A fin de cuentas sólo fueron elegibles tres candidatos internos a la dirigencia estatal del PAN, pasado, claro está el proceso de registro para la posición.
Fueron en primero término, Noemí Luna, presidente con licencia, luego se registró Arturo Rodríguez y, al último Leonel Gerardo Cordero Lerma.
Paco Guerra, Fernando Rayas y Elizabeth Mauricio o no lo hicieron o no alcanzaron requisitos de elegibilidad. Sin embargo, Elizabeth Mauricio, milita del municipio de villa González Ortega, se sumó a la candidatura interna de Arturo Rodríguez.
En una entrega anterior de esta perpetridad, se expuso a grandes rasgos la trayectoria de los contendientes, a esas debemos agregar la figura de Arturo Rodríguez.
Funcionario panista en un municipio del estado de México, cuenta con el apoyo del grupo Jerez de los “por siempre chavos”, que lidera Pepe Pasteles, y es esposo de la ya dos veces diputada local Emma Lissette López.
Ahora empieza el tramo largo a la jornada electoral interna del 9 de diciembre con la particularidad de la segmentación de grupos –en el PAN tradicional e históricamente, la unidad es ideológica, si algo queda de eso-, pero ahora sigue la lucha por alcanzar la dirigencia estatal.
No es cosa menor, en ningún partido, porque permite la interlocución con autoridades municipales, estatales y federales y, además, tiene la característica de recibir dinero público que, a lo largo del tiempo llevó a un sistema de partidos hegemónico y fuerte.
Tiempos idos, ahora la realidad, en este como en otros tantos partidos, es la discusión, el debate de qué hacer con el dinero y, de paso, con los compromisos laborales internos.
No, nadie se alarme, eso no es nada nuevo y en el transcurso del tiempo sirve de comidilla para cotilleos de café y, en la actualidad de las redes sociales para l sorpresa y un extraña indignación pública.
Representa, dirigir un partido, la oportunidad de ser parte de las decisiones del estado, para el caso local, por el control que de cada grupo parlamentario puede tener un presidente de partido.
En el espacio de medir fuerzas, Noemí Luna cuenta con el apoyo del grupo chabelino y de lo que queda de la sagrada familia; Arturo Rodríguez, como queda dicho, el apoyo del grupo de los “por siempre chavos”, y Leonel Cordero con parte de la sagrada, poca, algunos liderazgos municipales y un cierto devaneo con los habitantes de la casa de los perros…
Y MIENTRAS TANTO EN GUADALUPE…
Una quinientas personas quedaron sin posición laboral, pero con paga en la presidencia municipal de Guadalupe… suena a galimatías, pero el presidente municipal, Julio Cesar Chávez Padilla, no da pie con bola. Primero para cumplir con los compromisos y poner gente cercana.
Pero los compromisos llevaron a eliminar a unos de su posición sin correrlo de la administración porque un laudo a unos, digamos, dos años de juicio iniciada la denuncia, sería una carga de gasto más pesada que mantener una nómina de suyo pesada, y que fue de los reclamos de la presidencia con cincuenta y tantos días al frente.
Pongamos por caso que si Ud fue de los sacados de su posición, ahora puede sentarse cómodamente en la plaza central de la presidencia a no hacer nada durante ocho horas o, bien, salir a un café y hacer lo mismo cualquier otra cosa, de cualquier forma el pago llega.
Más que desorientado, a ratos la administración de Chávez Padilla parece más bien confundida y carente de operadores… tanto por eso como por las formas para sacar a alguien de la administración
Sean felices si quieren, si no, me tiene en el mayor de los sin cuidados…