Zacatecas a cuatro puntos del Semáforo rojo, en la conferencia prensa de los lunes, se dejó el claro aumento – que no incremento- de los casos en la medida que no se siguen medidas sanitarias y, a creer o no, en que muchos viajaron a lugares que estaban en rojo, el destino de playa.
Ni aquí ni a nivel nacional ha sido posible contener la pandemia y la movilidad, las vacunas son de ayuda, no evitan contagio, pero en caso de son una buena defensa.
El proceso de vacunación, cabe decirlo, avanza a buenos pasos, empero, aún existe gente que a pese a la realidad de contagios y decesos, insiste en no hacerlo.
Se argumenta el derecho que tienen a no hacerlo, sí, pero en caso de epidemia o pandemias, como el caso concreto, las leyes de salud, incluso en bandos municipales, son muy claras, y pueden tomarse medidas preventivas, claro que en un país en el que importan imagen y percepción, serían medidas muy impopulares, y siempre importa más a la esfera política eso que el bienestar de muchos.
Tomar medidas en el corto plazo, queda comprobado, no es posible, el estado de Jalisco lo hizo y volvió a ciertas restricciones de movilidad y horarios, como paso en 2020 en Zacatecas, y en su momento funcionó algo.
A cuatro puntos del semáforo rojo, gobierno y sociedad, deben asumir su responsabilidad, unos advierten, invitan, y en otros casos, no el local, imponen, pero la sociedad tampoco responde con prontitud.
El cierre de lugares de alta concentración de gente, en especial comercios, resultaría en una nueva afectación económica, y se vuelve un dilema: Proteger más gente, que otros tengan problemas de empleo y consecuente desempleo.
Es un entre la espada y la pared ¿Cuál decisión se tomaría?
La Legislatura del Estado planteó hace unas semanas que la Secretaría de Seguridad Pública, vía su secretario, Arturo López Bazán, rinda un informe de la situación de seguridad.
O no la ven, o no la viven, y viene a la mente del escribidor que el diputado Javier Calzada Vázquez en unas tres ocasiones, abordó el tema en tribuna, focalizado a la región de Ojocaliente, y acusó las extorsiones que, en especial comerciantes, viven.
Y ya en el tema, en 2019, en una entrevista radiofónica, el secretario de seguridad reconoció, aceptó, entre otras cosas del tema, que en el caso del Cerereso existía cierta «porosidad» en los controles de acceso.
De eso deriva que en cada revisión encuentren objetos ilegales, sean celulares, armas hechizas, y droga. Pero a pese a reconocerlo, la situación tampoco cambió mucho.
La semana pasada se reportaron tres revisiones con el mismo resultado. Algo está mal, lo saben, pero no se corrige.
Y fue un fin de semana de al menos 12 homicidios, la mayoría mayoría Fresnillo, y el último cerca de la medianoche del lunes en un bar de Guadalupe, al que entraron desconocidos y dispararon y dieron muerte a cuatro comensales.
Sin hablar de aquellos que amanecen muertos, sin hablar de los colgados y los 17 policías muertos este 2021 ¿Requieren más pruebas los representantes populares? A lo más que pueden llegar será a sus acostumbrados puntos de acuerdo de «obvia y urgente resolución», que en todo caso son un llamado a misa…
Les quedan menos días, y el 27 de agosto se tendrá el informe de labores del gobierno, y veremos algo no común: El 7 de septiembre se instalará la LIV Legislatura, la glosa, ese ejercicio medio inútil, será antes, acaso veremos el cambio de poderes el 12 de septiembre, y las tomas de protesta de los presidentes municipales.
Y sean felices, es una orden…