Diga sí o no, que se siente bien gachotote  escuchar los gritos de ese pobre cabrón, mire, gritaba, pero feo. De espanto

 

-No se, no lo escuché-. Pero ignora al escribidor, sus ojos se entornan como cuando lamente vuela a un momento del pasado, a la derecha, ligeramente hacia arriba. Se estremece.

 

Llegaron, eran un chingo, él estaba sólo con su vieja y su hijo, ya sabe no tan de noche, pero oscurecido; le gritó a su padre pidiendo ayuda, pero nadie pudo hacer nada, entraron por él, se lo llevaron, así, arrastrando, como animal. Pegaba de gritos. Pero eso no lo sacan ustedes, cabrones -se refiere a los periodistas, insiste a lo largo de la charla, como si uno fuera pinche adivino-.

 

Vivo al otro lado y mi vieja no me dejaba salir, la madre de ese cabrón lloraba desesperada, medio me asomé y no hubiera visto, chicas pistolotas y rifles. Se lo llevaron, nadie puedo hacer nada y estábamos de testigos, ahí con su jefe, pero ustedes no sacan nada de eso, están comprados cabrones.

 

-Bueno, pero sí da miedo- dirige una mirada de misericordia al escribidor y le perdona la existencia, con ese dejo que hoy utiliza cualquiera –todos- para sentirse analista y crítico del sistema: Ya fue hace mucho, y pues ni modo que sepan de todo y estén en todo. Y no, no eran policía, de eso puede estar seguro. Sabe en qué andaría el tipo, pero que cosas…

 

-¿Y en dónde fue eso? ¿Cuándo?

 

-¿Lo vas a sacar?-

 

-A lo mejor

 

-Vendido…

 

Total no les da gusto uno…

 

La constante es la protesta por Ayotzinapa, la constante es, es que no hay respuesta. Tácita, si se quiere, en aquella conferencia de la PGR, pero se quiere versión oficial. Sí, supimos de un procurador cansado. Sí, casi todo por redes, mejor y más loable a quienes protestan en calles y plazas, claro, si de protestar se trata.

 

Claro, duele a muchos mexicanos y a los padres de esos jóvenes que ahora se desplazan por territorio nacional y llegaron a Zacatecas, incluso les tocó el frío del semidesierto a su arribo… sirve por lo menos para hacer protesta, en los hechos, en las posibles soluciones, nada hay.

 

Mientras tanto en Zacatecas, un dato interesante –el escribidor no sabe si llamarlo escalofriante-, lo dio Televisa Zacatecas, en su emisión vespertina del 17 de noviembre, y es que en un mes se registraron 22 asaltos por un grupo armado y, dicen en seguridad pública municipal, que son ex miembros de corporaciones de seguridad.

Operan de una manera que en el football americano se llama ”jugada de pantalla”, marcan al 066 –que mire parece que a ratos sí funciona- hacen un reporte y la policía se distrae de su actividad para atenderlo, mientras se van a otro punto de la ciudad y cometen el atraco.

Esto sólo en la ciudad de Zacatecas, con las reformas que aplaudieron sus compañeros de partido, ahora en la capital  uno se tiene que soplar la falta de elementos policiacos, pero concatenémoslo con algo mayor:

Reporta El Universal

México. Tercer país con mayor número de policías a nivel mundial. Nos superan India y los Estados Unidos de América. El Universal revela que en un lustro dos mil 543 policías fueron detenidos en el país.

 

«Extorsión, abuso de autoridad, homicidio y retención de personas para entregarlas al crimen organizado, son algunos de los delitos en los que las fuerzas del orden se han visto involucrados.

 

México es el tercer país con mayor número de policías en el mundo, únicamente lo supera India y Estados Unidos. Pero ni estos 519 mil 739 agentes de seguridad, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), han podido contener los embates de los criminales.

 

Se calcula que siete de cada 10 miembros de las fuerzas municipales han sido infiltrados por el crimen organizado, asegura Lilia Aguilar Gil, diputada federal del PT y quien funge como secretaria de la Comisión de Justicia de la Cámara Baja.

 

Hace 60 días, las fallas de los cuerpos de seguridad del país volvieron a salir a la luz pública, y mostraron una policía débil y corrupta. La noche del 26 de septiembre desaparecieron 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, una de las regiones mexicanas más pobres. Los resultados de las investigaciones fueron crudos: la policía municipal de Iguala atacó, detuvo y supuestamente entregó a los jóvenes al grupo criminal Guerreros Unidos. Los buenos se convirtieron en los malos”.

 

Donde el entrecomillado termina, el escribidor continúa porque ese trabo reporta que desde hace tres décadas las fuerzas del orden fueron infiltradas; con el panismo se destapó la cloaca

 

Y pensemos, sólo por un minuto, que parte de lo que se reclama en cualquier estado, es la seguridad de sus habitantes mediante el legítimo uso de la fuerza; seguridad, y no, no se tiene o bien es deficiente. Concordemos con los 22 robos en la capital del estado.

 

Sin mediar mucho o nada, se asegura que son expolicías –o  exintegrantes de corporaciones de seguridad, puede ser- por el modo de operar, casi parecen declaraciones del procurador local, todo por seguir un patrón, pero con los otros datos, sí que se pone a reflexionar.

 

EL UNIVERSAL reporta que realizó un monitoreo de medios, y elresutado es:

 

De 2010 a octubre 2014, en el que se encontraron 244 eventos

 

Se detuvo a un oficial de las fuerzas públicas.

 

Para 2014, año que aún no finaliza, los registros van más de las 50 notas.

 

Ayotzinapa no es el primer caso. En mayo de 2011 se reportó la detención de 23 policías en el municipio de Tarandacuao, Guanajuato, por vínculos con grupos del crimen organizado. Una de las tareas que realizaban era vigilar a probables víctimas, detenerlas y entregarlas al cártel de La Familia Michoacana.

 

El distanciamiento entre la sociedad y las fuerzas del orden es grande, afirma Barrón, y casos como Ayotzinapa o Tlatlaya, Estado de México, lugar en que al parecer miembros del Ejército ejecutaron a supuestos delincuentes, lo ha incrementado.

 

La Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2013, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), registró que 90% de los encuestados considera a la policía como la institución más corrupta de México.

 

Has ahí lo dejamos, sólo para consumo, lo puede buscar  en el diario de referencia en la internet; la policía no puede y la Metropol parece de ornato. ¿Porqué no entra a los barrios y colonias para reforzar ahora que se quedaron con tan pocos elementos preventivos municipales?

 

La estrategia les parece sencilla porque medio la usaron en el pasado; criticar al gobierno en turno para sacar dividendos, y el señor tenebroso activó a todos su mortífagos en todas sus posiciones. La marca está en el aire, ya no pueden esconderse, así que se dejaron ver. Justo el día del día del Señor.

 

No construyen sobre algo, sino sobre lo fácilmente criticable, así es como funciona la mente de ellos, en su momento le funcionó, a la vuelta de los años parece que lo olvidamos, como olvidamos todo

 

¿No nos pasaron del estado más seguro a uno de los diez más seguros y luego el tema se diluyó como si nada? ¿Nadie recuerda ese tiempo? Sí era el sexenio de RMA.

 

Ya a la sucesora le tronó en las manos y en el actual gobierno fue un descontrol; los ciudadanos pagaron la factura, y hoy se reagrupan a decir que quieren volver, qué cosas.

 

En el concierto de Los Querendones conoceremos su más reciente éxito; Quiero ser gobernador -.al cabo nadie me recuerda- los anotados no están sujetos a sanción porque no hay institución que los controle; están fuera de cauce, desbocados pues –bueno, bueno, puesn-.

 

Ya sin ningún rubor, si el escribidor ha propuesto analizarlos, no sería mala idea empezar a realizar la currícula de cada uno, si bien sería darles coba, pero también recordarles que no todo mundo se olvida de ellos. Si tiene datos, apórtelos. Quieren llegar a su gubernatura de cuatro años…

 

Porque si van a ser oferta política, será menester conocerles, y recordarles el pasado reciente, como para saber y luego no estar con los “sin novedad”.

 

Vámonos, sean felices, si quieren, sino ni q a quien le importe… al escribidor, menos.