramiento de Guadalupe-Zacatecas) 100 millones de pesos, no fueron parte de los festejos.
Renovación de espacio museográfico rumbo al centenario de la toma de Zacatecas (segunda etapa) tres millones cien mil pesos.
Gran Parque Ecológico en el municipio Zacatecas, Zacatecas 50 millones de pesos.
Plaza y Monumento al Centenario de la Toma de Zacatecas, Zacatecas, vente millones de pesos.
Plazuela Centenario (Escuela Enrique Estrada) en el municipio de Zacatecas, diez millones de pesos.
Unidad Deportiva Centenario en el municipio de Zacatecas, veinte millones de pesos.
Centro cultural toma de Zacatecas en el municipio de Zacatecas, 300 millones de pesos.
Festival primer centenario de la toma de Zacatecas primera, etapa quince millones de pesos.
Museo toma de Zacatecas, segunda etapa cinco millones de pesos.
Sobraron 23 millones de pesos para en actividades utilitarias, pero ojo, el monto, el real, son 400 millones de pesos autorizados nuestros diputados federales, zacatecanos, como la viajera Amalia García y, ya se ha redactado, a excepción de Lord Monreal.
Imposible olvidar a un gran amigo, compañero de micrófonos y de páginas en MOMENTO, hace catorce años –sino me equivoco- el presbítero Nicolás Sánchez nos dejó. Su legado, siguió. Fue un sacerdote creyente en activarse en medios de comunicación, en difundir, de conformidad con el Concilio Vaticano Segundo.
Opinaba y dejaba sus mensajes evangelistas en radio y prensa, acaso pasó alguna ocasión por Televisión. Era el escribidor más novato de lo que ahora es, y llego a tener amistad con él que, paciente, respondía interrogantes.
Fue vocero de la Diócesis, crítico en sus opiniones, culto, amable, enérgico, con un ministerio que por su personalidad sólo dos más siguieron, ellos también y faleido. Los presbíteros Pascual y Sixto. Capellanes taurinos, capellanes de los presos y de aquellos que saben que requieren médico de alma.
Hoy querido “father”, como siempre le decía, aunque no siempre le hizo gracia, me habría gustado tratar tantos temas con usted. Se que está en el sueño a la espera de la resurrección. Pero no lo olvidamos.
Permítame, como en Operación Despegue, cambiar mi despedida y dar la suya, llena de energía, de la mejor intención, una bendición, un deseo…
SALUD Y PAZ, PARA USTED Y PARA EL MUNDO…