De acuerdo al escritor Bret Easton Ellis, autor de éxitos como American Psycho (1991) y también ensayista de cine entre otras cosas, el 2015 ha sido el peor año jamás visto en la para el cine norteamericano.
Tomando en cuenta su visión y que Easton Ellis es una figura que gusta y disfruta como pocas de polarizar la opinión, pudiéramos decir que ciertamente no ha sido el mejor año.
Pero cobijando otros parámetros menos “marmite” y sobre todo ampliando el panorama a la cinematografía mundial, la verdad es que el 2015 tuvo grandes obras.
Fue un año, en todo caso, de grandes contrastes, pero con la calidad suficiente para hacer un listado a lo mejor. Y de más de cinco películas.
Como ha sido desde tiempos inmemorables, bueno, décadas, hubo estrenos muy atrasados y otros que de plano no veremos hasta el 2016, lo cual es una lástima dado que muchas de ellas vienen precedidas de buen prestigio como el caso de The Revenante de González Iñárritu.
Eso, sin embargo, es ya parte de nuestra industria y algo con lo que tenemos que aprender a vivir.
Sin más preambulo, este es el top de mis diez películas favoritas del 2015. Como siempre, se tomaron en cuenta todos los estrenos comerciales en México a partir del primero de enero, sin importar año, nacionalidad, etc, y también las proyecciones de festivales, premiaciones y demás plataformas.
- Boyhood. (Richard Linklater, 2014)
Con Boyhood, Richard Linklater perfeccionó y llevó a un nuevo grado de cinematografía el experimento que ya había hecho en la trilogía de los “Before”, esto es hacer un película donde el tiempo fuera el verdadero protagonista, para dar paso a conflictos reales, orgánicos.
Ciertamente polémica y hasta incomprendida por su arriesgada propuesta, Boyhood es un paradigma que tarde o temprano habrá de adquirir la relevancia que le corresponde. Pocas veces veremos algo como esto, y menos con actores tan comprometidos como Ethan Hawke y Patricia Arquette.
- Carmín Tropical. (Rigoberto Perezcano, 2014)
Queda claro que nuestra industria tiene vida, posibilidades, talento. Carmín Tropical es un cine que nada que tiene que ver con los culebrones y anuncios de hora media que las distribuidoras quieren hacer pasar por películas.
Rigoberto Perezcano, fiel y absolutamente consciente de los códigos que rigen al mejor thrilller, encaja un relato noir en un ambiente inédito que le otorga nuevas dimensiones a la vez que lo empuja hacia un terreno menos descriptivo. Aquí la investigación detallada da paso a una atmosfera por demás lograda que narra efectivamente a través de sus silencios e imágenes. Como es el cine, pues.
- A Most Violent Year. (J.C Chandor, 2014)
Vaya registro el que lleva J.C Chandor. Tres filmes le han bastado para distinguirse como un cineasta poderosísimo, y con “El Año más Violento” volvió a lograr un memorable retrato del comportamiento humano frente a situaciones extremas de supervivencia.
En esta ocasión no fueron corredores de bolsa sin escrúpulos en plena crisis mundial o la lucha de un hombre solo frente a la naturaleza, sino una joven pareja abriéndose paso en el NY de los ochenta con su empresa familiar mientras el crimen azotaba toda la ciudad.
La lucha de hacer lo correcto frente a la corrupción moral y política fue estelarizada por un Oscar Isaac en plan grande, como el actor que ya es. J.C Chandor es un nombre que ya no tarda en ser conocido mundialmente.
- Eden. (Mia Hansen-Løve, 2015)
Efectivo y tristísimo cuarto largometraje de Mia Hansen-Løve que usa la escena de la música electrónica en la Francia de los noventa para contar una historia de crecimiento y nostalgia.
Con todo y sus detalles, Eden triunfa en las revisiones por abordar el tema de los sueños de adolescencia y posterior realidad, desde una perspectiva tan mal lograda y a la vez cautivante como lo era desear vivir de ser un DJ en dicha época. Con su gran epílogo y mucho mejor soundtrack, esta película definitivamente no pasó desapercibida a pesar de su discreto perfil.
- Eco de la Montaña. (Nicolás Echevarría, 2014)
Eco de la Montaña es un documental que ya había tenido su corrida por festivales y demás ciclos, sin embargo, con su estreno comercial, fue que la historia del maestro Santo de la Torre pudo ser por fin apreciada por gran parte del público.
Y lo de “la historia” es entre comillas, pues el gran logro de esta cinta es la descripción silenciosa e íntima de un mundo cercano y tan erroneamente ajeno a nosotros como lo es el pueblo Wixarika. Eco de la Montaña es perfecta como documental, y sobre todo, urgente.
- Star Wars: The Force Awakens. (J.J. Abrams, 2015)
Existen películas que trascienden su universo para formar parte de un fenómeno mayor. Películas que marcan épocas y que eventualmente ocupan el lugar que les corresponde en la historia.
El 2015 nos trajo la continuación de una saga que hizo lo propio en la década de los setenta y ochenta. Pudo no haber sido la mejor y en cambio sí muy criticada, pero qué dicha vivir en una generación que ha sido testigo de un ciclo que se abre con nuevos bríos y bajo una visión que, como sus antecesoras, habrá de marcar un antes y un después más temprano que tarde. The Force Awakens es Star Wars, y un triunfo mayor del cine fantástico.
- A Girl Walks Home Alone at Night. (Ana Lily Amirpour, 2014)
La incipiente cineasta Ana Lily Amirpour llegó a Alemania a hacer cine con la frustración de no haber dirigido la película que deseaba en un Hollywood que no mostró interés por ella y sus ideas. Con ese sentimiento más una nueva inspiración es que llegó a realizar A Girl Walks Home Alone at Night, un híbrido de historias y géneros que con su cinematografía en blanco y negro y su magnética protagonista ha dejado una huella memorable en la cartelera del 2015.
- Whiplash. (Damien Chazelle, 2014)
Cumpliendo lo que decía Haneke de que “el cine es más cercano a la música que a la literatura”, Damien Chazelle realizó un ejericicio fílmico que tiene en su vertiginoso e impecable montaje su mejor forma y mandamiento: la imagen narra.
Con la gran actuación del ahora valorado JK Simmons, Whiplash llenó las pantallas de un jazz que trasciende hacia sus protagonistas para ser el mero personaje periférico de una gran historia, una gran película.
- Mad Max: Fury Road. (George Miller, 2015)
El dominio del encuadre a su máxima expresión. La historia como pretexto del cine siendo cine. El ritmo como clase y recurso. El color como elemento. Los personajes como vehículos. Y los vehículos, muchos, como el adorno de una orquesta poderosísima llamada Mad Max: Fury Road conducida por un genio llamado George Miller.
Miller impartió cátedra como ningún cineasta lo hizo en el 2015. Reverencias.
- It Follows. (David Robert Mitchell, 2014)
Dice Guillermo del Toro que las favoritas no siempre son las mejores, y de ahí el primer lugar de esta lista.
It Follows fue algo inédito, refrescante, cinematográfico. Una película que cumplió y rompió los códigos del sub género al que pertenece. Más aún, Robert Mitchell contó una historia muy simple que tiene en el “coming of age” su apoyo, pero lo hizo de la forma compleja posible, y con una belleza apabullante. Y todo, repito, desde un género casi ninguneado, lo cual le da má fuerza y valor a su propuesta. Prueba de las posiblidades que aún tiene tiene este arte siempre y cuando haya osadía y mucho talento.
It Follows crece lentamente y tal y como su idea central, no te deja de seguir jamás.