Lo advirtió y con tiempo, en una entrevista tipo _gang bang_ para que al día siguiente escuche, vea y lea lo mismo; el Secretario de Finanzas advirtió que el dinero se agotaba.

Desde el cinco de diciembre del 2018, el gobernador Alejandro Tello advirtió esa posibilidad; en ese momento peligraban, como suele decirse, los pagos de salarios y aguinaldos. No sólo peligraron, no se pagaron, y se difirió, los subsistemas estatales empezaron a sacudirse.

Manifestaciones, protestas, enojo… llanto y crujir de dientes, dirían los nuevos mesiánicos; cada información termina en visita a la ciudad de México para gestionar recursos, ya para infraestructura, ya para salud, ya para educación.

El estado anuncia, presume de recaudar el triple, la deuda lo ahoga, disminuyó  de ocho mil a seis millones de pesos. Las mentes prontas buscarán culpables. Pero no vemos resultados o culpables.

Parte de la población se entretiene con el escarnio a figuras del pasado casi reciente, mientras unos sectores se ahogan por la falta de pago, como el caso de los maestros y, ¿Si eso lastima casi pronto los ingresos de otros sectores? Entonces la risa cesará y la preocupación iniciará.

Es claro que la federación escucha pero no atiende los reclamos de Zacatecas, permea aún y a pesar de la disposición del gobernador zacatecano, cierta distancia, al de sevicia por origen partidista y hasta lo pueril de los equipos en lanzarse porras y apoyo de enero a mayo, ignorarse informativamente en las previas…

Mientras tanto, se advirtió y cabe decir, no sin dejo de preocupación, que el no pago de nómina magisterial sería inevitable; Jorge Miranda lo dijo en esa entrevista, previó que la sexagésima sexta quincena no se pagaría. Nadie se movió con celeridad, la voz de ayuda no se escuchó.

La presidencia demuestra su control a los estado ahogándolos con la falta de recursos, como ocurría con el centralismo nacionalista de los 70s del siglo veinte; el avance federalista se detuvo en una sí, corrupción, pero ya como tema de enajenación muy llevado y traído.

Pero nadie hizo nada, espera y contemplación monásticas que en los hechos son dan resultados, porque parece que tampoco existen interlocutores, ni senadores –con los locales ni todos acuden a sesiones-, ni diputados federales.  Parece que Zacatecas y su gobierno están solos, aislados…