Charlas Inútiles

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arana¿Cómo eran aquellas tardes de lluvia y después de la lluvia en invierno? Encerrado, viendo la programación de la televisión juarense –qué, tenía canales de Los Angeles- no llegaba la señal del cinco, nada la de la XEJ, de allá. El canal dos sí se veía, y los locales de El Paso.

 

Muchas estaciones –recuerda el escribidor- de FM, como la K98 o Stereo Rey, Radio Chamizal, o Radio Trece en AM –que creo que tiene la misma identificación hace más de treinta y tantos años-.

 

Oler la humedad, esperar la lluia pasara, que la bicicleta esperaba paciente al ansioso chamaco a subirse –afición que peridó en Zacatecas, por aquello López velardiano de las bajadas y subidas que son una broma pesada al turista- ,y a esperar.

 

Una vez que escampaba, a darle vuelo al pedal, pasar los charcos, fuera despacio o fuerte, para eso estaban las salpicaderas… no eran exorcista para eso, eran vagabundo–y sólo unos pocos saben de qué habla el escribidor- y  darle por la 18 de Marzo, Justo Sierra y otras -¿No hay calles con esos así en sus ciudades?- no muy lejos, que también hubo zonas –existen en la memoria- desconocidas al escribidor.

 

Ir a la nevería Acapulco y comprar unos dulces gringos que tronaban al contacto con la saliva y que siempre consideré malo, pero todos los usaban, prefería un three muskeeters o un sniker o un mazapán… muchos de los dulces conocidos en el sur de México no existían en esa zona.

 

Todo era oler humedad, humedad que en primavera siempre genera rinitis al escribidor… viene a la memoria la tía María y sus gorditas –de harina de maíz y de harina de trigo, juarenses, qué- de carne molida “con auga de pozo” y servía al inquieto, que se fascinaba con el vaso de barro y el agua de pozo, que no era otra cosa que Peñafiel de limón…

 

Si otoño, me pone como melancólico… no siempre, luego se le olvida al escribidor, porque invierno es peor…

 

Y dado que nada más leen los cuatro o cinco primero párrafos, ni se esforzará muchos el tunde-teclas  en lo que sigue…

 

No salieron tan transparentes como presumieron, en especial el de Jerez, y con el de Jalpa y  el de Genaro Codina, la Ceaip les dio multa por no contar con la información de oficio en su portal de internet. Incumplen, son opacos, pero nosotros les creeremos cuando busquen una diputación y digan que harán valer la ley.

 

¿Importa?

 

Sí, el escribidor está seguro –como nunca… no, no es cierto, también ha estado seguro antes- de que los ciudadanos votarán por ellos y los perdonarán. A huevo. Si es que buscan una posición electoral.

 

¿Importa?

 

Son treinta y un mil 885 morlacos por piocha. A pesar de las multas, las llamadas, las capacitaciones, los presidentes municipales y aún otros, incurren en opacidad.

 

¿Importa?

 

A nadie…

 

Salvo a la Ceaip, claro está, vigilante de ese tipo de cosas. Fuera de eso los diputados, en su mayoría, buscan reflectores por todo…

 

¿No hay regidores en el municipio de Zacatecas? Callados, calladitos… gorditos y bonitos, muchachos. Ya ni el escandaloso Xerardo vive en Zacatecas….

 

¿Importa?

 

El otro día me preguntaron por Chava.es, ya ni me acordaba de él.

 

Geovana Bañuelos, dirigente -¿dirigenta? A ver los de equidad, ¿Dónde pinches están? Levanten la manita- arremetió, otra vez, contra el secretario de seguridad pública en el estado, Jesús Pinto, y no lo quiere, cuando era diputada ya tuvo a bien tundirlo en una comparecencia.

 

En esa ocasión el General le dijo que sólo porque era una dama, no le respondía… pues no le gusta para el mando único –en realidad al PT no le gusta nada que haga el actual gobernador, eso debe quedar claro- y pide un mejor perfil. Pongan a quien pongan, el PT Monreal no estará satisfecho, no olvidan lo ocurrido hace cuatro años…

 

Había una nevería, la Trevi, en la 16 de septiembre, en Ciudad Juárez, sigue allá la necia memoria –y en parte culpa del escribidor por escuchar a Simitrio Quezada- elaboraban, en una maquinita, una especie de raspado de limón huérfano de madre…

 

Fue la primera vez que el escribidor se salvó de que un Delfín –unos buenos camiones de transporte urbano- le pusiera un madrazo. No corrió con la misma suerte con un automóvil, el raspado salió por un lado, la bicicleta por otro y el escribidor por otro. Tercia, que no trío, digamos que la unidad se descompuso en tres, peor la del escribidor que quedó madreado en el pavimento. Intacto pero adolorido.

 

Es terrible el ruido de un freno activado a toda potencia, y el chirriar de las llantas, no se da cuenta uno de donde viene. No es lo mismo que te peguen a los ocho que a los cuarenta y un chingo.

 

Y no me voy, me echan.. sean felices, si quieren, sino la neta no me interesa…

 

One Reply to “Charlas Inútiles”

  1. no eran exorcista para eso, eran vagabundo, –y sólo unos pocos saben de qué habla el escribidor-
    Claro eran los zapatos de moda en los 70´s.
    Los exorcista eran sin tacones ni costuras y los vagabundo de gamuza con una gruesa suela de goma (¿o me equivoco mi estimado Mario?)Sigue por ese camino, la nostalgia te sale bien.
    Saludos

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