En Tepic el centro de la ciudad siempre olía a nanche, esa frutilla que muchos idolatran en las costas y que a pesar de ser costa, al escribidor nunca le gustó el sabor. Se le hacía fuerte, y así de fuerte olía en el centro, si bien no llega a ser desagradable si a uno le desagrada, marea.
Y se vende en bolsita –o se vendía- o en vaso acompañado con chile limón y sal. Si bien no había como esas paletas de melón o las sandias en rebanadas en el parque -¿Cómo se llamaba?- dentro tenían un avión, entonces tan abandonado como el parque. Ahí se metían todos a jugar.
Antes el ceremonial: Ver como pelaban y cortaban las sandías, bañadas en abundante jugo de limón, cole y sal. Toda una fiesta. Esas tardes de parque, como en el de San José, pero ahora en el golfo, se rentaban bicicletas y por alguna extraña razón ahí los “gansitos” que vendían en el kiosko, no estaban tan desechos.
Aún cuando se sentía un calor del carajo, como todos los días, era una delicia pedalear y pedalear, dar vueltas y vueltas, saludar a desconocidos, hacer amigos de una tarde de domingo, o de travesuras infantiles. Sacarle la vuelta a las gitanas, que porque se robaban niños.
Sentarse a ver pasar los ADO, ya en ruta al puerto, a Puebla o a donde fuera. Las tardes de parque eran divertidas, incluso los domingos tenían otro color, apoyado con los globos, los algodones de azúcar, la ropa “dominguera”, que nos daba otro aspecto, el cabello hasta más relamido de lo normal.
Eran los setentas… en la radio sonaba Fresa Salvaje…
¿Qué pensaría antes de morir? ¿Será necesario pensar algo o sólo el querer ponerse a salvo? Sólo podemos imaginar. Quizá el joven intentó huir de sus captores, a fin de cuentas sus agresores, y recibió balazos.
Todo hace indicar que quiso bajar del carro, el de sitio, marcado con el 35, en una zona oscura casi como boca de lobo. Entre Guadalupe y Sauceda de la Borda, si bien más al lado de Guadlaupe. Nadie prende las luces del alumbrado público. Vaya uno a saber porqué, de alguna manera ayudan a inhibir una actitud como esa, un homicidio.
Son más de un centenar los conductores de carros de sitio que mueren así, bajo una agresión. Sea por robo, sea por confusión, sea por lo que sea. Los sin nombre quedan siempre así en las calles, ellas en los basureros y eso en el mejor de los casos.
Aún se investiga si contaba en su unidad con el botón de pánico y si de haberlo tenido, lo accionó. Suena complicado, al parecer era su primer día de trabajo.
En Jerez de García Salinas sí hacen labores de bacheo, en Guadalupe, no.
En toda comunicación actual debe exaltarse, al máximo posible y exagerado, la figura –nombre cargo, y rasgos de prohombre nacional- del que manda en las presidencias municipales. Así dice el manual.
Como desde hace sexenios –y trienios- nada se mueve sin la voluntad superior. Posicionamiento, dicen los enterados. Posesionamiento, los tarados.
Para los que están fascinados con la “Dictadura Perfecta”, la frase, titulo de la película, es del escritor peruano, nacionalizado español, premio Nobel de Literatura. Dijo en su momento:
«México es la dictadura perfecta. La dictadura perfecta no es el comunismo. No es la URSS. No es Fidel Castro. La dictadura perfecta es México», dijo un Vargas Llosa que a estas alturas ya parecía de nuevo el político intenso de hace unos meses. México, siguió, «es la dictadura carnuflada». «Tiene las características de la dictadura: la permanencia, no de un hombre, pero sí de un partido. Y de un partido que es inarnovible». (Tomado del archivo de El País).
Vargas Llosa fue declarado no bienvenido a México -¿O nos llamamos Estados Unidos Mexicanos como establece la Constitución?-, y lo dijo en los tiempos de la más cerrada época del PRI, la que muchos olvidaron y otros no conocen, pero que regresó –los más mamertos preguntarán ¿Acaso se fue?-.
El robo de combustible, directo de los tubos o líneas de conducción -no se cuál sea correcto, ya a muchos se les puso de moda ducto, como se les puso de moda el pendejete ”comentó”- afecta a los distribuidores, aquellos que tienen estaciones de servicio, y a nivel nacional Zacatecas es de los que aporta cuota de robo.
Curioso, la primera piedra de la casa de cultura en Ojocaliente, se puso en seguida de donde se registró el percance el 16 de octubre; y eso de acuerdo con vecinos de Ojocaliente.
Desde que se perdió la comunicación vía telefónica directa con personas, es un lío más grande solucionar algo. Intente llamar a su compañía celular, se sopla un buen rato de mensajes: Si desea… marque…
Y en su cabeza una larga lista de ¿Qué hacer? Cuando a veces la mayoría deseamos hablar con una persona que los saque de una duda. No dar por sentado que todo mundo entiende su jerigonza.
Los datos del cáncer de mama – ni modo, al nopal no le gustan las cifras, ai’ dispensarás a este escribidor-:
A nivel mundial, mujeres que mueren cada minuto: una
En México al año mueren: cinco mil
En Zacatecas: una cada semana
En Zacatecas en 2013 murieron: 76
En lo que va del 2014: 41
La incidencia del cáncer ha ido en aumento desde el 2006
Zacatecas se encuentra ubicado por encima de la media nacional en la tasa de mortandad ocupa el lugar número 13 en el país
Pero es último en muertes por cáncer cérvicouterino.
La mayor tasa de mortalidad: mujeres entre los 45 y los 69 años
En 2012 murieron 43 mujeres de entre 15 y 29 años de edad.
Factores de riesgo: Tener historial familiar de cáncer; no haberse embarazado; tener más de 40 años; primer embarazo luego de los 30 años, tabaquismo, alcoholismo, obesidad entre otros –siempre ponen entre otros ¿Cuáles serán? Es duda, nada más eso-.
Se despidió el presidente del CEE: Pues que te vaya bien Gerardo…
Ya. Sean felices, sino quieren, pues ¿Qué se puede hacer criaturas?