La semana que concluyó dejó temas ya bastante escritos hasta por aquellos que no fueron ni a los eventos, mercachifles, políticos de poca monta y poco éxito metidos a periodistas –ellos creen-, a tomarse la fotografía con su ídolo. Rechiflas, amor con amor se paga dirían los ecos del pasado, activos en el presente, el gobierno del estado optó por tomar revancha de aquél enero.
Muchos de ellos allá en Pinos en la visita presidencial, eran de áreas de salud, cuando el presidente de México criticó el seguro popular, algunas voces, en particular de mujeres exclamarían lo contrario.
Su voz fue sofocada por las ovaciones y loas; Andrés Manuel no es más candidato, ahora es un histrión, calcula las palabras, las frases, las expresiones, su discurso a lo largo del tiempo sabe hace mella en el ánimo de aquellos que o escuchan con su retórica sencilla, maniquea.
Y remata, luego de inclinar el torso, ponerse erguido, volver la mirada de un lado a otro, fruncir el ceño, poner gesto severo, levantar las manos, señalar con los dedos, agitarse, entiende ya la fórmula y grita: “Me canso, ganso”, palmas del respetable.
De los primeros en llegar fue el senador José Narro Céspedes criticado ese día por la postura de sus subalternos, alentados por él, en el conflicto con la minera Peñasquito, los lleva a emitir opiniones hasta xenofóbicas.
Tal vez lo sepa, y como siempre no le importe, Narro Céspedes no está en buenos ojos ante el presidente de México, e insiste en negociar con una empresa a la que su delfín, Felipe Pinedo, se ha empeñado en destrozar y que, contrario a lo que están acostumbrados, Newmont (Mmonte Nuevo) y la corporación de oro (Goldcorp), le voltearon la jugada.
La presión que genera a 20 mil o más personas por falta de empleo es grave, pero siguen en la afectación minera que, si bien puede ser cierta, la empresa ha sido certificada muchas ocasiones a nivel internacional. Sn hablar de la afectación a la economía de las comunidades.
Se llega al absurdo de acusar de ilegalidad, cuando tiene una concesión,
la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizó la operación de la mina el 18 de diciembre de 2006. El estado lo gobernaba el PRD y Narro hacía berrinches para que ese partido le pusiera atención.
Eso por un lado. ¿Qué la minera contamina? Todas las mineras, la industria extractiva en general, la de transformación, de ahí que en ocasiones es curiosa la crítica en redes sociales contra la extracción, porque se redacta en dispositivos, los contrarios de la extracción no mediten que las piezas de sus tabletas, computadoras, teléfonos inteligentes se elaboraron con minerales del subsuelo.
Pero es el estilo Narro Céspedes, antes investido de PT, hasta de PRI (en coalición en el 2004 por la gubernatura del estado), PRD y ahora Morena
Habrá negociación, sin presión, José Narro tendrá que sentarse con un emisario del presidente de México y revisar el asunto, y de ser posible con ambas partes; no le hará gracias, pero deberá hacerlo si quiere una solución al conflicto. David Monreal tiene la encomienda…