Son los que pueden proponer políticos de elección popular, y salen sancionados. Los partidos políticos, todo un caso, entre todos tres millones de pesos de multa.
Y todo por irregularidades contenidas en los informes financieros que por ley deben; el monto es por tres millones 847 mil 382 pesos, derivados de las observaciones –que impugnaron, claro- de la revisión de los informes financieros respecto del origen, monto y destino de los recursos de campaña y para actividades ordinarias y específicas en el ejercicio fiscal 2010.
La sanción la impuso el IEEZ. Y fue a todos. Solos o unidos.
Las multas: al PRI, con 119 mil 634.85 pesos; al PRD con un millón 788 mil 711.29 pesos; al PT con 161 mil 323.45 pesos; al PVEM con 34 mil 450.31 pesos; a Movimiento Ciudadano con 661 mil 913.86 pesos, y al Nueva Alianza con 34 mil 167.93 pesos.
Por las irregularidades de forma se amonesta a todos. Y les piden que no hagan conductras, en el futuro que “atenten contra las disposiciones en materia de fiscalización electoral, y se les exhorta para su cabal cumplimiento”.
Por las irregularidades de fondo, el Consejo General determinó multar al PAN con 91 mil 995.73 pesos; al PRI con 122 mil 603.40 pesos; al PRD con 310 mil 124.65 pesos; al PT con 194 mil 416 pesos; al PVEM con 76 mil 294.89 pesos, y a Nueva Alianza con 251 mil 746.16 pesos.
De su transparencia ni hablemos, no son de los mejores posicionados, si bien mejoraron su calificación…
Ellos son los que proponen, nosotros los que elegimos ¿Nos fijamos por quién votamos?
Es mediante los representantes, en especial los del pueblo –los diputados, pinche escribidor, cómo eres rollero- que se aprueba el gasto, la planeación y la fiscalización, sus funciones y atribuciones, pues claro, en la constitución, la de los Estados Unidos Mexicanos –que así se llama el país- y la propia del estado, como dicen los clásicos.
Parece que de su origen vienen mal, eso podría explicar muchas cosas, por eso la insistencia de ver y conocer, enterarse, de trayectorias, ideas, propuestas, cuáles viables y cuáles no, y, para dolor nacional, sí, acertó: Hay que leerlas.
-Es como si te dieran una mordida, pero así bien pinchi fuerte, así se siente y como calientito- responde cuando el escribidor preguntó qué se sentirá un balazo. El hombre es especialista, recibió varios en su carrera policiaca. Muestras las heridas como si fueran medallas, casi define el calibre y como sonó, luego dice que por la tensión, ni se sienten, sino: Hasta de ratito, bien pinshe calientote y duele a madres.
Con voz como que imita a un experto, agrega: Te la tiene que sacar de volada, sino se infecta la herida, pero claro, pueden quedar pedazos, esquirlas, y “también” está cabrón, porque luego duelen, eso me han dicho unos compañeros –se siente en el servicio activo, tiene años en el retiro-.
-Pero pos no sabía uno hacer otra más que andar de cabrón paques la mera verdá; pero sea como sea, no viera, duele a madres. Pero veces ni se sienten, porque está uno bien caliente, azorrillado bajo el fuego, casi siempre os malos agarran a traición, nos venadean gacho, pero es su jale, y el de uno no dejarse.
Dice que así e pegaron el primero: “aiga visto”, putos plomazos por todos lados, nomás tirábamos a lo wey, en o que saqué el brazo pa’ apuntar–se arremanga la camisa y muestra-: Por aquí entró la wey bala. Es cuando sentí como una mordida.
Bebe de nuevo, suspira: Y dicen que hoy está más cabrón, sabe… se sume en sus pensamientos…
Para que sirvió el asta bandera… monumental. Al escribidor le gustó, recuerda sus clases de primaria –en diversas primarias del país- y el mensaje era siempre el mismo: Amar a la bandera, respetar sus colores, dar la vida por ella. Emblema que une. Hasta reglas tenía, reglas que muchos han olvidado.
No se aplaude en presencia de ella, en su presencia, todos se ponen en pie y saludan, erguidos, los dedos de la mano derecha extendidos, sin el pulgar abajo; en la calle seis pasos antes se saluda, seis después se pone en firmes –o algo así- si se trae la cabeza cubierta –sombrero, o bonete- se descubre.
¿Es otra época en el mismo país? Parece, ya no es aquella de changüichitos cortados en triángulo con vasos de coca cola fría y papas fritas de bolsita para las fiestas, vestidos de terlenca y playeras –acampanados – o los Topeka –también acampanados- de dos colores hasta la caída al calzado, y zapatos vagabundo casi siempre perforados o rotos de lado a lado en la suela de goma -¿Alguien recuerda que se podía borrar con ella lo escrito a lápiz?-
Y nadie en los Servicios de salud ha dicho de construir o no la unidad para quemados en el estado, a ver sino llega la solución drástica: Hasta que no le suceda a un familiar cercano a un político –ni lo mande Dios-, que es cuando se dan respuestas. Lamentable.
Quiere Simitrio otra charla por los quemados, no suena mal, ¿Quién quiere conformar otro grupo de los cuatro fantásticos?
El antiguo hotel Victoria, hace dos días se cayó parte del techo, el inmueble estaba en malas condiciones y ajora quedará sellado, se volvió un riesgo. Por lo menos se retiró ya el escombro, y no resta mas que esperar el rescate de un edificio que está en una zona que y de acuerdo con las fotografías de la época, parecía el corazón social y comercial de la ciudad de Zacatecas.
Se estudiaron las posibles acciones, entre ellas pies derechos y largueros que sustenten y garanticen el buen apoyo de las viguerías de los techos y de toda la finca, que tiene medidas aproximadas de 40 metros de ancho por 30 de fondo.
Y cerrar durante cinco días para asegurar el edificio, que está en una calle de fuerte afluencia comercial, pasan automovilistas y transeúntes en su amplio frente, es un edificio bello, sin duda.
Mañana no hay charlas inútiles…
Poco analizan la despedida: Sean felices –claro- si quieren –no es a fuerza- sino quieren no me interesa –porque la indicación es ser felices ¿Ya? Nada de que pinche amargura, nada de eso…
Entonces: SEAN FELICES, SINO, ME IPORTA UN BLEDO