Ciudad de México, 7 de octubre de 2024.- Para celebrar el bicentenario de la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824, la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Dirección de Estudios Históricos (DEH), organizó un conversatorio entre destacados investigadores que revisaron la importancia histórica de este documento fundacional.

La promulgación de esta constitución, apenas dos años después de la independencia, representó el fruto del debate político y el consenso entre los 107 diputados que se reunieron en el antiguo Templo de San Pedro y San Pablo, en el actual Centro Histórico de la Ciudad de México. Estos legisladores tuvieron la crucial responsabilidad de sentar las bases de la distribución de poderes en la recién nacida república.

El director del Museo Nacional de Historia (MNH), Salvador Rueda Smithers, resaltó la relevancia del ejemplar original de la Constitución de 1824 que se conserva en el MNH, impreso por la Imprenta del Supremo Gobierno. Este documento es símbolo de los valores liberales que prevalecen hasta la actualidad.

En el evento, Felipe Echenique March, de la DEH, explicó cómo el concepto de «americanos», inicialmente utilizado por la población criolla de la Nueva España y otros virreinatos, fue evolucionando hasta convertirse en «mexicanos», un término que finalmente se impuso con la redacción de la Constitución de 1824.

Por su parte, el historiador Alonso Domínguez Rascón destacó la participación de Chihuahua en el proceso constitucional, subrayando su transformación de una oligarquía minera y comercial a un estado autónomo dentro de la República Mexicana.

Este conversatorio, además de reflexionar sobre los retos que enfrentaron los legisladores de aquella época, permitió resaltar la relevancia de la Constitución de 1824 en la consolidación del sistema federal que hoy rige al país.