AL INSTITUTO ELECTORAL DEL ESTADO DE ZACATECAS
AL TRIBUNAL DE JUSTICIA ELECTORAL DEL ESTADO DE ZACATECAS
A LA FISCALÍA ESPECIALIZADA EN ATENCIÓN A DELITOS ELECTORALES
AL OBSERVATORIO DE PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE LAS MUJERES
A LAS MUJERES ZACATECANAS
A LOS PARTIDOS POLÍTICOS
A LAS CANDIDATAS Y CANDIDATOS A LOS DIFERENTES CARGOS DE ELECCIÓN
A LA SOCIEDAD EN GENERAL
La palabra política se deriva del vocablo griego “polis” que literalmente significa “ciudad” y más allá del significado con el que cada quien se identifique o de su autor predilecto, de manera muy general se refiere al arte de organizar la vida social y a la regulación de los gobiernos desde tiempos ancestrales.
Es decir, se refiere a la forma como debemos actuar a través de reglas, valores, diálogo, búsqueda de consensos, prácticas éticas, para que podamos coexistir de forma armónica. Inicialmente fue pensada como una actividad “de hombres”, sin embargo, desde tiempos ancestrales las mujeres hemos reivindicado nuestro derecho a participar en la vida política, toda vez que sus fines también nos atañen. Lo hemos hecho de manera colectiva y organizada desde hace más de 200 años.
Es deplorable, que en pleno siglo XXI, tengamos que seguir reivindicando no solo nuestra condición humana, sino los derechos inherentes a ello. Este, que ha sido denominado el siglo de la diversidad -porque la lucha feminista ha abierto paso a múltiples reivindicaciones de grupos vulnerados por el orden social- a nosotras nos mantiene en defensa de nuestros derechos humanos todos, desde los más elementales, como son el derecho a vivir, el de vivir libres de violencia, el respeto a nuestra dignidad, y pasando por un largo espectro de necesidades no cumplidas, como el de la salud, educación, la propiedad de nuestro cuerpo, empleo digno, salario igual, libre tránsito; entre muchos otros, llegamos al ejercicio de un derecho puesto en práctica por miles de mujeres en este momento, nos referimos a los derechos político-electorales.
En este sentido, México es uno de los países con la normatividad electoral más avanzada y Zacatecas en nuestro país, ha sido siempre punta de lanza; sin embargo, vale la pena recordar que el acceso al ejercicio de este derecho, como a todos los demás ha sido a nuestro costo, porque fuimos nosotras quienes a lo largo de los años y de sucesivas reformas electorales hemos construido el andamiaje legal para que las mujeres accedieran a los cargos de manera paritaria y además de que lo hagan sin recibir a cambio violencia política en razón de género. Desafortunadamente, nuestros derechos se cruzan con candidatos, partidos e instituciones que tienen tendencia a desacatar la ley y en muchas ocasiones a transgredirla abiertamente.
Ante los vergonzosos hechos ocurridos en dos momentos diferentes de la misma campaña a la gubernatura del estado, uno en donde fuimos calificadas como “pinchis viejas” por el cantante y candidato a Diputado Federal Marco Flores, frase que en lugar de originar un deslinde y una solicitud de no agredir a las mujeres, fue festejada por el candidato a Gobernador David Monreal Ávila, agravio público, que llegó a los medios nacionales y que no ha sido atendida por las autoridades responsables. Ahora, se suma, en esa ola de violencia política contra todas nosotras, una clara evidencia de violación a la soberanía de nuestros cuerpos, enfocada en una mujer, que adicionalmente es candidata de un rango menor al del agresor, por lo que se configura hostigamiento sexual -que en Zacatecas es un delito- y que constituye entonces, no solo violencia política, sino violencia sexual. Muestra, además, la cosificación que hacen de las personas quienes aspiran a representarnos y a dirigir nuestros destinos a través de la actividad gubernamental y por tanto a ser “garantes” de nuestros derechos humanos.
Señoras candidatas, señores candidatos, la política hoy más que nunca exige un comportamiento ético, honorable y digno. Por ello, hemos exigido que se firme la declaración 3 de 3 contra la violencia, porque sabemos que quien cobardemente violenta a las mujeres en lo privado, lleva sus violencias a lo público.
Es imposible negar lo evidente, por más que se busque justificar, y hacer responsables de un acto grotesco y aberrante como el manoseo a una compañera a los opositores políticos, los medios digitales a nuestro alcance han dejado una huella clara de la calidad moral de quienes buscan los espacios. Agradecemos a la población que da cuenta de estos hechos y les solicitamos que sigan haciéndolo. Pero les recordamos a las autoridades competentes que es su obligación estar vigilantes del tono de las campañas, de la actitud de candidatas y candidatos y de la calidad de los mensajes. Al Observatorio de Participación Política de las Mujeres, les corresponde justo la observancia de los hechos; ojalá que en esta ocasión no se deslinden de su responsabilidad.
Esperamos que la candidata agredida, repiense su posición; para ello, le manifestamos nuestro apoyo y respeto irrestricto, esperamos que lo haga, porque el cargo de Presidenta Municipal, implica tener no solo los conocimientos y el dominio de herramientas como el diálogo y el acuerdo, sino la valentía para enfrentar la compleja vida cotidiana que transcurre hoy en los municipios. De no ser así, respetaremos su posición. De igual manera, a cualquier otra candidata que se sienta agredida, las invitamos a denunciar y no callar, porque la consigna del silencio es lo que nos daña.
Pero nosotras, les decimos que tendremos “cero tolerancia” a que desde el ámbito del poder se siga violentando a las mujeres y exigimos esa conducta de las autoridades responsables, Zacatecas no es un feudo medieval y nosotras no somos siervas, por lo que exigimos que nadie esté por encima de la ley y que asuman su responsabilidad de combatir la naturalización de las violencias. La Convención de Belem do Pará que citan con mucha frecuencia les exige acciones para prevenir, sancionar y erradicar la violencia en contra de las mujeres, y en México, les agregaron la responsabilidad de atender dicha violencia.
Hoy hablamos de dos hechos evidentes, pero a fin de que nos garanticen que tendremos justicia, paz, dignidad y legalidad en Zacatecas, exigimos al IEEZ, realice el acuerdo con la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas y con el Tribunal Superior de Justicia, para que se verifiquen el 100% de las candidaturas que aprobaron, pues los hechos demuestran que se les “colaron” agresores, en este momento de violencia sexual y tal vez, encontremos compitiendo a deudores de pensión alimenticia y de otras múltiples formas de violencia que nos ejercen.
Les recordamos que, según la declaración de la OEA sobre violencia política, “la tolerancia de la violencia contra las mujeres invisibiliza la violencia y el acoso políticos, lo que obstaculiza la elaboración y aplicación de políticas para solventar el problema”; en atención a este punto, es que hemos creado las instituciones y la obligatoriedad de que actúen en nuestra defensa. Por ello, en el marco del proceso electoral más grande de la historia, exigimos se cumpla y se haga cumplir la ley, las mujeres tenemos hartazgo ante palabras huecas, como meros formulismo y de declaraciones sin acciones concretas.
Alto a las violencias en contra de mujeres y niñas
Queremos propuestas no agresiones
Por la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres en Zacatecas
¡POR NUESTRO DERECHO A VIVIR UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIAS, NI UN PASO ATRÁS!
RED PLURAL DE MUJERES EN ZACATECAS