Por: Sergio Bustamante.

Más allá de que 2022 fue el año en que regresamos formalmente a las salas de cine, lo relevante es que el streaming y el nuevo modelo de distribución han hecho muy difuso ya identificar qué debemos tomar en cuenta como estreno oficial de este año y qué no.

Tenemos, por ejemplo, cintas como The Northman o Bardo que se estrenaron aquí incluso antes que los EU; cintas como Bergman Island, que son del 2020 pero en realidad nadie vio sino hasta ahora, cintas como Matrix Resurrections, con la opción de ir al cine o quedarse a verla en casa vía HBOMAX, y por supuesto los siempre desfasados estrenos decembrinos que no tardan en rondar las bahías de torrents porque aquí terminan siendo más bien de Enero.

Con eso en cuenta, he aquí la lista de mis películas favoritas de entre todo el cine que pude ver este año.

Como siempre, un agradecimiento a los lectores de este espacio. Felices y pacíficas fiestas en compañía de los suyos. Y de ser el caso, excelentes vacaciones.

BONES AND ALL.

¿Qué sucedería si a la carretera de Jack Kerouac le quitáramos las drogas y el sexo y los intercambiáramos por canibalismo? Luca Guadagnino nos ofrece la respuesta con una sangrienta adaptación a la novela homónima de Camille DeAngelis. Bones and All es tanto una historia romántica coming of age como una revisión western a la América midwest marginada de la era Reagan. Y pocos cineastas para ejecutar esa combinación con la frescura que siempre logra Guadagnino.

NOPE.

Quizás, con los años, Nope termine siendo la gran obra de esa perfecta filmografía que lleva Jordan Peele hasta el momento. Todas sus obsesiones y temas volcados aquí a través de un filtro de ciencia ficción con alto grado de dificultad pop. Lo más poderoso de Nope, sin embargo, no es la forma de entregar ahora su discurso, sino las puras imágenes. Hay planos tan inquietantes que los sueña uno por días. No se le puede pedir más cine que eso.

TOP GUN: MAVERICK.

Joseph Kosinski y Tom Cruise, con todo el legado de Tony Scott bajo el brazo, nos recordaron cómo debe verse y sentirse el cine veraniego que no reniega de su condición. Si la experiencia de vivir una película en la sala de cine aún tiene vida es por la labor de Cruise como productor y acaso el último Mesías del star system hollywoodiano.

RRR.

Simplemente el espectáculo del año. Qué visión tiene S.S. Rajamouli para meter todo lo imaginable a una licuadora y salir bien librado con un filme alegre y über emocionante. Todo lo que le criticamos a Netflix se compensa por hacernos accesible este cine de “Tollywood” al mundo.

APOLLO 10½: A space Age Childhood.

Tal vez por ser animación, o tal vez por ser un ejercicio de añoranza más que una historia, Apollo 10 y medio se nos presenta como una de las películas más “ligeras” de Richard Linklater. Grave error… lo que el cineasta texano alcanza con este filme es una hipnótica radiografía de los sesenta y de la carrera espacial estadounidense contada desde la óptica más pura posible: la niñez. Un triunfo mayúsculo que Netflix esconde incomprensiblemente en su catálogo. Esa inclusión en la prestigiada lista anual de Cahiers Du Cinema está más que justificada.

 TÁR.

Tras una ausencia de dieciséis años, Todd Field regresó a la dirección con una cinta que aborda sin miramientos la cultura de la cancelación y la búsqueda de la grandeza artística a costa de todo y de todos. Tár propone, deliberadamente, dilemas por demás complejos cuyo juicio queda en nosotros, el público. Realización impecable y una Cate Blanchett por nota hacen de este uno de los mejores filmes del año.

AFTERSUN.

¿De qué está hecha la memoria? La respuesta de la joven directora escocesa Charlotte Wells llega vía una serie de videos caseros de las vacaciones de verano de un padre y su hija pre adolescente. Detrás de esa falsa simpleza, sin embargo, hay una serie de viñetas fantasmagóricas de tristeza, arrepentimiento, y un sofocante relato familiar de todo aquello que no vemos de niños pero nos cuestionamos duramente ya como adultos. El hype es real. Obra mayor.

EVERYTHING EVERYWHERE ALL AT ONCE.

Los Daniels nos dieron una lección a todos, pero sobre todo a la industria de Hollywod: el espectáculo y la taquilla no están peleados con el contenido de calidad. Todo al mismo Tiempo en Todas Partes es todo el drama familiar de historias como la mencionada Aftersun, pero combinado con formas que hacen ver a Marvel como una caricatura. Una película tan divertida como emocionante y reflexiva. Un auténtico trancazo.

THE WORST PERSON IN THE WORLD.

Un Joachim Trier altamente inspirado nos trajo esta obra generacional sobre las cuestiones de siempre: decisiones de vida a los treinta, descubrir quiénes somos, qué queremos, etc. El truco, o virtud, es que lo cuenta con una protagonista desconcertante cuya honestidad rompe el molde de este tipo de cintas. Y vaya, hemos visto cintas similares en el cine de Allen o recientemente con Noah Baumbach, pero nunca se había contado de forma tan lúcida como lo narra Julie, la protagonista creada por Trier y Renate Reinsve.

MOONAGE DAYDREAM.

Caos. Plenitud. Los procesos creativos de un artista inclasificable y único. Brett Morgen nos adentra a la mente de David Bowie a través de un viaje imersivo que repasa aleatoriamente su vida, su discografía y sus proyectos paralelos a la música. Un documental sumamente íntimo pero para nada solemne. Moonage Daydream embriaga la mente como ninguna película lo hizo este año. Una experiencia alucinante.