Si la consulta popular fue un éxito, en buena parte es porque se hizo, en los resultados la baja participación deja mucho que desear. Ganó el Sí, como era casi obvio que pasaría, después de años de discurso de campaña, que no de gobierno, de sostener que a la cárcel con los expresidentes. Pero…
Los jueces de redes sociales insistieron el primero de agosto en que se metería a la cárcel a los expresidentes, no leyeron o si lo hicieron, no entendieron, la pregunta, modificada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación:
¿Estás de acuerdo en que se lleven a cabo las acciones pertinentes con apego al marco constitucional y legal para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?
La parte de: Con apego al marco constitucional y legal. Es el mismo marco Constitucional y legal del que todo mundo reniega que no da resultados, el mismo, e inicia por el debido proceso establecido en el Artículo 14 Constitucional.
Debe darse aviso, siempre y cuando se interponga la respectiva querella, y seguir todo el procedimiento, una vez acusado, avisar, principio de publicidad, y un largo etcétera que cierto, inicia con la acusación, y sigue con las pruebas, con la posibilidad de que la parte acusa se defienda, y así, hasta concluir el proceso.
Claro que hubo agravios del pasado, sin duda, y en algunos de los casos se iniciaron acciones que se perdieron con el paso del tiempo, y las victimas siguen agraviadas, eso es cierto. Pero faltó porcentaje para las acciones, de ahí quizá que ahora el Morena considera que debe reformarse la ley en la materia.
La idea no es mala, pero ¿Por qué no se reformó antes? ¿No hubo análisis de lo que podría suceder? ¿No se analizaron las posibles variantes ni las carencias de ley? Al parecer, no.
En todo caso nadie puede decir, en contario, que el presidente de México no digamos que lo intentó, si no que lo hizo, el resultado, que calificó de exitoso, bien puede ser por la realización, pero, por la materialización de lo alimentado en largos años de campaña, no.
Ah, y Zacatecas fue el segundo estado, luego de chihuahua tal vez por la densidad poblacional, entre otros factores, que tuvo menor participación en la consulta.
Y mientras tanto en vetusta burócrata Godínez se dio el aviso del paso a semaforización naranja, pasamos en dos semanas desde el amarillo, cuando se había alcanzado el verde, y a pesar de las indicaciones, la población fue tozuda. Lugares llenos, la vida casi como antes de la pandemia, el resultado, más contagios y muertes.
La disposiciones ahora son disminuir la ocupación hotelera al 50 por ciento de su capacidad, y el aforo de restaurantes, bares y centros nocturnos -que ya fueron muy golpeados-, que tendrán horario de servicio hasta las 00:00 horas.
Los productos y recorridos turísticos, al 50 por ciento de su aforo, así como parques, jardines y cines. En los templos y centros de culto únicamente podrá haber la presencia de la familia nuclear.
Cursos de verano, en espacios abiertos, autorizados, y con 50 por ciento de participación sobre la capacidad total. Los eventos de capacitación tendrán que contar con un protocolo sanitario y sin coffe break.
El acceso de la niñez a museos y centros comerciales, será con burbuja social y, en el caso de los últimos, deberá haber una capacidad máxima de mil 500 personas.
El tamaño de grupos para guías turísticos se establece en un máximo 20 personas, y la capacidad de lienzos charros, plazas de toros y estadios de fútbol deberá ser de 50 por ciento de ocupación de espacios. Los eventos sociales tendrán que contar con un protocolo sanitario previamente avalado.
Las callejoneadas, conciertos y bailes no están autorizados para realizarse durante el lapso que dure el color naranja en el semáforo COVID-19.
Pero además, cientos de conciudadanos salen de vacaciones a lugares de alto riesgo, en especial playas, como las de Quintana Roo, Puerto Vallarta y, claro, Mazatlán, en Sinaloa, el único estado hasta la semana pasada, en semáforo rojo.
Queda claro, ni el gobernó federal, ni los estatales, saben qué hacer. Los ciudadanos tampoco, y son los que más propagan…