Se le ocurre al escribidor y todo por leer las publicaciones del Simitrio Quezada que, sí, es cierto, no hay duda –así no se deja lugar a nada ¿verdad?-: Una coma cambia el sentido de todo. ¿Qué tal si el título de esta columna tuviera una coma entre ambas palabras?
O bien, en la última descompusiéramos la palabra y se pusiera coma entre la “L” y la “ES”.
Viernes de ocio, es peligroso, la imaginación vuela más alto que cualquier aeronave construida y más lejos cualquier ave retrasada de la parvada. No quiero odiar el otoño, pero este año se ha portado raro –a la primavera, como la navidad, el escribidor las vomita-, en especial por la rinitis y los ojos rojos.
Son por horas, como cuando en aquellas escuelas, en el cambio de temperatura, cuando el papel de baño era de colores, el “esprei” que se ponían las mujeres en el cabello olía a química pura, el ddt llegaba a los pingüinos cuando pretendía acabar con plagas de las cosechas.
¿Qué ya las mujeres no usan tubos en el cabello? De lo que se viene uno a enterar… ¿Qué tampoco medias?
Los cohetes lanzados al espacio, desde la Guyana Francesa, o en Cabo Cañaveral o Baikonur, de los 70’s contaminaban el cielo, en la competencia por el dinero, dinero, dinero, generar consumismo, que todavía estaba medio en pañales –comparado con el presente- la contaminación por monóxido de carbono de lso escapes, la gasolina con plomo.
¿Por qué medio en pañales? Las cosas funcionaban hasta que se descomponían, se mandaban a reparar, coser, pegar, pero “lo usas hasta que te o acabes” .
Y existió aquella conciencia de cuidar lo más posible, una radio –sí, de transistores ¿Hubo o soñé que hubo en formas coquetas?-, luego se metió la necesidad de ser de estar, aparentar. Sí, esa sí vía medios de comunicación, la mejor forma de controlar a las masas –pinche Goebbels, supo lo que hizo-.
Nada hacía daño. Hoy hasta una pinche coca cola está satanizada, bueno hasta las planchas para la ropa… que dan cáncer…
No había cambio climático, pero nos esforzábamos por lograrlo. Se hizo bien la plana. Hasta que se acabó una parte de la capa de ozono. Todos, pongan estrellita dorada en sus frentes.
Cuando aquellas series de TV y su sola mención –eran de ficción- generaban la regañada de las madres: Como es posible que creas en esas cosas. Hoy, la computadora del hombre murciélago es una vacilada, hasta un teléfono inteligente es más chingón que ella. Y su batimóvil es una tortuga con cualquier carro de fibra de vidrio e inyección directa de combustible. Así que después de todo no era tan lejano, ni tan fantástico. Entonces imaginar sirve, Lennon lo creyó, en otro sentido, el social, ¿Qué diría si viera pendejitos ebrios cantando su canción sin entender el sentido de ella? Nada, porque el diría es como el hubiera: No existe.
De alguna manera otoño le trae al escribidor el recuerdo “Qué bonita es mi tierra”. Siento como ayer el calor del día, ese calor húmedo –parecido al de Apozol o Juchipila- el olor a café, naranja, tabaco –cuando se podía fumar en lugares de consumo de café y no había tanto llorón-, el tiempo impide recordar la figura.
Tal vez figuras como triángulos, en color blanco, con rectángulos rojos, ventiladores al techo, música de marimba, conjunto jarocho, trío, solista; el parque principal lleno de globos y niñas y niños llorones por la negativa de comprárselos.
No recuerda el escribidor un “gansito” entero, siempre estaba derretidos por l la mano invisible del calor. Y Chabelo –sí, ya existía- los anunciaba fríos y enteros en la TV. Nada que ver con el mazacote de chocolate y fresa que vendían en las tiendas.
Antes de dar vuelta a la esquina al hogar de la infancia –el segundo en la vida del escribidor-, existía una tienda, “la de los viejitos” decían nuestras palabras infantiles –todos morirían ya, por aquello de que luego de un tiempo queremos todo igual que como cuando lo dejamos al partir-, eran de cabellos no digamos canos, torundas. Pieles morenas. Sorprendía lo sobresaliente de sus pómulos.
Se movían con lentitud, el escribidor y su hermana iban tomados de la mano. Pedían gomas de mascar “motitas”, la más de las veces estaban sólidas como rocas; pero a paciencia y saliva, cedían…
Pasa el velo del otoño… llega la realidad, en vetusta burócrata se pone de moda insultar a la inteligencia de la ciudadanía, con frases cargadas de ingenuidad infantil y que pretenden parecer grandes demostraciones de talento de mercadeo electoral.
La primera, ya algo gastada, pero que la memoria colectiva retiene, no así la incongruencia. Lo anunciaron como candidato al 2016 –pinche afán de los adelantados-, sonreía y sonreía, no dijo que no, salvo cuando vio que podía cometerse una falta electoral. La frase. DavidA 16.
De lo novedoso, entre los verdes: Construyendo un Puente para Zacatecas. Así lo ponen donde pueden –en rede4s sociales- sí que desbordan una imaginación y talento a toda prueba. Ahora son vistos en todo evento púbico cuando antes ni al respetable ni lo hacían en el mundo.
Ya, lograron captar la atención del escribidor y opinó. Escribidor locuta hab –las etimologías grecolatinas del Español, era una materia bonita, será cuento de otra charla inútil, y eso si quedan ganas… y el escribidor se acuerda…-
En dos vías, mientras se informa de reforzar la seguridad, es decir, darle más fuerza, por el prefijo, las autoridades civiles hablan de su asunto, pero los militares dan cuenta de una acción que, de no haberla frenado sería atroz, rescatan secuestrados, se informó.
Primero, los delincuentes los agreden, los militares dan muerte a uno y hieren a otro, que cantó mejor que José José en sus tiempos: Los iban a matar, descuartizar y “cocinar”. Ya sabe, el baño de ácido. Antes, sí, antes, fueron, levantados, secuestrados, raptados. En dos vías, entonces, cuando se confrontan con la realidad.
Y taparon el peligroso bache que estaba en el bulevar Adolfo López Mateos –o como se llame ahora-, justo en la alcantarilla debajo del puente de la avenida José Jesús González Ortega. Es para informarle, no para aplaudir a los responsables de la reparación. ¿Cuándo acabarán esos actos de aplausos? Nunca. Lean a Nicolo, no acaban.
El partido MORENA recibió la acreditación como tal del consejo general del IEEZ, es decir, ahora tiene registro en el Estado. De lo relevante… no, estuvo mejor el concurso de debate organizado por el instituto y la UAZ.
Si anuncian manifestaciones, como se dejó en el nuevo marco legal en Zacatecas –qué manera de usar una referencia cuando se olvida uno de la nomenclatura-… ya, en el reglamento de tránsito, los estudiantes y demás, lo hicieron bien.
Empero, mal por las pintas, innecesario, se supone que e salgo muy delicado en una ciudad como la nuestra y al menos, hasta donde el escribidor se percató, fueron dos inmuebles con pintas. Si su padre fue pintor y heredaron sus pinceles…
Lo positivos, para ellos, es que no les harán nada. Lo que se dice, nada.
Sean felices, si quieren, sino ni a quién le importe…