El sistema penitenciario está en crisis, por eso la urgencia de cambiar esa realidad, sostuvo la diputada Lorena Oropeza Muñoz, y agregó que es necesario tomar medidas para garantizar el respeto a los derechos de las personas privadas de la libertad, y la gobernabilidad de los centros penitenciarios.
Dentro de su participación en asuntos generales en la sesión legislativa ordinaria de ese jueves, Lorena Oropeza lamentó que en el caso del Centro Regional de Reinserción Social de Cieneguillas (CERERESO), con una población de 987 reos y capacidad para un mil 240, no puede ser controlada por las autoridades.
En ese sitio “reina la corrupción, la complicidad, el autogobierno y se incrementan los vicios criminales, terminan siendo escuelas de delincuentes”, y mucho se debe a la improvisación de los mandos directivos; falta de elementos que no permite tener un nivel de seguridad suficiente, bajos salarios, y esos facilita el soborno.
Recordó que en cada revisión, se encuentren objetos prohibidos, como pequeños cuchillos, dosis de droga, teléfonos celulares, baterías, cargadores, pipas para fumar, quemadores de parrilla, tenedores, espátulas, bombas molotov, aspas de batidora, plantas chicas de marihuana, palos con punta, entre otros.
“En todos los casos resulta obvio que ingresan por la puerta y nadie se da cuenta, entonces podemos suponer o sobrentender que se trata de una red de corrupción, porque parece más sencillo incautar que prevenir el ingreso de objetos prohibidos”.
Citó cuando el pasado 16 de noviembre del año pasado, dos mujeres y un hombre fueron detenidos por intentar meter al penal un 732 latas de cerveza, 24 botellas de un compuesto de tequila, 92 dosis de polvo parecido a la cocaína, y algo que parecía “piedra”, y “solo con una red de corrupción se pueden atrever a meter estas cantidades de substancias prohibidas”.
Además de los recientes pleitos entre internos, donde las autoridades han aceptado como una “lucha entre grupos delincuenciales antagónicos”, que ha dejado reos muertos, se han encontrado arsenales, lo que muestra hasta dónde llega el poder de esos grupos delincuenciales.
“En estos días se ha anunció la remodelación del CERERESO, celebramos que obedezca a la recomendación que realizo la Comisión Nacional de Derechos Humanos y cubra las necesidades de rehabilitar, optimizar, y modernizar los espacios penitenciarios, de manera que contribuya a que los reclusos tengan espacios más dignos y las autoridades puedan tener un control de la población en reclusión”.
El Secretario de Seguridad Pública Ismael Camberos ha declarado que el CERERESO tendrá instalaciones de lujo y me parece que el tema y los calificativos que señala el secretario, en vez de estar presumiendo de las instalaciones de lujo, debería estar preocupado justamente por la lucha que se da por el control al interior de los centros penitenciarios.
Como es posible que no se pueda controlar una población de 987 reos y que este a merced de los grupos delincuenciales.
¿Cómo es posible que no se den cuenta que ingresan objetos prohibidos? ¿Que se encuentre droga? ¿Cómo es posible que al interior de unos cuantos metros cuadrados exista un control de grupos delincuenciales y no de la autoridad que está a cargo?, preguntó.
Qué podemos esperar los que estamos afuera donde el Estado no tiene no tiene fronteras, ni estamos bajo la vigilancia permanente de un cuerpo policial y donde los delincuentes hacen lo que quieren.
Si no se puede tener el control en esos metros cuadrados y en esa población que está bajo reglas, supervisión, monitoreo y vigilancia, que podemos esperar los ciudadanos, entonces no es otra cosa más que corrupción y es lo que tenemos que combatir día a día.
Es lo que tienen que hacer y exigir a las autoridades que realmente cumplan con su trabajo y no podemos permitir estos grupos delincuenciales sean los que tengan el control afuera y también adentro de los centros penitenciarios.